Un hospital de Vigo recibirá la comida desde Zaragoza debido al cierre por obras de su cocina

La medida se mantendrá al menos durante dos meses.

El Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde se han secuenciado las muestras de los tripulantes que dieron positivo.
El Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
ALFONSO LUBIAN

La comida que los pacientes del hospital Álvaro Cunqueiro ingieren viajará a Vigo en camiones desde Zaragoza durante al menos dos meses a causa de las obras que hay que acometer en el suelo de la cocina de las instalaciones hospitalarias, lo cual demuestra, según la Confederación Intersindical Galega CIG, la solidez de sus denuncias sobre los recortes en la calidad constructiva del centro. "Queremos exigir una explicación pública", ha dicho el secretario comarcal de la CIG de Vigo, Alberto Gonçalves, en un comunicado en el que denuncia "la irresponsabilidad de la Xunta de Galicia por dejar en manos de fondos de inversión buitre el cuidado de la salud de todos nosotros".

Recuerda el sindicato que el centro es propiedad de una sociedad concesionaria que se encargó de elaborar el proyecto, construir el hospital y gestionar los servicios no sanitarios, y que suya es la decisión de cerrar la cocina.

La CIG subraya que tan solo han pasado cinco años desde que se inauguró el hospital y ya se presenta un problema como este, sobre el que "el Sergas calla y no asume su responsabilidad sobre lo que esta medida puede ocasionar en la calidad del servicio que se presta a los pacientes hospitalizados". 

En este sentido, la CIG señala que el modelo de “colaboración público-privado” utilizado por el Partido Popular para financiar, construir y gestionar este hospital ya había demostrado su capacidad de generar problemas, tanto de eficiencia económica como de capacidad de gestión. “La prueba es el abandono del propio PP del proyecto de creación de un hospital con el mismo modelo en Monte Carrasco, Pontevedra”.

De hecho, el cambio de proyecto en Vigo de hospital 100% público a hospital propiedad de una sociedad privada tuvo como consecuencia, entre otras, "la merma del tamaño del proyecto y la pérdida de calidad de la construcción para facilitar los beneficios de los accionistas de la empresa concesionaria".

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