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Los refugios del virus en Aragón: "Quienes rechazan la vacuna hacen que aumente la propagación"

Los profesionales sanitarios de las zonas en las que se siguen detectando casos apuntan que son brotes controlados y limitados a hogares concretos.

El centro de salud Delicias Sur atiende de forma presencial a unas 800 personas al día.
Análisis de PCR en el centro de salud Delicias Sur de Zaragoza.
José Miguel Marco

En un contexto de descenso general del número de casos en Aragón, varios puntos sirven aún de refugio a la pandemia. Aunque muy lejos de los repuntes vividos hace unos meses, varias localidades o zonas básicas de salud registran estos días un pico de nuevos casos, a pesar de que la tendencia general en la Comunidad es de retroceso en la transmisión.

Desde el Salud ya apuntaron la semana pasada que en algunos casos estos contagios se han debido a las fiestas de final de curso de los estudiantes, que además aún están sin vacunar. Teruel o Cuarte de Huerva son algunas de las localidades que han podido sufrir rebrotes de este tipo. Sin embargo, los profesionales sanitarios de otros puntos de Aragón ven que la mayoría de los casos proceden de contagios en el ámbito familiar. Eso sí, todos coinciden en el beneficioso efecto que está teniendo la vacunación.

En la zona básica de salud de Casetas es, después de Teruel Centro, la que más casos ha notificado en Aragón en las dos últimas semanas (48). Blanca Ainaga, enfermera del centro de salud, señala que “no se debe a nada concreto”, ya que no ha habido contagios “en bodas, bautizos o fiestas”, como tuvieron el verano pasado. “Es difícil encontrar el origen, pero generalmente son contagios de familias enteras, que han quedado con otros familiares para tomar algo o se han visto en alguna casa”, explica.

Esta enfermera apunta que “la vacuna se nota”, porque “de más de 60 años hay muchos menos contagios”. “Entre los vacunados se nota que hay muchísimos menos casos, por no decir casi ninguno”, insiste. La enfermedad que se están encontrando es “generalmente leve”, ya que últimamente no han tenido que mandar a nadie al hospital. “Los brotes se descubren porque alguno saca un poco de fiebre, y tirando del rastreo salen el resto”, cuenta.

“Si entra un contagiado en casa y hay vacunados, la transmisión se corta”

Pese al repunte de las últimas semanas, Ainaga incide en que la situación no es comparable a otros momentos de la pandemia: “Ahora estamos haciendo 10 o 15 PCR al día, cuando el verano pasado teníamos 80 o 90”.

La zona básica de Campo de Belchite es estos días la que sufre una incidencia acumulada más alta de Aragón, con 20 casos en dos semanas -una cifra muy elevada para la población que atiende-. Eva Trillo, coordinadora del centro, cuenta que se trata de un brote muy localizado en la comunidad rumana de la localidad. “Tienen relaciones muy estrechas y se ha propagado rápidamente entre ellos”, apunta. Los contagios han entrado en varios hogares, al parecer a raíz de alguna celebración familiar: “Hay algún compañero de trabajo que se ha contagiado, pero fundamentalmente ha afectado a estas familias concretas”, recalca.

En este caso, han detectado que varios pacientes afectados de más de 55 años habían rechazado la vacuna y se han contagiado, lo que ha hecho que “la propagación sea mayor”. “Esperamos que esto sirva para recalcar que desgraciadamente vemos repuntes en personas que no han recibido la vacuna, por lo que vacunarse es una responsabilidad de la población”, señala Trillo.

Cerca de Belchite, en la zona básica de salud de Fuentes de Ebro, también están viviendo un pequeño repunte, con 29 nuevos casos en las últimas dos semanas. Laura Salvador, rastreadora del centro, señala que “se deben más a reuniones familiares que sociales”. “En Quinto ha habido casos de familias que se han juntado y el virus ha ido a una casa, a otra y a otra. Y en Fuentes, algo parecido”, apunta. En cuanto a los jóvenes, no se han registrado contagios por fiestas, aunque sí en los preparativos de las mismas: “Estuvieron preparando la gala de final de curso sin mascarilla y alguno se ha contagiado”.

“En una familia de 8 o 9 personas, la única que no se contagió fue la abuela”, ejemplifican en el centro de salud de Fuentes de Ebro

En estos casos, el efecto de la vacunación está siendo claro, ya que -según apunta Salvador- “últimamente no hay casos entre personas mayores”. “En una familia de 8 o 9 personas, la única que no se contagió fue la abuela”, ejemplifica. También recalca que los casos son más leves, y que solo ha habido en los últimos tiempos dos ingresos, pero que fueron dados de alta en el mismo día o al siguiente.

Beatriz Sánchez, enfermera del centro de salud Amparo Poch de Zaragoza (Actur Oeste), coincide en que los nuevos casos que están detectando son “contagios familiares” en los que “es difícil encontrar el caso índice”. Sobre el efecto de la vacunación, cuenta que “si entra un contagiado en casa y hay vacunados, la transmisión se corta”. “Y las pocas personas vacunadas que se contagian, parece que no transmiten”, cuenta en base a su experiencia en el rastreo.

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