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Ernesto Estrada: "Mi héroe de la infancia era más Tom Sawyer que Pitágoras"

Estrada (Sancti Spiritus, 1966) es el investigador de la Universidad de Zaragoza más citado e influyente, según un ranquin de la Universidad de Stanford. Desarrolla sus estudios en el Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones.

Estrada, junto a la simbólica escultura del ‘nudo borromeo’, a las puertas de la Facultad de Ciencias
Estrada, junto a la simbólica escultura del ‘nudo borromeo’, a las puertas de la Facultad de Ciencias
Heraldo

Es usted el investigador de la Universidad de Zaragoza más citado. ¿Se considera un ‘influencer’ de la ciencia?

Para nada, al menos en el uso actual del término. Yo he creado métodos y herramientas matemáticas que otros han encontrado útiles para su investigación, desde el desarrollo de medicamentos hasta el estudio de mercados de valores. En ese sentido, soy un obrero de la ciencia, que construye piezas que luego se ensamblan en productos terminados. Nadie mencionaría a Newton, Leibniz, o Gauss al diseñar un puente o un avión, pero estas tareas serían imposibles sin sus herramientas. También he contribuido personalmente en algunos de estos “productos finales”, pues me interesa casi toda la ciencia, así que soy coautor de una patente de un medicamento usado actualmente en humanos, o de estudios sobre el alzheimer, sobre los efectos de las crisis financieras en los mercados de valores o del “comercio” internacional de basuras. Algo que me enorgullece es de haber servido de inspiración a jóvenes investigadores quienes siguen mis trabajos, presentaciones en congresos y clases en escuelas internacionales. He dado las mismas en más de 20 países desde África a América Latina. Esa ha sido mi contribución.

¿Puede explicar de forma sencilla el objeto de su investigación?

Mi investigación se centra en el estudio matemático de las redes complejas. Una red es una telaraña compuesta por nodos que se interconectan a través de “hilos”. Estos nodos representan entidades de un sistema complejo, tales como individuos en una sociedad, las especies de un ecosistema, las ciudades en un país, las regiones del cerebro o las biomoléculas de una célula. Los hilos representan las conexiones o interacciones entre estas entidades. Pueden ser conexiones físicas como las carreteras que conectan las ciudades o el contacto físico entre personas, o más sutiles como las interacciones entre las proteínas de una célula. Los matemáticos estudiamos dos grandes grupos de propiedades de estas redes. El primer grupo abarca la estructura de las mismas. Básicamente el cómo están organizadas, cómo pueden formarse y cómo dicha organización influye en su robustez y funcionamiento. El segundo grupo trata de los procesos que tienen lugar en dichas redes, cómo la información, la materia o energía fluyen a través de estas redes y qué relación existe entre la estructura y el funcionamiento de dichas redes. Tanto la estructura de la red como la naturaleza de los procesos que tienen lugar en ellas garantizan que podamos disfrutar de conexión a Internet, transportar bienes a través de nuestras infraestructuras o de que nuestros órganos funcionen correctamente o padezcamos una enfermedad.

A veces se acusa a la ciencia de encerrarse en su torre de marfil...

Será que aquellos que la acusan están encerrados en una torre medieval (risas). La ciencia es la responsable de nuestra calidad de vida actual. De que vivamos hasta los 80 años en lugar de solo hasta los 50, de que tengamos medios de transporte, internet, móviles, electricidad, vacunas… Mi investigación tiene aplicación real en el desarrollo de medicamentos (antivirales y antibióticos), el estudio de enfermedades degenerativas como el alzheimer y el parkinson, el análisis del riesgo financiero, el estudio de la eficiencia de la líneas aéreas, al análisis del impacto extrapulmonar de la covid... Mi investigación se enmarca dentro del ámbito de las matemáticas aplicadas. Ya el propio nombre indica su objetivo, pero esto no quita que haga investigación básica aplicable, o sea aquella que no está aplicada a nada en concreto pero que puede resolver problemas que surjan en el futuro. ¡Debemos ir por delante de los problemas!

Entiendo entonces que las conexiones no son solo importantes en las matemáticas. Sse han demostrado útiles en las relaciones humanas, sobre todo, en las redes vecinales durante la pandemia...

Las redes están presentes en todo lo que nos rodea, lo visible y lo invisible. Cuando se extingue una especie en un ecosistema se alteran las demás especies que incluso pueden llegar a desaparecer. Esto es porque todas estas especies forman una red trófica que se ve alterada al desaparecer uno de sus nodos y puede producir la extinción secundaria de otras especies. No vemos a estas especies “conectadas” porque los hilos que las unen son etéreos, invisibles. Lo mismo pasa con nuestra sociedad que está formada por múltiples capas de conexiones: familiares, de amistad, de trabajo, de contacto casual, etc. Por eso para entender la propagación de una pandemia, para entender lo que es un super-propagador, hay que analizar estas redes. Pero para entender por qué el virus SARS-CoV2 extiende sus daños más allá del sistema respiratorio y afecta trece órganos o sistemas del ser humano, hay que estudiar las múltiples redes que conectan estos órganos y las proteínas expresadas en ellos, no solo al nivel estructural sino de los procesos dinámicos que tienen lugar en ellas.

La matemática aplicada sirve para entender por qué la covid extiende sus daños más allá del sistema respiratorio y afecta a trece órganos

¿Cómo pasó el confinamiento? ¿Fue productivo su encierro?

Una ventaja de los matemáticos es que solo necesitamos papel y lápiz para trabajar. Bueno, y un ordenador. Casi desde el comienzo de la pandemia comencé a desarrollar estudios sobre el SARS-CoV2. Estudié una de sus proteínas fundamentales, su proteasa, y descubrí un talón de Aquiles del virus que permitiría el diseño de inhibidores eficaces contra el mismo. mismo. Estudié los efectos extrapulmonares de la covid y propuse un nuevo mecanismo y un modelo matemático para explicarla. Estudié y desarrollé estrategias para retrasar el avance de una pandemia con intervenciones no farmacéuticas con afectación mínima al flujo de bienes materiales en una economía. En fin, fue un tiempo de mucho estudio, de mucho trabajo y sin poder bajar a tomarme una cerveza.

¿Y cómo prepara el verano?

No creo que aún tengamos un verano con plena normalidad, pero estaremos mucho mejor gracias a la vacunación.

Cuando era pequeño, ¿soñaba con ser matemático?

Me crié en un barrio marginal de un país del tercer mundo. Tuve buena educación en mi familia, basada en el ejemplo, y grandes maestros, pero no me gustaba ir al cole. ¡Solo quería jugar!

¿Cómo le entró el gusanillo de las matemáticas? ¿Admiraba a Pitágoras, Descartes o Alan Turing? 

De pequeño era bastante traste. Me escapaba al río con otros niños y pasábamos horas jugando en la calle. Mi héroe de la infancia era Tom Sawyer más que Pitágoras. De la escuela solo me gustaba la geometría y odiaba las tablas de multiplicar. Después descubrí que los experimentos de ciencias naturales me fascinaban por su método lógico y demostrativo. Era muy bueno encontrando patrones. Entonces a los 11 años me  seleccionaron para una escuela especial interno donde las matemáticas y las ciencias se daban con un elevado nivel y exigencia. Allí descubrí a Newton, mi primer héroe científico. Pero la libertad de mi barrio y mi “pandilla” fueron más fuerte y me fugué de la escuela para no regresar. Terminé los estudios en una escuela “normal” pero ya sabía que quería ser científico y nunca abandoné esa idea.

"La lectura y escritura se ven como algo de cultura universal y las matemáticas parecen reservadas solo para aquellos estudian ciencias. Esto es un grave error"

¿Por qué las matemáticas son tan temidas en el colegio?

Si repetimos que algo es muy difícil, tendemos a creerlo. Nadie le dice a un niño que está aprendiendo a leer que la lectura es muy difícil porque la lectura y la escritura se ven como cultura universal y las matemáticas parecen reservadas a aquellos que estudian ciencias. Esto es un error. Las matemáticas también hacen falta para entender lo básico del mundo. Por otra parte, a veces el método usado para enseñar las matemáticas no es el apropiado. Es muy memorístico y nada motivador. Me imagino que esto también desestimula a muchos maestros. La cuestión es que las matemáticas elementales, las que se enseñan en la educación primaria, surgieron de necesidades prácticas del hombre. Luego se  elevaron a otros niveles de abstracción y surgieron el teorema de Pitágoras y la teoría de números. Si intentamos enseñar estas matemáticas desde estos niveles elevados de abstracción, el niño puede no entender de qué van y perder todo el interés, pero si las vinculamos con sus raíces prácticas el niño se sentirá empoderado, con un arma potente para entender algo que seguramente había intentado entender por sí mismo con antelación.

Hoy se celebra el Día del Trabajo, ¿las matemáticas tienen muchas salidas laborales? 

Las matemáticas han pasado a ser la disciplina mas demandada en el mercado laboral y esto seguirá al alza. Toda las nuevas tecnologías (internet de las cosas, big data, medicina personalizada...) son demandantes de la modelización matemática, del procesamiento de datos y del análisis de patrones y conectividades. Las matemáticas son la ciencia de los patrones, independientes del contexto en que los mismos aparezcan. Podría ser un contexto social, ecológico, médico, o infraestructural, pero el matemático tendría las llaves maestras para entender dichos patrones y extraer información útil de ellos. Por tanto, la  demanda será aún mayor en el futuro. No sé cuáles serán las profesiones del futuro, pero lo que sí sé es que un matemático tendrá la mayor capacidad y preparación para adaptarse a ellas.

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