aragón

Las ganaderías de lidia cumplen 16 meses sin trabajar: "Moralmente es durísimo llevarlos al matadero"

La suspensión de los festejos populares agrava la situación de las explotaciones. En la ganadería Los Maños advierten de que "los animales no entienden de pandemias" y que "tienen que comer".

“Esa vaca tiene 19 años. Está sana y preñada, y siempre ha respondido de forma increíble en cada festejo al que le he llevado. ¿Cómo la voy a mandar ahora al matadero?”. José Luis Marcuello, representante de la ganadería Los Maños, recorre la finca familiar de Figueruelas, donde están buena parte de las 700 cabezas de ganado que tienen. Las conoce a todas. Sabe cuándo nacieron, de qué animales proceden y tiene planes en su cabeza para cada una. “Llevamos 16 meses sin poder trabajar, pero los animales no entienden de pandemias, tienen que comer a diario”, lamenta.

Ni las ayudas públicas ni el mínimo movimiento que se registra para este verano palían el saco de pérdidas en el que se han convertido las explotaciones ganaderas de lidia. En Aragón hay 55, que entre todas suman unas 10.000 reses. “Aquí no puedes hacer un ERTE, cerrar la persiana y volver cuando todo vaya bien. Tenemos dos personas fijas contratadas, los tractores en marcha, la comida de los animales siempre lista… Nos hemos gastado los ahorros y hemos tenido que acudir a los bancos”, señala Marcuello.

En uno de los rebaños pasta Quejoso, el primer novillo indultado en 250 años de La Misericordia de Zaragoza. Esta ganadería se ha hecho un nombre en las plazas de España y del extranjero, y la incertidumbre que sobrevuela la temporada taurina les trae de cabeza. Marcuello explica que un toro que vaya a salir en Zaragoza, por ejemplo, “para que saque el cien por cien tiene que estar un año y medio con una muy buena alimentación”. Y eso es dinero. 

El año pasado, por ejemplo, estuvieron meses ‘rematando’ ejemplares (engordándolos y poniéndolos a punto) porque parecía que en septiembre u octubre habría festejos. “Al final no hubo y nos quedamos sin nada”, lamenta. Lo mismo pasó con las fiestas populares de toda España (vacas en la calle, concursos de recortadores, emboladores…), que suponen en torno a un 40% de su negocio.

En 2020 tuvieron que llevar 40 animales de más al matadero. Ahora, en mayo, tendrá que mandar otros 40 o 50. Allí, por una vaca bien alimentada les dan unos 150 o 180 euros. “Ya no es el dinero que dejas de ganar por no llevarlas a los festejos, sino que lo más importante es que pierdes el valor genético del animal”, ya que -apunta Marcuello- se trata de ejemplares “seleccionados desde jóvenes”. Por eso, para ellos es "moralmente durísimo” tener que llevarlas al matadero.

Las fincas de la ganadería, repartidas entre Figueruelas y Luesia, exigen una inversión fija de unos 200.000 euros al año que son imposibles de reducir. “Un viejo ganadero me dijo que el animal te devuelve lo que le das. Si le das ruina, te devuelve ruina”, cuenta el representante de Los Maños. Si las vacas adelgazan, no se quedarán preñadas y la rueda de la ganadería se para. Tampoco estarán preparadas para salir a la plaza o a las calles en caso de que vuelva la actividad. Este año han nacido 151 ejemplares en las fincas, 76 hembras y 75 machos, que irán criando para que estén listas durante los próximos años, con la inversión que ello exige.

La ganadería de Los Maños tiene explotaciones en Figueruelas y en Luesia.
La ganadería de Los Maños tiene explotaciones en Figueruelas y en Luesia.
Francisco Jiménez

Para equilibrar esos gastos fijos, desde marzo del año pasado solo ha entrado el exiguo dinero del matadero, el de un festejo en Alagón el 12 de octubre y el de las ayudas de la DGA, que se limitaron a unos 65 euros por vaca nodriza (las que paren), que representan menos de un tercio del total de la explotación. “Lo que nos dieron lo ganábamos solo con los toros embolados del verano”, apunta. Esta misma semana la DPZ aprobó un plan de ayudas directas de medio millón para las 40 explotaciones zaragozanas, por lo que están pendientes del dinero que puede llegar.

Para este verano, al menos, han logrado cerrar algún festejo, sobre todo en Francia. Habrá animales de Los Maños en las novilladas picadas de Bayona (4 de septiembre) y Parentis en Born (2 de octubre). También mandarán un toro a la corrida concurso de Vic-Fezensac (11 de julio) y un novillo a Céret (18 de julio). El resto es incertidumbre. Figueruelas quiere organizar un festejo en una plaza de tornos portátil en agosto, y están hablando con ayuntamientos como los de Cella, Albalate del Arzobispo, Pastrana (Guadalajara), Cenicientos (Madrid)... “Todo el mundo está esperando a ver qué se puede hacer”, señala Marcuello.

“Lo que pedimos es que nos dejen trabajar, porque por muchas compensaciones que nos den, no se cubrirán los gastos que tenemos”, reclama el representante del hierro santacolomeño. Además de ampliarse el aforo de las plazas para que sean rentables, cree que “deberían permitirse los festejos en la calle”. “Con mascarilla, con aforo en las barreras y con todos los protocolos de seguridad que haga falta. Pero creo que se puede hacer. Vas a la calle Alfonso y la ves llena a reventar de gente, pero un encierro no se puede hacer”, lamenta.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión