covid en aragón

Ráfales, aliviado tras confirmar tres contagios entre los 107 confinados

El brote en la localidad turolense alcanza ya a unas 20 personas, aunque todas son asintomáticas o presentan síntomas leves de coronavirus.

Un turista, en la plaza Mayor de Ráfales, con el bar cerrado para frenar los contagios
Un turista, en la plaza Mayor de Ráfales, con el bar cerrado para frenar los contagios
Javier de Luna

La pequeña localidad de Ráfales, en la comarca del Matarraña, respira hoy más tranquila tras confirmar a última hora de la tarde de este viernes que de las 107 pruebas pendientes a contactos de infectados, solo tres resultaron positivas. El brote suma un total de 20 casos de coronavirus. De este modo, los vacunados cuya prueba diagnóstica fue negativa pudieron ya recuperar su vida normal.

El brote se desató durante la semana más importante de la localidad al coincidir con las fechas de las fiestas patronales, suspendidas por la covid. Hasta 123 personas -de un total de 170 habitantes censados- tuvieron que estar confinados, aunque el municipio triplica la población durante la semana de las fiestas mayores.

Frente al jolgorio y el murmullo habituales durante la semana más concurrida del año en esta localidad, ayer imperaba la quietud y el silencio en las calles. Las conversaciones tan solo se intuían tras las persianas. Dos vecinas que no tuvieron contacto con el foco de covid-19 comentaron, con preocupación, la situación que vive el pueblo portando sendas mascarillas, a pesar de estar en el exterior.

Un turista, quizá ajeno a la situación, paseaba por la tarde por la plaza Mayor de Ráfales sorprendido al encontrarse el bar cerrado a cal y canto. Tanto este negocio como las piscinas municipales fueron clausuradas nada más conocerse el brote, que se inició, al parecer, como resultado de varias reuniones nocturnas, principalmente entre jóvenes.

"Hasta el momento no hay casos de gravedad. Casi todos son asintomáticos, aunque tenemos alguno que sí ha tenido algo de fiebre", explicó el alcalde, José Ramón Arrufat. "Deberíamos tener el pueblo lleno de turistas y de gente, con los comercios funcionando, y la realidad es que el panorama es desolador. Ahora queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad", añadió.

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