TRÁFICO

Un 7% de los conductores aragoneses tiende a superar la velocidad máxima permitida en las ciudades

Hoy entra en vigor la norma que prohíbe circular a más de 30 kilómetros por hora en la gran mayoría de calles. Zaragoza anticipó esta medida hace años, pero Huesca y Teruel estrenan hoy las limitaciones.

Los nuevos carteles con las limitaciones, que se instalaron hace unos días en Zaragoza.
Los nuevos carteles con las limitaciones, que se instalaron hace unos días en Zaragoza.
Daniel Marcos

Las multas y los cada vez más frecuentes radares han ejercido un papel disuasorio, pero en torno a un 7% de conductores aragoneses tienden a superar la velocidad permitida en los tramos urbanos. A partir de hoy, y con motivo de la entrada en vigor de los cambios en el Reglamento de Circulación, esta infracción les puede salir más cara, pues quien conduzca demasiado rápido se enfrenta a multas de 100 a 600 euros y podría perder de 2 a 6 puntos del carné.

¿Pero qué dice y cómo afecta la nueva norma? A partir de hoy el límite de velocidad en núcleos urbanos es de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única; de 30 km/h en las calles de único carril por sentido de circulación (casi el 70% de las existente) y de 50 km/h en las de dos o más carriles por sentido. 

Esta medida se ha aprobado a nivel nacional, pero es cierto que Zaragoza ya llevaba años de anticipo por lo que desde el área de Movilidad explican que va a tener escasa repercusión. El Consistorio introdujo en 2009 en su normativa la posibilidad de limitar a 30 km/h la circulación en las calles de un carril y un año después ya estaban pacificadas todas ellas. Ahora la apuesta del gobierno del alcalde Jorge Azcón pasa por crear "ciclocarriles" en calzadas con dos o más carriles por sentido, en las que se limita la velocidad en uno de ellos. Se han completado ya 70 kilómetros en grandes avenidas con esta fórmula, que busca reducir el número de accidentes y que los conductores de vehículos privados levanten el pie del acelerador. La última intervención se ha extendido por 3,5 kilómetros del paseo de Echegaray y Caballero, donde diariamente más de mil bicicletas y patines eléctricos recorren la ribera del Ebro.

El nuevo 'ciclocarril' del paseo de Echegaray y Caballero.
El nuevo 'ciclocarril' del paseo de Echegaray y Caballero se estrenó hace escasas semanas.
Dani Marcos

Donde sí va a afectar más esta nueva limitación es en Huesca, Teruel, Calatayud y otros muchos municipios, donde lo habitual hasta la fecha era circular a 50 km/h en cualquier tipo de calle. En la capital bilbilitana estaba previsto que hoy se acabara de pintar señalización horizontal en las calzadas, mientras que en el Bajo Aragón se podían ver las señales con las nuevas restricciones aún tapadas por plásticos.

La intendente de la Policía Local de Huesca, Beatriz Rivas, cree que la afección va a ser "mínima" en la ciudad por la propia estructura de la urbe: la mayoría son calles con un solo carril de circulación y en una dirección con una velocidad máxima permitida, hasta ahora, de 40 km/h. Además, Rivas apunta que ya hay muchas  calles limitadas a 30 km/h porque son vía ciclables. No obstante, "ahora se está valorando los viales de dos carriles de circulación en el mismo sentido". Durante los próximos días trabajarán en la "reseñalización" de aquellas calles que puedan sufrir una modificación.

También en Teruel todas las calles pasarán a partir hoy a tener una velocidad máxima permitida de 30, salvo la Vía Perimetral y el eje formado por la avenida de Sagunto, las rondas y la Carretera de Alcañiz, que seguirán en un tope de 50 kilómetros por hora al contar con dos carriles para cada sentido de circulación. La avenida de Europa, que también tiene dos carriles por sentido, seguirá como hasta ahora limitada a 30 kilómetros por hora por seguridad al dar acceso al Centro de Salud del Ensanche. La alcaldesa, Emma Buj, manifestó este lunes su deseo de que el eje avenida de Sagunto-rondas-Carretera de Alcañiz pase también a 30 kilómetros, pero señaló que la competencia es del Ministerio de Transportes, titular de la vía al corresponder a una travesía de carretera nacional, y que es partidario de mantener el actual límite de 50 kilómetros.

Las voces críticas auguran más atascos y contaminación. Los defensores de la medida creen que hará las calles "más amables"

La Policía Local de Zaragoza suele hacer periódicamente en colaboración con la DGT campañas especiales de control de velocidad del tráfico. En una semana suelen vigilar a cerca de 6.000 vehículos y multan a unos 460, esto es, en torno al 7% del total circulan superando la velocidad permitida. Las cifras, según explican, son extrapolables a otros municipios de la Comunidad. Recuerdan desde el área de Movilidad que conducir demasiado rápido es uno de los principales factores de riesgo en la seguridad vial: en más de 80 accidentes anuales se da este componente. La Policía Local sancionó el año pasado a 28.012 conductores por exceso de velocidad, lo que supone que sancionan a unos 76 conductores cada 24 horas. No obstante, esta cifra se ha ido reduciendo de forma paulatina desde el 2015 cuando fueron multados 36.234. 

Uno de los motivos de esta caída es la concienciación del conductor, pero también el hecho de que cada vez hay más radares. Los últimos se han instalado en en la avenida de Gómez Laguna, a la altura de La Floresta, y en la avenida de Ciudad de Soria, frente a la estación intermodal de Delicias. Estos nuevos radares, como el existente en el Tercer Cinturón a la altura de Las Fuentes, permiten controlar la velocidad de los vehículos en varios carriles e, incluso, en las dos direcciones de forma simultánea. En estas dos avenidas -según comentan los agentes- los conductores son proclives a pisar el acelerador, y no pocas de las 28.012 multas por circular con exceso de velocidad pertenecen a estas zonas. La cifra de sanciones -también es cierto- se ha ido reduciendo de forma paulatina en los últimos años pues en 2015 se alcanzó un récord con 36.234 multados.

En Teruel las señales recién colocadas aún estaban tapadas ayer por la tarde.
En Teruel las señales recién colocadas aún estaban tapadas ayer por la tarde.
Jorge Escudero

El Ayuntamiento de Zaragoza ha experimentado, con desigual fortuna, con otras fórmulas para disuadir a los conductores de que corran al volante. Un ejemplo fueron las chicanes que se dibujaron en la avenida de Antonio Leyva tras su reciente reforma, pues se comprobó que la línea recta invitaba a los turismos a superar en mucho los 50 y los 60 kilómetros hora. Ahora se acaba de presentar la propuesta de renovación integral de la calle de Predicadores y, también, se ha ideado un “trazado ligeramente sinuoso” para obligar al tráfico rodado a reducir la velocidad. La concejal de Infraestructuras, Patricia Cavero, explica que se van a ampliar las aceras y reducir el espacio para los vehículos. “Para ello se prevé una calzada con un único carril de circulación más estrecho, de tres metros, que estará situado al mismo nivel que las aceras, en plataforma única. Ese carril estará limitado a 20 km/h, según obliga el nuevo reglamento”, explican desde el Consistorio.

Bajar la velocidad de 50 a 30 km/h disminuye cinco veces el riesgo de fallecer por un atropello

Desde que hace más de seis meses se anunció la nueva norma y hasta que hoy se publica en el BOE, el debate ha sido intenso entre los distintos usuarios del espacio público. La administración defiende que “bajar la velocidad de 50 a 30 km/h disminuye cinco veces el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello” y que había que armonizar las normas españolas con las del resto de Europa. 

Las voces críticas con las nuevas restricciones aseguran que se va a ralentizar el tráfico urbano y auguran más atascos, embotellamientos y contaminación que antes. Varias grandes capitales (Zaragoza, entre ellas) se han mostrado muy partidarias de una medida, que cuenta con el aval de la FEMP. De hecho, Bilbao ha servido de avanzadilla. En septiembre de 2020 se convirtió en la primera ciudad de más de 300.000 habitantes en limitar a 30 km/h todas sus calles y, desde entonces, se han reducido un 28% los accidentes de tráfico y un 43% las multas por saltarse un semáforo en rojo. A partir de hoy mismo se verá si las calles se vuelven "más amables y más humanas", como dicen los defensores de la medida, o “más caóticas”, como sostienen los detractores.

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