coronavirus

Los expertos creen necesario que se recuperen algunas medidas preventivas

Consideran que no se debería haber bajado de fase y que quitar la mascarilla en el exterior ha precipitado la situación.

Primer día sin mascarilla obligatoria en exteriores en Zaragoza.
Primer día sin mascarilla obligatoria en exteriores en Zaragoza.
Toni Galán

La decisión del Gobierno de Aragón de que la Comunidad regrese a un nivel de alerta 2 modulado fue bien recibida por los expertos consultados, quienes reconocieron que la determinación de eliminar el uso de la mascarilla en el exterior se tomó "demasiado pronto", al igual que relajar ciertas restricciones de aforos y horarios hace menos de una semana. "Las nuevas medidas me parecen correctísimas porque en sí que se ha abierto la mano, la gente se ha desmadrado", declaró el neumólogo Antonio Caballero, quien incidió en que se ha hecho una interpretación "incorrecta" de cuándo no llevar la mascarilla: "Yo era partidario de quitarla al aire libre y con distancia, pero ahora la volvería a poner".

Esta visión la compartió Inma Cuesta, secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas y miembro del grupo de trabajo que elabora la Estrategia de Vacunación del Ministerio de Sanidad: "Quizás se hayan precipitado al quitar la mascarilla, aunque hay gente que la sigue llevando. El problema es que no se ha mantenido el distanciamiento social". Para la ministra de Sanidad, Carolina Darias, esta decisión no fue "precipitada", aunque reconoció que hay que hacer "más pedagogía" porque "hay gente que no la está utilizando cuando tampoco guarda la distancia".

Respecto al impacto en la población joven, Cuesta consideró que no se les debería "criminalizar", puesto que "no todos lo hacen mal". No obstante, ve necesario concienciarlos de los riesgos. "Ahora les toca arrimar el hombro y se tienen que vacunar", declaró ante la decisión del Ejecutivo aragonés de adelantar la inmunización de los que cumplen entre 18 y 21 años este 2020. "Han estado yendo al instituto y la universidad sin apenas contagios, pero cuando se han salido de ese entorno con las medidas de prevención, se ha producido este rebrote", apuntó.

Desde su punto de vista, las nuevas medidas –como la reducción de horarios y aforos en la hostelería y el ocio nocturno– suponen una "pequeña vuelta de tuerca" para controlar una situación que, de otro modo, "se nos iría de las manos". En este sentido, el epidemiólogo veterinario Nacho de Blas recalcó que habrá que esperar al menos una semana para conocer el impacto de las restricciones y confiar en que "no siga aumentando la incidencia en otros grupos y no se acelere el incremento de los hospitalizados".

Aumento de los riesgos

"La situación no estaba para abandonar el uso de la mascarilla y los eventos multitudinarios han favorecido a la transmisión", criticó José Ángel Carretero, jefe del servicio de Neumología del Royo Villanova. En este sentido, señaló que no son los jóvenes los que favorecen la transmisión sino el tipo de eventos que están permitidos;por lo que consideró que los espacios interiores en los que no se cumplan las medidas de ventilación y de distancias "no deberían habilitarse".

Además, recordó que las variantes que ahora mismo copan los contagios en Aragón –británica y delta– son "más contagiosas", lo que provoca que en los rastreos se encuentren "más afectados" y, por ende, crezca "la transmisión". A consecuencia de estas situaciones de riesgo, en los hospitales se está produciendo algún ingreso de paciente joven con neumonía y "estamos a expensas de ver si afectará a personas no inmunizadas de mayor edad" y también a aquellos vacunados que no han alcanzado la inmunidad. "La población tiene que tener claro que el virus se transmite por aerosoles y que estos son muy difíciles de controlar", recalcó, al tiempo que lamentó que las decisiones políticas siempre van "por detrás del avance del virus".

En una línea similar se pronunció De Blas al considerar que se "pecó de optimismo" al bajar de nivel de alerta, cuando los contagios estaban comenzando una "evolución creciente". "El incremento de la incidencia en el grupo de 15 a 24 años es exageradamente acelerado y un buen ejemplo de lo que ocurre cuando se dejan de lado todas las medidas protectoras de manera casi simultánea, como son las mascarillas, distancia social, aforos y horarios", apuntó el profesor de la Universidad de Zaragoza.

Respecto al adelanto de la vacunación de los más jóvenes, no cree que vaya a ser "demasiado efectiva", además, mostró sus dudas sobre los efectos contrarios que pueda tener: "Me preocupa que una primera dosis en estos grupos reduzca todavía más la percepción de riesgo que tienen y les invite a asumir mayores riesgos".

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