alimentación
El sabor de la huerta de Alacón conservado en un bote
El proyecto Apadrina un olivo se extiende con la creación de Mi Huerto, la conservera que busca recuperar sabores tradicionales y evitar el cierre de la escuela de Alacón.
Apadrina un olivo nació hace siete años con el propósito de recuperar el olivar centenario de Oliete, un municipio de Teruel azotado, como muchos otros, por el fenómeno de la despoblación. El proyecto buscaba un doble impacto medioambiental y social a través de la recuperación del paisaje natural, de la revitalización de los cultivos locales abandonados y de la fijación de población, reactivando la economía del pueblo con un sistema de desarrollo rural sostenible y solidario. Cuatro años después surgía Mi Olivo, la marca de aceite de oliva virgen extra fruto de esta iniciativa. Y, ahora, acaba de ver la luz Mi Huerto, una nueva faceta del proyecto centrada en la recuperación de la huerta de Alacón mediante la plantación de vegetales y la producción de conservas tradicionales, y que también pretende atraer una familia al pueblo para poder salvar la escuela.
La elección de Alacón no es casual. Además de ser vecino de Oliete, el pueblo ya contaba con las instalaciones adecuadas para la elaboración de conservas, dado que anteriormente se había realizado en este municipio un taller de empleo del Inaem enfocado a esta producción. "Quisimos colaborar con Alacón y sumar esfuerzos dentro de esa misma línea para recuperar los recursos naturales endógenos, tratando de reactivar la huerta yerma. Además, ya teníamos la industria y algunas personas interesadas que tenían cierta formación, y también teníamos el aceite necesario gracias a Apadrina a un olivo. Así, evitábamos que se interrumpiera esa actividad y dábamos vida y sentido a esos recursos que se habían invertido en el taller de empleo", explica Sira Plana, cofundadora de Apadrina un olivo.
Por ahora, ya hay dos personas trabajando en la conservera y elaborando los primeros productos: alcachofas, puerros y pimientos rojos, todos ellos asados a la brasa con restos de poda y carbón vegetal y embotados en aceite de oliva virgen extra de Mi Olivo.
No obstante, el objetivo del proyecto es poder encontrar una familia dispuesta a trasladarse a Alacón para cultivar una parcela y producir vegetales para la conservera, logrando evitar, al mismo tiempo, el cierre de la escuela, que necesita como mínimo cuatro alumnos y ahora mismo tan solo quedan dos. "Estamos tratando de pelear contra el cierre de la escuela. Buscamos una familia que se haga cargo de una hectárea que le cedería el ayuntamiento para que pueda plantar, por ejemplo, puerros. Nosotros le compraríamos la producción para la conservera y ellos podrían vivir de eso. Lo importante es que les interese esta oportunidad y se ubiquen en el pueblo con su familia para intentar que a Alacón no le falte ese servicio, la escuela, que es un elemento clave para asentar población", comenta Sira.
Asimismo, el proyecto ha contado desde un primer momento con los agricultores de la zona para que puedan sumarse a la plantación de los vegetales que va a necesitar la conservera, que se los compraría "a un precio justo", ayudándoles también a dinamizar sus cultivos. "Queremos movilizar a los agricultores de la zona, igual que hicimos con la almazara. Hemos contactado con ellos para que, si quieren poner estos productos, los planten, porque nosotros los necesitamos, de hecho, todavía no tenemos cubierta toda la demanda. La intención es que se impulse la huerta yerma local y que los agricultores de la zona tengan esa otra actividad, con la garantía de que cuando los productos estén para servir se los vamos a comprar", apunta la cofundadora de Apadrina un olivo.
Las alcachofas, que son el primer producto que se ha elaborado en la conservera de Mi Huerto, ya pueden adquirirse a través de la página web miolivo.org, donde también está disponible el aceite de oliva virgen extra de olivos centenarios de Oliete.
