La pandemia lleva a Primaria al límite y Aragón vuelve a llamar a los rastreadores militares

Aragón se enfrenta al pico de la sexta oleada de la pandemia con una Atención Primaria al límite. A las vacaciones del personal se suma la asistencia habitual y el creciente seguimiento y rastreo de contactos, la petición y realización de numerosas pruebas diagnósticas, los trámites burocráticos y la campaña de vacunación contra el coronavirus. Los profesionales alertan de la sobrecarga de trabajo que asumen con plantillas mermadas que obligan a limitar los periodos de descanso y a reorganizar las agendas. Las labores de rastreo se intensifican y Sanidad volverá a solicitar la ayuda de los rastreadores militares un mes después.

La presión asistencial que arrastraban los centros de salud antes de primavera de 2020 se ha agravado con la pandemia. Ahora asumen "más de un 90% de la atención al paciente covid-19" y "en estos momentos en que hay tantísimos casos leves que no ingresan casi llega al 100%". Para Asun Gracia, delegada sindical de Fasamet: "Un solo positivo conlleva muchísimo trabajo". "Llevamos tiempo al límite, en una situación crítica", resume. Una opinión que comparte con Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc): "Estamos casi desbordados otra vez y expectantes" ante el inicio de la venta de los test de autodiagnóstico en farmacias. Un contagio con este sistema se considerará sospechoso y habrá que repetir la prueba en el centro de salud porque "no hay garantías de cómo se ha hecho ni de su identidad". Ante la evolución de la pandemia, dice, "el seguimiento de los casos desborda las consultas". "Es un caos -añade-. La gente piensa que con la vacuna está solucionado y no es así. Sí se reduce el número de casos graves, pero veremos si llega a las personas mayores".

Para Antonio Pablo Martínez, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Aragón (Semergen), en esta oleada hay que hacer una intensa labor de rastreo porque muchos de los afectados por covid son "gente joven con muchos contactos". En este escenario resulta fundamental un rastreo exhaustivo. La Comunidad cuenta con 56 trabajadores sociales y 130 enfermeros exclusivamente dedicados a esta tarea, además del personal propio de cada ambulatorio que rastrea y que no se puede cuantificar porque varía en función de la situación y de las necesidades de cada centro. A ellos se unirán de nuevo los rastreadores militares del Ejército de Tierra y del Aire en Aragón, que ya colaboraron con Sanidad hasta finales de junio. La consejería va a realizar una petición a la Delegación de Gobierno para volver a contar con ellos, aunque por el momento se desconoce cuándo se podrían incorporar otra vez o cuántos efectivos serán necesarios.

Un intenso trabajo que llega, además, en plena época estival. Los profesionales de cada ambulatorio se organizan "como pueden" a la hora de coger las vacaciones, añade Martínez. Por su parte, el presidente de la Samfyc destaca que en su centro intentan que sean periodos cortos, de una o dos semanas, porque "la agenda se reduce y los pacientes citados se reparten entre los que están". Desde el sindicato médico Fasamet apuntan que "algunos centros se ven obligados a cerrar consultas, porque es imposible afrontar las bajas laborales, las jubilaciones sin cubrir y las vacaciones. Con el cansancio acumulado hay que garantizar el descanso del profesional". La presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria, Teresa Cenarro, subraya que "la presión es muy alta porque a la práctica normalidad que ya se había establecido se une esta ola con una incidencia muy elevada que nadie esperaba". Agradece el "gran trabajo y dedicación" de los profesionales, a pesar de la falta de personal, que obliga a los trabajadores a "doblar e incluso triplicar consultas". Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza, su presidenta, Teresa Tolosana, recuerda también que se está haciendo un esfuerzo extra por parte del personal "para llegar a todo", incluso alargando las jornadas de trabajo. El limitar los periodos vacacionales, subraya, es algo habitual: "Los profesionales eligen quincenas preferenciales para evitar dejar los centros de salud vacíos". Una opinión que comparte con Mayte Clares, vocal de Atención Primaria del Colegio de Enfermería, quien afirma que la peculiaridad de esta sexta ola es que "al aumentar los contactos se multiplica de manera exponencial la realización de pruebas PCR. A este trabajo se suma la vacunación, que no para, y toda la atención habitual. Es mucho más trabajo". También se añade a esta lista el seguimiento de las personas que están en aislamiento. En este sentido, según adelanta Luis Miguel García, el protocolo actual que exime de la cuarentena a quienes tienen ya la pauta completa de la vacuna podría cambiar. Tolosana indica al mismo tiempo que, a día de hoy, "no hay una orden expresa de anular la planificación de vacaciones ya hecha". Para Pilar Navaz, secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería Satse, "lo que ocurre es que la hospitalización por covid está subiendo y es preocupante. En los centros de salud están desbordados. Todos estamos recabando información y en estado de alerta".

Presencialidad

La pediatra Teresa Cenarro reconoce que "no sería deseable tener que volver a limitar la presencialidad" en Atención Primaria pero considera que es preciso que "cuando un paciente tenga síntomas compatibles con coronavirus no se presente en el centro de salud sino que avise telefónicamente. Hay que evitar poner en riesgo a los demás".

Respecto a la presencialidad total que se comenzó a recuperar antes del verano en Atención Primaria, los profesionales alertan de que hay incidencias con la ‘app’ de la plataforma Salud Informa: "Hay quienes piensan que les vamos a llamar y no acuden a la consulta", porque no saben si la cita es telefónica o en persona, explica el responsable de Samfyc. "Cuando anunciaron el plan para retomar la presencialidad creímos que no era oportuno, al coincidir con el periodo estival y con que la ‘app’ no funciona todavía de forma correcta. ¿Era el mejor momento? No", subraya la delegada sindical de Fasamet.

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