Heraldo del Campo

Agricultura

Asaja prevé un descenso de 550.000 toneladas en la cosecha de cereal en Aragón

Según las estimaciones de la organización agraria, la falta de lluvia reducirá un 21% la producción respecto a la histórica campaña de 2020.

Situación de un campo de cebada en Huesca, este miércoles.
Situación de un campo de cebada en Huesca, este miércoles.
Asaja Aragon

Quedan apenas unas semanas para que comience la recolección del cereal de invierno en Aragón y las primeras estimaciones apuntan a un producción menor que la del pasado año, calificada como "la mejor cosecha en 30 años". Lo dicen las previsiones realizadas por Asaja Aragón, que estima que los cerealistas aragoneses obtendrán una producción de unos 2 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 21% respecto a la conseguida en 2020. En Huesca, la estimación de cosecha se sitúa en el entorno a las 960.000 toneladas, un 16% menos, según explicó este miércoles Fernando Luna, portavoz de la organización agraria en la Comunidad. Los caprichos del clima explican esta merma. Luna apuntó que el invierno fue benévolo y dejó los sembrados bien preparados, pero las lluvias han sido muy escasas en primavera, incluso nulas en algunas zonas. Una falta de agua, señaló el responsable de Asaja, que se ha dejado sentir especialmente en la zona sur de la provincia de Huesca y el centro de la de Zaragoza, donde estos cultivos han quedado más afectados.

A ello habrá que sumar, porque todavía no están cuantificados, los daños que han provocado las bajas temperaturas, que si bien se han dejado sentir en toda la Comunidad, han provocado un impacto muy desigual en parcelas concretas y dependiendo del estado fenológico en el que se encontraba la planta. Luna matizó, además, que estas cifras, presentadas ayer en la sectorial de cereales de Asaja a nivel nacional, dependerán también "de que termine de forma correcta el llenado del trigo y las cebadas de las zonas frescas y más tardías del norte de Huesca y Zaragoza y el sur de Teruel, para lo que precisan lluvias y temperaturas suaves".

No solo los efectos del clima preocupan a esta organización, que considera que "hay otros problemas que influyen en el descenso de la producción y a los que hay que dar solución". Entre ellos destacó la prohibición de quemar los restos de cosecha. "Debido a las malas hierbas, los agricultores nos vemos obligados a realizar un mayor gasto en herbicidas y, además, está demostrado que la eficacia de las materias activas que van quedado en el mercado es cada vez menor", detalló el portavoz de Asaja. Justificaba así la petición de esta organización para que vuelvan a permitirse la quemas contraladas, "porque reduciría el uso de herbicidas y evitaría que las malas hierbas invadan los cultivos y compitan con ellos".

Inquietan además los daños provocados por la fauna cinegética, que se han incrementado porque las restricciones de movimientos han impedido realizar una caza controlada. "Es necesario que las administraciones compensen a los agricultores por las cuantiosas mermas que provocan esta especies", señalaron.

Asaja reclama además que se incrementen los controles en frontera para exigir que los productos procedentes de otros países cumplan las exigencias que se imponen a las producciones europeas. 

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