Ferrocarril y autovías, retos de la nueva ministra de Transportes en Aragón
El corredor Cantábrico-Mediterráneo y la A-68, dos de las obras a las que tendrá que hacer frente Raquel Sánchez. En Huesca hacen falta al menos 380 millones para acabar la A-21 y la A-23, que empezaron a construirse hace 20 años.
La nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, tiene en Aragón un auténtico desafío en materia de comunicaciones. Aunque en los últimos años ha dado un importante empujón a las obras de las autovías del Pirineo (A-23 y A-21) con el final del desdoblamiento del puerto de Monrepós y la apertura de dos tramos entre Jaca y Puente La Reina, sigue pendiente la ejecución de 40 kilómetros, casi un tercio de todo el eje Huesca-Jaca-Pamplona (130 km).
La construcción de las dos autovías del Pirineo arrancaron hace 20 años, pero aún quedan por invertir unos 380 millones de euros para acabar las dos obras que están en marcha y los tramos que todavía no están licitados. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 solo contemplan 32 millones. A este ritmo, pasarán todavía unos años para solucionar el cuello de botella que se forma al pie de Monrepós en la temporada de esquí y en otros momentos de intenso tráfico.
Los Presupuestos Generales del Estado vigentes también se olvidaron de los 14 kilómetros de Eje Pirenaico entre Balupor y Fiscal, un auténtico embudo que lleva dos décadas atascado. Otra de las cuentas pendientes es la autovía A-14 o de la Ribagorza. De los 95 km trazados solo se han desdoblado 16, todos en la provincia de Lérida. En esta misma zona, hace solo mes y medio que el Ministerio enfrió las expectativas de los alcaldes, empresarios y vecinos de Valle de Benasque sobre la construcción del túnel del Ventamillo, en la N-260, donde se terminan de acondicionar 12 km entre Campo y Seria.
Por otro lado, la puesta en servicio del tramo Huesca-Siétamo, el único que queda para completar las A-22 entre la capital oscense se Lérida se retrasará más de un años. La obra se inició en 2018 y tenía que estar terminada en septiembre de 2021, pero ha sido necesario un modificado que supondrá un año más de espera.
Hace 17 que se empezó. Para la variante sur de Huesca, 20 km que unirán la A-23 con la A-22 tampoco hay fecha de inicio.
El Ministerio tiene además, un gran cuenta pendiente más allá de la frontera. La reapertura del Canfranc. Recientemente, se ha autorizado la renovación del primero de los tramos de los 80 km que quedan por mejorar para poder recuperar esta conexión ferroviaria con Francia. El horizonte para acabar esta modernización se ha fijado a finales de 2023. Después quedará la adaptación del túnel de Somport.
En Teruel, una de las infraestructuras más demandadas, el corredor Cantábrico-Mediterráneo de altas prestaciones y doble vía electrificada para viajeros y mercancías entre Zaragoza, Teruel y Valencia, lleva diez años en trámites, sin que aún se haya puesto la primera traviesa. José Luis Ábalos retomó los estudios informativos del tramo Teruel-Zaragoza, que se había perdido, y del Teruel-Valencia, que se dejó caducar, pero los agentes sociales exigen que "de una vez por todas" esta línea ferroviaria que dinamizaría la economía de Aragón "sea una realidad".
Otro de los ejes de comunicación que preocupan en Aragón es la A-68 entre Zaragoza y Vinaroz (Castellón) a través de Alcañiz. Aunque más adelantada que el Cantábrico-Mediterráneo, esta autovía que aprovecha el corredor de salida al Mediterráneo para Aragón, va muy lento. La A-40, que uniría Lisboa con el Mediterráneo a través de Aragón, es otro de los ejes considerados prioritarios para la Comunidad.
"Es el momento de dejar de hablar y pasar a los hechos", subrayó ayer el secretario de UGT en Teruel, Alejo Galve, quien afirmó que la falta de vías de comunicación "deja a muchas zonas de Aragón olvidadas y convertidas en un desierto". El sindicalista reclamó más atención para el medio rural, "que se ha revelado como un gran potencial turístico en época de pandemia".
Pilar Buj, líder de CC. OO. en Teruel, señaló que la nueva responsable de la cartera de Transportes "tiene ante sí la obligación de cumplir los mismos compromisos que adquirió Ábalos con Aragón". Afirmó que Raquel Sánchez "no puede seguir apostando por dos Españas tan diferentes, una bien comunicada y la otra aislada".
