Los expertos piden que solo se relaje el uso de mascarilla si se baja de 25 casos cada 100.000 habitantes

Consideran que tiene que haber un mayor nivel de vacunación. Discrepan sobre si debe ser una medida generalizada.

El posible final de la mascarilla en exteriores a partir de julio ha abierto un debate entre expertos, políticos y ciudadanos
El posible final de la mascarilla en exteriores a partir de julio ha abierto un debate entre expertos, políticos y ciudadanos
Oliver Duch

La desescalada de la mascarilla se acerca al menos para los espacios exteriores. La Comisión de Salud Pública y el Consejo Interterritorial del Sistena Nacional de Salud serán los que decidan, y no el Gobierno, eliminar su uso. Así lo anunció este martes la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien aseguró que la normativa que obliga a su uso solo será modificada cuando así lo determine "el criterio de los expertos" en función del nivel de inmunización que haya alcanzado la población.

El catedrático en Veterinaria, Juan José Badiola, y el profesor de la Universidad de Zaragoza, Nacho de Blas, coincidieron en que antes de poner una fecha para deshacerse de ellas hay que definir "los criterios epidemiológicos" a partir de los cuales el riesgo de transmisión comunitaria es lo suficientemente reducido para asumirlo. De Blas abogó por la cautela y por no aventurar ninguna fecha. En su opinión, la situación propicia para dejar de usarlas en lugares abiertos sería con una incidencia a siete días de 25 casos por 100.000 habitantes y una vacunación con pauta completa de, como mínimo, el 40%. "Necesitamos evidencias científicas del riesgo que asumimos y no las tenemos", aseguró.

Acerca de cómo hacerlo, De Blas entiende que no se debe dejar de usar de un día para otro en todos los sitios igual. "No todo puedo ser blanco o negro, espero que mucha gente sea precavida y cuando se levante la prohibición la siga utilizando en lugares donde puede haber aglomeraciones, en una calle muy transitada, en una zona de compras o en una terraza con mucha gente", apuntó.

"Necesitamos evidencias científicas del riesgo que asumimos y no las tenemos"

Una opinión que compartió Badiola, para quien el ansia por librarse de las mascarillas convive "con los adeptos que ha ganado, por ejemplo entre los alérgicos". Una incidencia a una semana de 25 casos le parece "adecuada" siempre y cuando exista cierto nivel de inmunización hasta los 40 años "que es una edad peligrosa".

Hoy por hoy, Aragón está lejos de cumplir estos parámetros. Badiola se mostró optimista ante un mes de junio "colchón" en el que habrá que ver la evolución de la pandemia.

¿Está Aragón preparado para dejar de usar las mascarillas en exteriores, tal y como dijo Simón?

Otro debate que se plantea es si la mascarilla tiene que dejar de ser obligatoria en todas las comunidades al mismo tiempo. "Sería un agravio comparativo que el que ha estado haciendo dieta y los deberes, como Valencia o Baleares, para recibir a los turistas tenga la misma nota que el resto. Esto es un examen que hay que aprobar", argumentó De Blas. Por el contrario, Badiola se mostró más partidario de "armonizarlo en la medida que se pueda" para evitar "problemas de tipo práctico ante la gran movilidad que va a haber este verano".

Por su parte, el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, señaló en ‘Aragón Radio’ que si continúa el descenso de casos y hay una "situación de transmisión asumible" y "cada vez más gente vacunada" parece "razonable" que se dejen de llevar en el exterior. No obstante, añadió que tendría sentido "mantenerla" cuando haya concentraciones de gente o se tengan síntomas de algún tipo "por las razones que sean".

Mientras, a pie de calle, unos ciudadanos se impacientan y otros se muestran más prudentes y optan por aguantar un poco más.

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