"La liberalización de la AP-2 tendría que haberse hecho antes. Habría salvado vidas"

Transportistas y víctimas de accidentes de tráfico reciben con satisfacción la liberalización de la AP-2, que esperan que reduzca casi al máximo la siniestralidad de la N-II, aunque creen que se ha tardado demasiado. "Tendría que haberse hecho mucho antes y se hubieran salvado vidas", denuncia José Antonio Moliner, presidente de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), resumiendo el sentir de todos los afectados. Entre ellos, el de Israel Borrell, un zaragozano que perdió a sus padres y a su hermano en un accidente en la N-II en 2008 cuando regresaban de una cena familiar en Fraga. "Una conductora se quedó dormida, cambió de carril y chocamos. Murieron mi padre, mi madre y mi hermano. Yo estuve tres meses en la uci, más la recuperación, y mi novia, que ahora es mi mujer, sufrió heridas graves. Nosotros dos nos salvamos por los pelos", recuerda.

Aunque ha logrado rehacer su vida, la inminente gratuidad de la AP-2 le deja un sabor agridulce. "Después de tanto tiempo es triste que se vaya a solucionar porque se acaba la concesión de la autopista. Me habría gustado que hubieran hecho algo similar mucho antes", lamenta. Porque el goteo de víctimas mortales en la nacional nunca ha cesado. "Da rabia ver que solo se acordaban de la N-II cuando ocurría algo desagradable", reprocha, pues cada accidente le hacía recordar que "volvía a ocurrir una y otra vez y no se intentaba solucionarlo".

Miguel Ángel Bernal, delegado de la asociación Stop Accidentes en Aragón, también celebra la gratuidad de la AP-2, pero insta a continuar con el desdoblamiento de la N-II. "Es una carretera muy importante y hay que mejorar los accesos", reclama. Cuando la autopista sea gratuita, y como tardarán en retirar las zonas de peajes, pide a los conductores "responsabilidad", que reduzcan la velocidad y "que se respeten entre ellos". Si no lo hacen, "vamos a tener multitud de golpes", alerta.

Moliner ve positivo que se libere el peaje, aunque espera que "el Gobierno no se lo quite a Abertis para quedárselo él". Se refiere el presidente de Tradime-Aragón a la intención del Ministerio de Transportes de incluir una tasa para pagar el mantenimiento. "Llevan años dando vueltas al cobro en las autovías. Solo piensan en recaudar", critica Moliner.

El ministerio cifra en 90 millones el ahorro que va a suponer para los conductores la liberalización del tramo aragonés de la AP-2. El número de kilómetros de vías de peaje en la Comunidad se reducirá de un 19% a un 6%. Circular por la red de carreteras de alta capacidad por Aragón a partir del 1 de septiembre será un 76% más barato para el usuario. La cuestión es: ¿hasta cuándo?

Los transportistas ven complicado que, tras liberar la AP-2, se avance en el desdoblamiento. Aunque "sería lo deseable", advierte Fernando Viñas, gerente de la Federación de Transporte de Mercancías de Zaragoza, que sigue reclamándolo aunque "la necesidad sea menos imperiosa". Coincide con Moliner en que se debe garantizar el mantenimiento de la N-II y de la AP-2.

El presidente de Tradime insta a que, como "no va a ser viable bajo ningún concepto" el desdoblamiento de la N-II, "se cuide el mantenimiento, se eliminen los cruces peligrosos y se pongan más rotondas". Viñas insiste también en garantizar el buen estado del firme en la AP-2 cuando se convierta en autovía esta autopista que se ejecutó hace 44 años.

Asimismo, los alcaldes del trazado de la N-II en Aragón destacan la importancia del mantenimiento. Con la satisfacción de que el desvío de camiones a la AP-2 reduzca, al fin, la siniestralidad. La solución llega tarde, pero llega. Y es lo que llevan años reclamando.