El SEPE reclamará 32 millones por pagos indebidos en 25.000 expedientes de distintos ERTE
A los solicitantes de la prestación por desempleo se les da cita presencial para octubre. La demora en el Servicio Público de Empleo supera los dos meses
Transcurrido un año y cuatro meses desde la irrupción de la pandemia, la recuperación de la actividad económica ha supuesto que haya menos afectados por expedientes de regulación de empleo (ERTE). Fueron 5.600 en Zaragoza este pasado mes de julio frente a los 40.000 que había en el mismo mes de 2020. La comparativa de lo que pagó el Servicio Público de Empleo (SEPE) en Zaragoza en concepto de prestaciones en ambos meses no deja lugar a dudas: 23,7 millones (julio de 2021) frente a 43,7 millones del mismo mes de 2020, justo la mitad. Sin embargo, esta reducción, destacó Fernando de Miguel, director provincial del SEPE en Zaragoza, no significa que el volumen de trabajo haya bajado.
«Seguimos gestionando el doble de expedientes que en 2019, antes de la pandemia, y hemos perdido personal», se lamentó, en alusión a las 7 personas a las que rescindieron el contrato al finalizar junio, las otras nueve a las que no renovarán en septiembre y otras 7 a las que se les terminará en diciembre. En total, perderán a 23 empleados de aquí a final de año (el recorte es de 1.500 en toda España) cuando en el SEPE se necesitan más que nunca, dijo. Y lo evidenció con el dato de expedientes que resolvían en julio de 2019, un total de 12.400, frente a los 56.600 de julio de 2020 y los 29.361 de este pasado mes, es decir, siguen con un volumen de trabajo más que duplicado.
Según explicó Fernando de Miguel, no es solo que haya que atender mes a mes las nóminas de todos y cada uno de los afectados por ERTE, sino las prestaciones regulares por desempleo que van llegando, además de lidiar con «esos 25.000 expedientes que hemos cuantificado pendientes de revisar por pagos indebidos por los ERTE. Nos va llevar meses o años reclamar un total de 32 millones de euros que es lo que se ha abonado indebidamente». Un «porcentaje pequeño», precisó, en relación a los más de 725 millones que el SEPE ha abonado en Aragón para atender la avalancha «extraordinaria de ERTE que entraron, sobre todo al principio de la pandemia, y en la que se priorizó ante todo pagarle a la gente que no podía ir a trabajar pero tenía que cobrar o se habría generado un problema social».
El director provincial del SEPE admitió que preferiría «no tener esas desviaciones» en pagos que suponen una sobrecarga de trabajo para el personal que tienen. «Nos hemos quejado amargamente de la reducción de los contratados, pero el gasto es el gasto, nos dicen, y la respuesta ha sido negativa», señaló. A eso se une, recordó, 12 jubilaciones no cubiertas y varias prejubilaciones que están a la espera de cómo evolucione todo.
El director provincial del SEPE prefiere no pensar qué ocurrirá a partir del 17 de agosto, pero sobre todo en septiembre, con la vuelta al trabajo de los empleados de automoción y de las auxiliares con el volumen de nóminas que eso implica y los cálculos de los días que cada uno tuvo de ERTE en julio motivado fundamentalmente por el problema de falta de suministro de semiconductores.
Lo único positivo, señaló el director provincial del Servicio Público de Empleo en Zaragoza, es que de momento no se está notando ningún incremento relevante de las prestaciones por desempleo. «Ya veremos qué pasa en octubre con el fin de los ERTE, aunque es probable que los prorroguen hasta fin de año. Ahí será la prueba de fuego para ver si el tejido empresarial es capaz de absorber a todas esas personas que salgan de los expedientes de regulación de empleo», señaló.
En lo que no han mejorado en el SEPE, confesó, es en la atención presencial. «Estamos dando citas para octubre para solicitar el paro. Esa demora es a todas luces impresentable pero en las oficinas, por las limitaciones de aforo, son 15 o 20 los que pueden ir al día». Por eso volvió a recomendar a los afectados que hagan la solicitud por internet porque así en una semana lo tienen resuelto.
