El Corredor Biológico Mundial invita a 300 municipios aragoneses a unirse a este proyecto

“Crear un cinturón ecológico alrededor de nuestro planeta”. Ese es el principal objetivo del Corredor Biológico Mundial, un proyecto auspiciado por expertos y organizaciones medioambientes, que pretende unir las superficies naturales singulares para salvaguardarlas, y que ya cuenta en Aragón con dos municipios adheridos a la iniciativa: el oscense Aínsa-Sobrarbe y el turolense Camarena de la Sierra.

“Hemos enviado la invitación para incorporarse a este proyecto a 300 municipios de Aragón, por su alto valor ecológico, pero, por el momento, solo dos han aceptado”, explica Jorge Extramiana, presidente del comité internacional del Corredor Biológico Mundial. “La adhesión no supone ningún coste, sin embargo, mientras algunos han contestado negativamente; otros nos han pedido concertar una videoconferencia para conocer más sobre el proyecto y así tomar una decisión. Además, sabemos que algunas localidades son muy pequeñas y, como es un tema que se debe llevar a pleno, el trámite puede tardar algunos unos meses”.

“A nosotros nos pareció una muy buena idea”, asegura Enrique Pueyo, alcalde de Aínsa-Sobrarbe, el primer municipio aragonés en incorporarse al proyecto. “Nuestra fuente de riqueza emana de nuestro patrimonio natural y nuestra intención es preservarlo y ponerlo en valor. Por eso, la adhesión al Corredor Biológico Mundial se acordó en pleno por unanimidad”, anota el mismo. “Nosotros tenemos una gran suerte y debemos ser conscientes de la importancia que tiene el cuidar de nuestra biodiversidad. De hecho, ya estamos trabajando en promocionar la Red Natura 2000, puesto que el 17% de Aínsa-Sobrarbe está considerado como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y un 24% posee Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y muchos no saben qué significa. Conocer el territorio ayuda no solo a dar una mayor visibilidad e importancia, sino que además se fomenta el cuidado de estas zonas. Por eso, el Corredor Biológico Mundial pensamos que es una oportunidad darlo a conocer, para ganar visibilidad internacional, y también para enterarnos de otras iniciativas que nos ayuden, a su vez, a preservar nuestro territorio”.

Una opinión que también comparte Francisco Narro, alcalde de Camarena de la Sierra: “Es una forma de promocionar nuestra zona internacionalmente sin ningún coste. Y es que nosotros creemos que nuestro municipio es un diamante en bruto. Tenemos enclaves singulares, árboles monumentales, nieve, caza o pesca, pero, sobre todo, destacan nuestros montes y el agua. Contamos con más de cien fuentes en nuestro término”.

Salvaguardar el territorio es otra de las razones por las que este municipio turolense decidió aprobar en pleno por mayoría la adhesión al Corredor Biológico Mundial: “Nuestra naturaleza nos hace un municipio especial y, por ese motivo, siempre hemos trabajado en el respeto al medio ambiente”, detalla Narro. “De hecho, creemos que vamos a ser el primer municipio de Aragón en prohibir los quads y motos de trial por nuestro término municipal para uso recreativo, porque crean contaminación acústica y dañan el terreno”.

“Desde el Corredor Biológico Mundial esperamos que se unan más municipios, no solo de Aragón, sino del resto del mundo. Pretendemos trazar un amplio recorrido biológico, por tierra, mar y aire, que recorra los cinco continentes”, detalla Extramiana. “Y es que creemos que la mejor forma de preservar es conocer el alto valor ecológico que tiene la zona. Por este motivo, ayudaremos, por ejemplo, con la creación de senderos, siempre de forma sostenible, a los municipios que se vayan adhiriendo y que así lo necesiten. Al fin y al cabo, la mejor manera de que las personas se mentalicen en cuidar el planeta y la biodiversidad es pudiendo conocer el territorio en primera persona, conociendo cada pueblo, su cultura y su increíble naturaleza”.