Heraldo del Campo

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"Es penoso y muy desesperante tener pedidos y no poder servirlos por falta de transporte"

La reducción de barcos por la pandemia, la falta de contenedores y el escaso espacio de carga en los buques se convirtió en un quebradero de cabeza para los productores de alfalfa de Agroindustrial Pascual Sanz.

La representante de Agroindustrial Pascual Sanz con una clienta asiática en una granja.
La representante de Agroindustrial Pascual Sanz con una clienta asiática en una granja.
A. P. A.

En Agroindustrial Pascual Sanz no recuerdan haber vivido una campaña como la de 2020-2021. "Ha sido muy penoso y desesperante tener pedidos y no poder servirlos por falta de transporte marítimo", señala Mariola Jáuregui, responsable de exportación de esta empresa familiar fundada hace 45 años y que actualmente dirige la segunda generación.

Jáuregui recuerda que la reducción del número de barcos como consecuencia de la pandemia, la falta de contenedores y el escaso espacio de carga disponible en los buques se convirtió en un quebradero de cabeza para esta empresa que se lanzó en 2008 a la conquista de los mercados internacionales. "Yo creo que también ha habido un cierto boicot a las mercancías europeas, porque todo el transporte se centraba en los intercambios entre Estados Unidos y China", asegura la responsable de exportación, que recuerda que, como consecuencia de esta escasa oferta y una gran demanda, "el precio de los fletes se ha duplicado".

Estas dificultades no han sido privativas de este sector, pero los productores de alfalfa se han encontrado además, señala Jáuregui, con la negativa de algunas navieras a cargar este forraje en sus contenedores, aunque por ello tuvieran que tenerlos vacíos y paralizados. La explicación es una cuestión económica. "No estaban interesados porque el valor del producto transportado es bajo para unos fletes tan elevados, con lo que se elevaba mucho el coste del viaje", explica la responsable de exportación.

Las cifras son un fiel reflejo de estas dificultades. Agroindustrial Pascual Sanz produce en su fábrica de La Puebla de Alfindén (Zaragoza) 75.000 toneladas anuales (pacas y pelets), aunque la planta tiene capacidad para 100.000 toneladas. El mercado interior es su principal cliente, pero sus producciones también se comercializan en países tan lejanos como Emiratos Árabes o China. Sin embargo, las complicaciones de la pasada campaña provocaron que esta empresa solo pudiera exportar en transporte marítimo apenas un 10% de lo que era habitual en campañas anteriores.

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