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El perro 'influencer' Pipper termina su examen a Aragón y no le pone buena nota

Ha dado la vuelta a España visitando 90 ciudades para promover el turismo 'dog friendly'. La comunidad es la única que prohíbe la entrada de los animales de compañía en el interior de los bares.

Aragón no aprueba el examen que el perro Pipper  hace en su 'tour' con el que recorre España para promover la integración de mascotas educadas en sitios turísticos, hostelería y transportes. En esta última parte de su viaje ha llevado en la maleta una comparativa sobre las comunidades que pueden considerarse 'dog friendly' analizando si permiten la entrada de mascotas a los bares y restaurantes.

Este Parson Russell Terrier cumple en mayo tres años de su vuelta a España, para la que cuenta incluso con patrocinadores, junto a su "humano", Pablo Muñoz Gabilondo, periodista donostiarra impulsor de esta iniciativa con la que ya ha pasado por todas las provincias españolas, invitado para conocer casos en los que reciben con agrado a los visitantes de cuatro patas.

Esta semana ha recalado en Teruel, la última parada prevista en Aragón. En su recorrido ha conseguido algún avance para los viajeros con mascota. Se han reunido con la alcaldesa, Emma Buj, que ha anunciado que se permitirá la entrada de perros en los Aljibes y la Muralla Medieval. De su paso por Aragón, el periodista recuerda otros lugares turísticos que ha podido visitar junto a Pipper como el Castillo del municipio turolense de Peracense o el Ecomuseo de la fauna pirenaica del oscense de Aínsa, experiencias que luego comenta en su blog, que cuenta con miles de seguidores. Solo su página de Instagram es seguida por 73.300 personas.

De vuelta de Teruel ha parado este fin de semana en Zaragoza, municipio que ya visitó en 2018, en las primeras etapas de su aventura, con la que lleva recorridas 90 ciudades y 50.000 kilómetros. Ahora quiere conocer algún municipio más del entorno. 

Mascotas en el interior de los bares

'Pipper on tour' ha venido en esta ocasión con una comparativa de la regulación actual en España sobre el acceso y entrada de animales de compañía en bares, cafeterías y restaurantes. El informe, hecho por el abogado especialista en derecho animal, Francisco J. Capacete, concluye que Aragón aparece entre las más restrictivas.

Las regiones más permisivas son Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Ceuta, Galicia y Murcia. En esas comunidades, la normativa deja a criterio del propietario de los establecimientos prohibir o permitir el acceso y entrada.

El documento apunta que de las 19 disposiciones de rango autonómico actualmente vigentes, solo siete regulan el acceso y entrada de animales de compañía a establecimientos de restauración y 12 no establecen ninguna medida, delegando su regulación a la normativa municipal y sanitaria.

Esto hace que haya comunidades donde se prohíbe y municipios de las mismas que lo permiten, por lo que el informe denuncia que "existe cierta inseguridad jurídica por la disparidad y falta de criterio unificado". Esta situación se da en Zaragoza, donde las ordenanzas municipales lo permiten, pero no la normativa autonómica. En el estudio se aboga por avanzar hacia la permisividad.

En el caso de Aragón, creen que bastaría con reformar el decreto 131/2006 de Sanidad, que consideran "hace una interpretación errónea de las recomendaciones europeas". Así, entienden que la interpretación correcta sería "prohibir animales en las zonas de elaboración de alimentos (cocinas)" pero "permitir su presencia en las zonas en las que se sirven (comedores)". En estos casos, aclara el periodista que la posibilidad de admitir animales sería "siempre dando libertad al hostelero y que el perro se comporte bien"

En el tranvía, con condiciones

En el transporte público solo se pueden llevar en el tranvía de Zaragoza, con determinadas condiciones, pero no en el autobús. En el primer caso puede ser en el último vagón o en cualquiera si los animales viajan en un trasportín. El único aprobado se lo llevan los alojamientos, donde considera que hay una oferta suficiente. "Sí que hay buenos hoteles", asegura Muñoz Gabilondo sobre la amplia y variada red 'pet friendly' para hacer una reserva.

Pese a ello, Aragón "no aprueba el examen porque poder entrar a comer a un restaurante es indispensable en días de lluvia o cuando azota el frío o el calor", explica el periodista. "Eso que es normal en prácticamente todas las capitales españolas, no es normal en Aragón", lamenta.

"En Castellón hemos estado comiendo en un restaurante de la Guía Michelin. Si un restaurante de esta categoría ha integrado a comensales con perros educados por qué no Aragón"

"En Morella, en Castellón, hemos estado comiendo en un restaurante de la Guía Michelin. Si un restaurante de esta categoría ha integrado a comensales con perros educados por qué no Aragón", se plantea el periodista. Además, considera que permitir la entrada de mascotas puede ayudar a ganar clientes tras el desplome de ingresos que ha provocado la pandemia de covid-19. "Estamos en una grave crisis en la que el sector turístico lo está pasando fatal, por lo que cuantos más nichos turísticos se puedan trabajar, mejor", explica. Recuerda que "el 26% de los hogares en España tiene perro" y que "hay más perros que niños menores de 15 años". 

En cuanto al transporte público, el referente lo encuentra en Palma de Mallorca, que es la primera ciudad en la que los buses urbanos aceptan perros de compañía, dos por autobús, y con bozal. En el caso de San Sebastián se pide que vaya en brazos, por lo que solo sería posible para los pequeños y medianos, pero lo ve como un avance.  La evolución difiere por ciudades. Madrid y Barcelona ya aceptan perros en el metro, pero Valencia y Sevilla, no.

Mascotas "educadas"

"Queremos romper prejuicios de que los perros puedan suponer una molestia", plantea, refiriéndose siempre a mascotas "educadas".  Consciente de que no todos los dueños lo son aprovecha para hacer un "llamamiento al civismo" para "demostrar todos nuestra actitud cívica a la hora de la convivencia en las ciudades".

Asegura que la mayoría de las personas que tienen un perro "somos cívicas, nos responsabilizamos, pero hay una minoría que no cumple con los deberes, no recogen excrementos, los llevan sueltos, que es lo que hace que se frene la integración", reconoce. Se trata de una "minoría", pero que en la práctica resulta "muy grande" porque hay muchos perros.

En este sentido, defiende el registro con el ADN de los perros que se ha creado en ciudades como Zaragoza "para que no paguemos justos por pecadores y se acabe con impunidad". De momento, solo se han apuntado alrededor de la mitad de los canes. Este permite que en una segunda fase que se impongan multas "analizando los excrementos" de los perros.

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