El aumento de casos retrasa hasta finales de mes la decisión sobre las fiestas patronales en Aragón

La DGA y los alcaldes decidirán qué hacer "a finales de julio o principios de agosto".

Javier Lambán y Mayte Pérez escuchan a Sira Repollés y Francisco Javier Falo.
Javier Lambán y Mayte Pérez escuchan a Sira Repollés y Francisco Javier Falo.
Heraldo

El repunte de casos ha obligado a retrasar hasta finales de mes o principios de agosto la decisión sobre el futuro de las fiestas patronales, suspendidas hasta el 1 de septiembre. El Consejo Local de Aragón, ampliado a las diputaciones provinciales y los ayuntamientos de las tres capitales, tendría que haber decidido ayer si levantaba el veto o mantenía las restricciones.

El avance de la vacunación, el salto al nivel 1 de alerta y el descenso de los ingresos hospitalarios parecían apuntar a la primera opción. Tanto es así que partidos como Ciudadanos instaron a mediados de junio a permitir los festejos antes del 31 de agosto, criticando incluso que se legislase "con tres meses de antelación". No obstante, el vuelco vivido en la última semana ha obligado a extremar la precaución y a hacer un nuevo llamamiento a la prudencia para evitar que las ‘no fiestas’ disparen los contagios en Aragón.

La situación es "de alerta", ya que cualquier aglomeración podría provocar un nuevo rebrote, sobre todo ahora que se han confirmado los primeros nueve casos de la variante delta en la Comunidad. Los alcaldes son conscientes de que, si el escenario empeora, podrían ser necesarias nuevas restricciones.

Por este motivo, el Gobierno aragonés esperará al menos tres semanas más. Aunque citas tan importantes como La Vaquilla ya están suspendidas, otras, como las fiestas del Pilar, siguen sujetas a la evolución sanitaria. Lo mismo ocurre con los municipios que celebran sus días grandes en la recta final del año.

El giro que ha tomado la pandemia es "bastante fuerte y negativo", en palabras del presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, Luis Zubieta. "Desde la Federación siempre hemos animado a programar actividades controladas y aforadas, pero con todo lo que ha pasado surge una lógica preocupación. Hay que evitar cualquier acto que pueda generar concentraciones", aseveró.

Fueron la propia consejera de Sanidad, Sira Repollés, y el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, quienes trasladaron a los alcaldes la difícil situación que vive en estos momentos la Comunidad. El consejo, presidido por Javier Lambán, sirvió también para "unificar criterios" y evitar que unos pueblos se queden a cero y otros programen actividades que generen un ‘efecto llamada’. Zubieta, también alcalde de Zuera, explicó que, en su caso, las fiestas están "suspendidas" y no hay actos previstos, un modelo que, mientras no haya cambios, tendrá que replicarse forzosamente en el resto del territorio.

Para el PP, no obstante, este es un ejemplo más de la "improvisación absoluta" del Gobierno aragonés. A juicio de Mar Vaquero, el Ejecutivo "ha generado incertidumbre e inseguridad en los equipos de gobierno local", ya que "no tuvo en cuenta los posibles escenarios y volvió a equivocarse al analizar la situación".

Aludió, en este sentido, a la obligación de la DGA de "informar inequívocamente de las recomendaciones y condiciones específicas para celebrar espectáculos taurinos y pirotécnicos". Sin embargo, desde Presidencia recalcaron que "las actividades en recinto cerrado, tanto al aire libre como bajo techo, tienen perfectamente regulados los límites de aforo" y que en aquellos actos en los que no se puede controlar ya se acordó que, en la medida de lo posible, no se celebrasen.

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