"Las protestas en Cuba pasarán cuando la economía vuelva a reactivarse tras la covid"

Con la situación en Cuba lejos de normalizarse tras las protestas sociales del pasado 11 de julio y con la manifestación, ayer en Madrid, de cientos de exiliados cubanos reclamando «libertad y democracia» al grito de «si Cuba está en la calle, nosotros también», cobran especial importancia las declaraciones que el embajador de España en Cuba, el aragonés Ángel Martín Peccis, hizo recientemente en Zaragoza, donde vino a pasar parte de sus vacaciones, pero que se vió obligado a interrumpir por dichas revueltas. Aunque rehusó entonces valorar a HERALDO este asunto remitiéndose a las palabras del ministro de Exteriores, sí dio carta de normalidad a unas protestas que achacó a los problemas que existen en Cuba incluso para encontrar comida y medicamentos por culpa de una pandemia que ha cortado el flujo económico, así como al bloqueo de Estados Unidos que «dura 62 años».

Con una llamada a la prudencia y a mantener «las buenas relaciones con Cuba», el embajador reconoció que existe la percepción de que «las cosas ya están bastante más calmadas» y de que «la situación pasará e irá mejorando conforme se vaya abriendo la economía y se vaya vacunando». A su juicio, el malestar expresado por los cubanos responde a la «falta de abastecimiento: hay problemas para encontrar comida, no llegan medicamentos, por lo que son normales las protestas sociales». Si bien, precisó, «lo más importante es que sean pacíficas, que se pueda encontrar el Gobierno con su pueblo y no haya dificultades».

Con el mismo argumentario que el mensaje lanzado por el presidente español, Pedro Sánchez, en su reciente viaje a Estados Unidos, de que el coronavirus «está dando muy duro» en la isla y que, por tanto, «necesitan la solidaridad de la comunidad internacional» -por ejemplo, en forma de vacunas- el embajador aragonés abundó en la complicada situación que vive Cuba. No solo es la isla, dijo, sino que «en muchos países de América Latina la pandemia ha llevado a situaciones económicas muy difíciles: las personas han sufrido mucho».

Lo que ha ocurrido en Cuba, explicó Ángel Martín en Zaragoza, es que «se ha priorizado más el tema de la salud que el de la economía y ha estado todo cerrado: restaurantes, tiendas, turismo». «Al llevar nueve meses así, sumado al bloqueo desde Estados Unidos y las nuevas medidas que tomó Trump, todo lleva a una situación muy difícil, que creemos que pasará en cuanto la economía empiece a reactivarse», apuntó. Y puso como ejemplo al sector turístico. «Los empresarios hosteleros siguen invirtiendo en Cuba. Iberostar, Meliá, NH, Globalia, tienen mucha fuerza», subrayó, en referencia a que «va a haber nuevos proyectos que están presupuestados para iniciarse en el momento en que se controle la covid, a final de año o principios de 2022».

Sobre la situación política, el embajador aragonés eludió pronunciarse aunque se mostró confiado en que las protestas sociales no supongan un freno para la apertura a la mayor inversión extranjera en la isla gracias a la normativa aprobada el último año. «No va a ser un paso hacia adelante y otro hacia atrás. Hay una convicción del Gobierno cubano en la apertura, en combinar lo que han sido hasta ahora las empresas estatales con la inversión extranjera. Va a haber un mercado privado que se va a estimular, apoyar y desarrollar. Creo que va a ser beneficioso para la población cubana, como ocurre en España, poder tener pymes y ser autónomos, que generan mucho empleo», dijo.

Las palabras del embajador aragonés en Cuba anticiparon los mensajes lanzados contra el embargo esta pasada semana en Estados Unidos por el presidente Pedro Sánchez, quien evitó calificar al Gobierno de Cuba de dictadura y recordó que todos los gobiernos en España, fuesen del PSOE o del PP, se han alineado contra el embargo a la isla. Asimismo, apeló a la solidaridad en tiempos de pandemia y a la necesidad de que Cuba emprenda «sin injerencias de nadie» reformas para «poder disfrutar de derechos y libertades».

Inversión más que exportación

Atender las necesidades básicas de los cubanos es la prioridad, según el embajador de España. En la reciente jornada organizada por CEOE Aragón sobre ‘Oportunidades de negocio en Cuba’, aseguró que el sector turístico es determinante para la isla y «esos hoteles tienen que recibir comida, carne, verdura y alimentación». Por eso, dijo, «no quiere Cuba más exportación sino inversión y producción en el territorio». Destacó que al sector agroindustrial, además de al turístico, son a los que más oportunidades ve. «Somos uno de los socios comerciales más importantes que tienen. Ahora mismo un empresario aragonés puede poner una fábrica de huevos en Cuba y vender directamente al sector hotelero», puso de ejemplo.

Por último, se mostró esperanzado en reforzar «las buenas relaciones bilaterales y los vínculos históricos que nos unen». Lógicamente la pandemia, dijo, «con las caídas del PIB no solo en Cuba sino en otros muchos países del mundo y el crecimiento de necesidades por parte de la población, ha llevado a que estemos viviendo un momento muy delicado, pero una vez pase la covid -y los cubanos ya se están vacunando- esperamos que se vuelva a reactivar la economía y empresarios españoles y aragoneses puedan ir a Cuba. Es una oportunidad real y con seguridad jurídica poder ir».

«Fácil no es ningún país», reconoció Jorge Alonso, director de Relaciones Internacionales de CEOE Aragón. «Hay muchas empresas españolas con presencia en países que no son democracias perfectas como Marruecos o China. En Cuba, tarde o temprano, algo va a cambiar, y el que se haya posicionado tendrá mucha más ventaja competitiva», advirtió. Además, recordó el interés de Cuba porque empresas de Aragón puedan instalarse allí, un interés que denotó la presencia en Zaragoza de los dos embajadores.

Las empresas aragonesas esperan que se mantenga el consumo

Hay empresas aragonesas como Pastas Romero que lleva 24 años exportando a Cuba. «Empezamos exportando directamente a una corporación estatal cubana y al cabo de unos años, las exportaciones nos las realizan empresas especializadas que conocen el mercado cubano y tienen estructura en el país. Vendemos, por tanto, a estas empresas no cubanas que luego venden nuestros productos en Cuba», explicó Ignacio Santisteve, director del departamento de Internacional de esta firma alimenticia aragonesa, que confía en que las protestas sociales de las últimas semanas no supongan un obstáculo.

«En Cuba siempre se depende de las circunstancias y regulaciones internas, pero no deberían afectar a un producto de alimentación básica, accesible y popular para la mayor parte de la población. Esperamos que se mantenga el consumo», dijo este directivo. «Cuba es un mercado que aprecia el producto español, y es hispanohablante lo cual facilita el acceso a empresas españolas», añadió. Eso sí, recomendó, hay que ser paciente: «Cuba es muy particular en temas de seguridad de pagos (sin garantías de compañías aseguradoras de riesgo de impago) y con consumos irregulares» y advirtió de que «puedes estar a la espera durante meses de que se liciten contratos de Gobierno, de disponibilidad de divisa y procedimientos administrativos muy regulados, lo que hace que todo vaya muy lento». Pastas Romero vende en la actualidad casi el doble del volumen que vendía a Cuba cuando empezó a tener presencia en el país caribeño.

«Con los pedidos en curso, no esperamos tener problemas. Es verdad que existe un escenario de incertidumbre. Sin embargo, intentaremos seguir aprovechando las oportunidades que este maravilloso país siga ofreciéndonos», indicó por su parte Eduardo Monge, director comercial de Pagola Poliuretanos, firma aragonesa que vende desde hace seis años espumas para sillones y colchones a Cuba y que está introduciéndose en el ámbito hospitalario y de construcción. «Las protestas son una explosión de frustración por la dramática situación que han vivido. Tienen el sistema político que tienen. Pero eso irá cambiando. Es casi inevitable», afirmó.

«No somos exportadores directos a Cuba», señalaron desde la empresa Tupersa, en El Burgo de Ebro, que produce tubos perfilados desde hace 40 años y que tiene dos clientes que sí llevan su material a Cuba. «Hemos de reunirnos con uno de ellos, que vive a caballo entre España y Cuba, para que pueda decirnos si esa apertura del Gobierno cubano es real o no», explicó Ana Heredia, del departamento comercial.

Jacobo Ramírez, gerente de Egi Audio Solutions, firma aragonesa que realiza instalaciones de hilo musical para buena parte de las cadenas hoteleras con presencia en Cuba, indicó que a raíz de la crisis anterior, se volcaron con la exportación y vienen trabajando con empresas españolas del sector que operan en Cuba desde 2016. Confiado en que haya una verdadera apertura comercial, Ramírez indicó que el Gobierno de Cuba siempre ha tropezado con la misma piedra: «En el tema agroindustrial no permitía inversión extranjera. Todo lo hacían las empresas públicas cubanas, pero ahora parece que eso ha cambiado», añadió. En su caso, tienen proyectos para Meliá, Accor y Sol Meliá, pero reconoció que «algunos se pararon por la pandemia y hay que retomarlos».