A mis hijos no les han mandado deberes para el verano, ¿qué hago?

Los profesores abogan por las actividades al aire libre que complementen la teoría y por tareas que se incorporen a la rutina, no por obligación.

Los niños deben continuar con las tareas escolares en casa, pero con un horario flexible.
Los niños deben continuar con las tareas escolares en casa, pero con un horario flexible.
Pixabay

Para muchos niños este viernes es el último día de clase, una mañana de despedidas entre los compañeros, profesores, personal de los centros… y, en algunos casos también de los libros. El final del curso ha llegado, un curso que ha sido atípico, aunque diferente al pasado. Ahora es el turno de las vacaciones.

"El verano es un tiempo de descanso, cuando se deben recoger los frutos de todo el curso". Ese es el planteamiento que expone Diego Arroyo, asesor de formación e innovación del profesorado de la unidad de programas educativos del servicio provincial de Zaragoza de Educación. Arroyo sostiene que las tareas del verano se deben "orientar a la vida cotidiana con recursos jugables, siempre y cuando no necesite un refuerzo educativo". La lectura es una de las actividades que Arroyo pone sobre la mesa y lo califica como "fundamental", e incide en el cómic. "Desde algunos colegios se les invita a escribir un diario, lo que fomenta la escritura, pero que se tiene que vivir como una rutina, no como una obligación. Debe ser algo abierto en el espacio y tiempo", añade.

También están los recursos digitales, como el 'visual thinking' –pensamiento visual-. "Aplicaciones hay muchas, el tema es cómo aplicarlas y el uso responsable", agrega el asesor. Esta tendencia ha provocado que algunas librerías aprecien un descenso de las ventas de los cuadernos de verano convencionales.

"Este año no está para mandar demasiados deberes"

"Este año no está para mandar demasiados deberes", indica Ángel Martínez, profesor de los grados de Educación de la Universidad San Jorge de Zaragoza. Este docente, que también imparte clase en el Colegio Cristo Rey Escolapios de la capital aragonesa, explica que este curso se han reducido las actividades culturales, como las excursiones, dadas las restricciones a causa de la pandemia. Por esta razón propone que una alternativa sería que las familias aprovecharan el verano para ir a los lugares que complementen la teoría. "Por ejemplo, si a los niños les tocaba ir a una granja escuela, que este verano vayan con los padres a una, o al Castillo de Loarre, pero que lo hagan con el cuaderno para que la visita sirva para afianzar lo aprendido en el aula", explica Martínez. Esta opción se podría aplicar a todos los niveles y en la que también coincide Arroyo.

A pesar de esta propuesta, Martínez aclara la idea de que las familias no tienen que enseñar en casa lo que no ha dado tiempo a dar en el colegio y que, además, el verano es un tiempo de más ocio. "Es necesario relacionarse con los demás y disfrutar del verano", apoya este profesor escolar y universitario.

Algunos de los cuadernos de verano y libros que se pueden encontrar en las librerías.
Algunos de los cuadernos de verano y libros que se pueden encontrar en las librerías.
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Cuadernos de verano

A las librerías ya han llegado los primeros padres en busca de tarea para sus hijos, aunque esperan el fuerte a principios de julio, ya que los primeros días de vacaciones los dejan de descanso. La lectura es la opción que más cotejan los padres. Los cómics o los libros divulgativos que abordan temáticas que posteriormente se tratarán como proyectos en clase son algunos de los ejemplos que muestran en la librería Proa Fontibre de Zaragoza. "Los de 'Huellas y señales', enfocados al medio ambiente, se venden muy bien ya que el verano es un tiempo en el que las familias aprovechan para salir a la naturaleza. Además, la lectura de los niños de Infantil se cuida también mucho", concretan en la misma librería. Amanda Black o Futbolísimos son éxitos de las estanterías.

"De actividades los que mejor se venden son los Puente, de la editorial Edarca, que van de 1º a 6º de Primaria. Los recomiendan muchos colegios, para los niños son atractivos porque tienen muchos colores y para los padres también puesto que llevan soluciones", cuentan desde la librería Proa Fontibre. "Se suelen llevar la pareja, el de lengua y de matemáticas", añaden. Vicens Vives o SM son también parte de la oferta de las librerías y los que más llaman la atención de los pequeños de la casa. "Están los de Santillana, pero son más densos", consideran. Se dividen por cursos y se puede elegir la opción general –de todas las asignaturas- o la específica –solo de la materia que tenga que repasar-. "Tenemos desde los dos años, que suelen ser para hermanos pequeños. Si el mayor hace deberes, él también", señalan con un ejemplo en la mano. A estos se suman los que tienen como protagonista un personaje conocido, como Isadora Moon. Las familias se suelen llevar el cuaderno puente y el que los niños elijan: "Son ellos los que toman la iniciativa".

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