La residencia Maizales III abre sus puertas en Casetas tras ser centro covid durante la pandemia

De carácter privado, cuenta con 125 plazas para internos y 30 para estancias diurnas y los primeros días de funcionamiento va a recibir a unos 25 usuarios.

Visita de este lunes a las instalaciones de la nueva residencias Maizales III en Casetas
Visita de este lunes a las instalaciones de la nueva residencias Maizales III en Casetas
Francisco Jiménez

La residencia de mayores Maizales III en Casetas ya ha abierto sus puertas tras prestar servicio durante toda la pandemia como un centro covid por el que han pasado 1.069 personas de toda la Comunidad. Los momentos duros, felices y emotivos que se han vivido en él desde marzo de 2020, van a dejar paso a las historias personales de los nuevos usuarios. Este equipamiento de carácter privado cuenta con 125 plazas para residencia y 30 para estancias diurnas, y su puesta en marcha va a generar 72 nuevos puestos de trabajo. En estos primeros días de funcionamiento van a recibir a unos 25 internos.

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, acompañada por la directora provincial en Zaragoza del instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Encarna Bendicho, y la gerente del centro, Gemma Agustín, ha visitado este lunes las instalaciones. También han estado presentes los alcaldes de Casetas y Pinseque, Jorge Eseverri y José Ignacio Andrés, respectivamente.

El centro covid de Casetas cerró sus puertas el pasado 30 de junio y este lunes vuelve a abrirlas ya como residencia de mayores privada (Los Maizales III), la finalidad con la que fue concebido, pero que se vio trastocada por el coronavirus. Se trata del tercer centro de estas características que pone en marcha el grupo Hifaver, que posee otras dos residencias en Pinseque-

“Tuvimos la enorme fortuna de que los propietarios cedieran las instalaciones al Gobierno de Aragón para apoyar la gestión de la pandemia en las residencias. Gracias a Casetas y a los otros cuatro centros que pudimos abrir entre marzo y abril de 2020 en Aragón, se liberó a las residencias de la presión vírica y asistencial en un momento muy duro”, ha recordado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto.

Durante este acto, la consejera ha puesto en valor el apoyo recibido por el grupo empresarial responsable del centro. “Fue un momento complicado y muy difícil, de un enorme caos, en el que teníamos que tomar decisiones rápidas y para el que necesitamos infraestructuras preparadas y de calidad, como era el caso de este centro”, ha recordado Broto, que ha añadido que, si bien las residencias siguen preocupando, “ahora, tras la vacunación, estamos en otra etapa”. 

En la misma línea se ha expresado la directora de Los Maizales III, Gemma Agustín Martínez, que ha subrayado que “la residencia cambió su hoja de ruta y cedió sus equipamientos para atender y cuidar a los cientos de personas mayores contagiadas. No se dudó en colaborar con la sociedad aragonesa, con los mayores y sus familias”. “Se trata –ha dicho- de un proyecto en el que hemos invertido muchas ilusiones y la experiencia adquirida a lo largo de los años”.

Las instalaciones están basadas en un modelo de atención centrado en la persona y dispone de unidades de convivencia independientes, con salones, comedores y offices-cocina que permiten a los residentes una estancia autónoma dentro del complejo. El arquitecto del edificio, Carlos Turégano, ha apuntado que se trata de un inmueble que "se ha adelantado a los estándares normales" y que en cuanto a eficiencia energética se acerca "a niveles de consumo casi nulos". Las ratios con que cuenta superan la normativa aragonesa. Así, por cada residente se dispone de cinco metros cuadrados de zonas de equipamiento, el doble de lo establecido, y las habitaciones son de 14 metros cuadrados las individuales y 20 las dobles.

Aunque el centro covid de Casetas apenas estuvo cerrado 15 días –entre el 29 de junio de 2020 y el 15 de julio de ese mismo año-, se distinguen dos periodos en su trayectoria. El primero, desde el 4 de abril y hasta junio, en la que se atendió a 197 personas; y el segundo, en el que se atendió a 872. La edad media de las personas que pasaron por el centro fue de 82 años y el 66% de quienes estuvieron allí fueron mujeres. María Victoria Broto ha recordado que las instalaciones, además de como centro intermedio, se prestaron como Unidad de Hospitalización domiciliaria covid, un espacio que, gestionado por el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, atendió a 132 personas.

El cierre de Casetas se une la de La Abubilla (Yéqueda, Huesca), Gea de Albarracín, Alfambra (Teruel) y Miralbueno, que atendieron respectivamente a 164; 111; 64 y 119 personas, por lo que el total de personas atendidas en los centros covid asciende a 1.527. Estos dispositivos fueron pioneros en España y jugaron un papel clave para permitir la reorganización y sectorización de las residencias de Aragón, atendiendo a pacientes positivos en coronavirus que no precisaban hospitalización.

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