investigación
Trampas contra la mosca del olivo para proteger la calidad del aceite
La Cooperativa de Magallón ha realizado un estudio del uso de trampas contra la mosca del olivo. Ha ofrecido las primeras conclusiones, pero quiere seguir investigando.
El uso de trampas para combatir la mosca del olivo podría reducir en dos tercios o más la aplicación de insecticidas de origen químico, si bien, en algunos casos, en los que la curva de vuelo de estos insectos es muy acentuada, estos productos serían necesarios. Esta es una de las conclusiones que se han extraído del proyecto realizado por la Almazara La Olivera, propiedad de la Cooperativa de Magallón, para analizar el impacto de este sistema.
"No obstante, y aunque los resultados parecen mostrar que este sistema de trampas es eficaz, necesitamos seguir desarrollando esta investigación para consolidar los datos obtenidos, ya que esta campaña ha mostrado una incidencia de mosca del olivo", afirma Juan Carlos Palacios, gerente de la Cooperativa, quien insta a cualquier centro de investigación o agente interesado a unirse a esta iniciativa que actualmente están desarrollando con recursos propios de la organización. "Pero, sobre todo, lo que tienen este tipo de centros es conocimientos y tiempo, que es algo de lo que nosotros no siempre disponemos porque tenemos que estar a otras cosas", recalca el máximo responsable de la Cooperativa.
Y es que desde la Cooperativa de Magallón quieren ir más allá en esta iniciativa. "Además del trampeo, queremos ir más allá y probar cómo funcionarían otros sistemas como el uso de fauna auxiliar", añade Palacios.
La presencia de la mosca del olivo repercute de manera negativa tanto en la salud de los árboles como en la rentabilidad de las explotaciones, ya que, en algunos casos, incrementa la acidez del aceite elaborado con oliva afectada hasta el punto, en ciertos casos, de hacer imposible su envasado. "Por un lado, muchas olivas se caen al suelo y no se pueden coger, y, en otros casos, la oliva afectada puede llegar a la almazara repercutiendo en la calidad del aceite que se extrae. Esto es algo muy importante para una cooperativa como la nuestra que solo envasa aceite de oliva virgen extra y que la presencia de este insecto puede hacer que la categoría descienda a aceite de oliva virgen, lo que supone menores ventas y menor valor en el mercado", detalla Juan Carlos Palacios.
Digitalización
Una de las claves para combatir esta afección es el uso de técnicas de digitalización de los datos climatológicos, de la información de las fincas de manera experimental, con uso de la geolocalización de parcelas, obtención de datos climáticos y su control mediante herramientas que faciliten la gestión de los mismos a través del uso de ‘big data’ y la monitorización de la población de la plaga, así como de su impacto en las olivas.
Almazara La Olivera
La Almazara La Olivera de Magallón envasa aceites de oliva virgen extra, que comercializa en supermercados de ámbito regional, tiendas especializadas, distribuidores y también a través de su tienda ‘online’, www.almazaramagallon.com. Sus aceites han sido galardonados con numerosos premios en Israel, Japón o Argentina. También, como no puede ser de otro modo, cuenta con amplio reconocimiento en Aragón, donde su aceite ‘Pago La Corona - Olivos Centenarios’ recibió el premio al Mejor Aceite de Oliva de Aragón elaborado por una cooperativa.
