La huella de Aragón en el Memorial de las Víctimas del Terrorismo

El museo contiene, entre otros objetos, la jamba del armario donde estuvo secuestrado Publio Cordón, fotografías del atentado a la casa cuartel de Zaragoza y un vídeo familiar de Manuel Giménez Abad.

Combo de fotos de la casa cuartel de Zaragoza en 1987, la carta de Cordón que mandó a su madre en el secuestro y de un vídeo de Giménez Abad con sus hijos en el Pirineo
Combo de fotos de la casa cuartel de Zaragoza en 1987, la carta de Cordón que mandó a su madre en el secuestro y de un vídeo de Giménez Abad con sus hijos en el Pirineo
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"El Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria debería acoger numerosas visitas de colegios para que los chavales no olviden la realidad que sufrimos", propone Manuel Giménez Larraz, hijo del presidente del PP Aragón, Manuel Giménez Abad, asesinado por ETA en 2001. Él mismo recorrió el centro inaugurado esta semana por los Reyes de España y pudo comprobar que la huella de su padre está presente junto a la de otros atentados en Aragón en una exposición que combina la narración histórica y pedagógica con las experiencias emocionales y las vivencias personales de las víctimas.

El visitante puede contemplar, por ejemplo, unas imágenes familiares, en las que Manuel Giménez aparece con su progenitor y su hermano Borja en los Pirineos. Se hallan en la última sala del recorrido, bajo el título ‘La voz de las víctimas’. El vídeo, que se utilizó para el documental ‘El último paseo’ (Factoría), es uno de los 15 relatos personales reunidos en este espacio. "Es uno de los lugares donde la gente más se conmueve, porque transmite cómo eran esas vidas cotidianas que quedaron sesgadas injustamente", cuenta Raúl López, comisario de la exposición permanente.

Otro de los testimonios audiovisuales es el de Pilar Muro, viuda de Publio Cordón. Acudió al museo el pasado noviembre a entregar un fragmento de la jamba del armario donde estuvo secuestrado el empresario zaragozano por los Grapo en una casa de Lyon (Francia). En él se pueden ver dónde marcó las dos semanas y un día que estuvo en esta vivienda privado de libertad. Al lado se encuentra la carta que escribió a su madre, Benita Munilla, durante su cautiverio. «Sé que sufres mucho, que rezas mucho, pero esto también pasará, esto es consecuencia del premio al esfuerzo, pero no lo vemos en el afán de trabajar y crecer. Ahora, y ya hace algún tiempo, que me di cuenta, pero en la vida no hay marcha atrás. Siempre sigue, pero todo acabará bien y como una experiencia más».

Estos dos objetos personales se exhiben en una vitrina dedicada a los secuestros en el área de la ‘Historia del terrorismo’: el de ETA, los Grapo, el GAL y el yihadismo además de los del DRIL, anarquistas y FRAP. Es un recorrido que parte de 1960 y llega hasta la actualidad. Se divide en tres etapas: dictadura franquista, transición y democracia. Se inicia con una fotografía del atentado a la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987. Fue uno de los "más sangrientos" perpetrados por la banda, recuerda López, cuando a mediados de los 80 ETA introdujo los coches bomba, con los que sembró el terror.

Sobrecoge el rincón dedicado a los ‘ataúdes blancos’, la proyección de los retratos de los 35 niños fallecidos en atentados terroristas. Entre los 21 asesinados por ETA están las gemelas de 3 años Miriam y Esther Barrera y su primo Ángel Alcaraz, de 17, que perdieron la vida en la casa cuartel.

Giménez Larraz reconoce que se sorprendió al ver a su padre en la fotografía que se incluye de la manifestación por la libertad de Publio Cordón en la plaza del Pilar al lado de sus hijas y de su mujer. O la imagen de la hermana mayor de su abuela, que era esposa del general Juan Atarés Peña, de la Guardia Civil, que fue asesinado en 1985 en Pamplona.

Un banco de la memoria

La exposición permanente, distribuida en seis salas, cuenta con 220 piezas y 25 audiovisuales. El director del Memorial, Florencio Domínguez, explica que se ha incluido una base de datos de las 1.100 víctimas. Entre ellas al menos 34 son de Aragón. Figuran los del atentado de la casa cuartel Pascual Grasa, José María Pino, Emilio José Capilla, Rosa Alcaraz y Juan José Barrera, Beatriz Sánchez, Pilar Ballarín y los dos guardias civiles de Sallent de Gállego, entre otros. Contiene también grabaciones como el aviso de una bomba en el aeropuerto de Zaragoza (16-6-2005) y contra una central eléctrica aragonesa (27-9-2005). El Memorial informa, conmueve y rinde homenaje a las víctimas. Una forma de aprender y recordar una barbarie para que jamás vuelva a repetirse en nuestra sociedad.

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