José María Arnal, gerente del Servicio Aragonés de Salud: "La idea es empezar a normalizar Atención Primaria en mayo"
El gerente del Servicio Aragonés de Salud avanza que se mantendrán los contratos covid que sean necesarios, como sería el caso del personal de Enfermería.
Asumió la gerencia del Salud en plena tercera ola de la pandemia. ¿Pensaba que era la última?
No. Siempre hemos depositado la esperanza en las vacunas, y sabíamos que la campaña empezaría en diciembre o enero. Soy pediatra, y estamos muy sensibilizados con el tema de la vacunación.
¿Cuándo se normalizará la atención en los centros de salud?
Está empezando a normalizarse ya. Yo creo que hay un dato que es muy importante. Los sanitarios de Atención Primaria están prácticamente vacunados; siempre hay alguna excepción, porque están de baja, se han incorporado recientemente... Eso da una cierta confianza a la hora de atender a los pacientes. Poco a poco está normalizándose.
¿Cómo será la nueva realidad?
Probablemente va a cambiar el modo de atención, porque muchas cosas que se hacían antes se ha visto que puede hacerse igual sin presencialidad.
¿Cuáles son las líneas principales de esa accesibilidad?
Sobre todo, trabajar con las agendas. La consulta no presencial ha venido para quedarse. Hace un año y medio era impensable prácticamente. Hay procedimientos que van a tener que salir de la consulta, como el control de crónicos, donde la enfermería tiene un papel muy importante.
¿Esta organización de las agendas recaerá sobre admisión?
Tendrá una parte importante a la hora de hacer triajes, qué va por una vía o por otra. Para eso habrá que formar a los profesionales.
¿Pero la primera cita seguirá siendo telefónica como ahora?
Habrá parte que podrá ser presencial ya.
¿Y qué plazos manejan?
Tuvimos una reunión con el Foro de Pacientes y sociedades científicas. La idea es que a lo largo de este mes de mayo empecemos a normalizar la Primaria.
¿Considera adecuado que algunos ambulatorios todavía no hayan recuperado la presencialidad después de un año?
Cada lugar tiene sus características diferentes. La incidencia acumulada en algunas zonas es diferente y eso obliga a mantener dobles circuitos, hay un alto flujo de usuarios por la vacunación, que ha obligado en algunos casos a trasladar la campaña fuera del centro de salud para descargar aforos. Hay que adaptarse a cada centro de salud en particular.
¿Cómo es la situación epidemiológica actual?
Estamos teniendo casos, pero también estamos vacunando todo lo que tenemos y tratando de ganar días a la inmunización. Las medidas al final funcionan: protección, distancia, mascarillas, horarios... tienen su impacto y lo hemos visto. El virus está encontrando más dificultades para difundirse porque cada vez hay más personas que han pasado la covid o que están vacunadas.
¿La Comunidad aragonesa ha entrado en la quinta ola?
Estamos viendo pequeños picos, pero si observamos la imagen de la curva se aprecia que esta quinta ola es mucho más baja que la tercera o la cuarta. Hay que esperar a ver cómo evoluciona. Tenemos que empezar ya a notar que baje algo.
La presión asistencial está subiendo de manera gradual, también en la ocupación de las ucis con pacientes con coronavirus. Es un indicador que siempre ha preocupado en la Consejería.
Primero vienen los casos, luego las hospitalizaciones y después las ucis. Y si la situación empeora, los fallecidos. En las ucis, además, hay que tener en cuenta que no solo son pacientes covid, sino de todas las patologías. Durante el confinamiento, por ejemplo, bajaron mucho los accidentes.
¿La actividad quirúrgica funciona ahora con normalidad?
Estamos tratando de compaginar la actividad normalizada con la atención a pacientes covid. Se han empezado a reforzar las ucis. El Clínico y el Servet son los dos hospitales con más enfermos.
El Salud prevé renovar y contratar a unos 15 intensivistas.
Se va a ofertar a los seis residentes que acaban este año un contrato de un año en hospitales aragoneses, así como los profesionales que se contrataron como refuerzo durante la pandemia.
Aragón creó una uci única, ¿cómo está funcionando?
Una de las cosas que se ha hecho bien es que haya un mando único. El coordinador, que rota cada semana, decide si es preciso un traslado de acuerdo a la disponibilidad de camas y a cuál es el recurso más adecuado para el paciente.
¿Están los hospitales preparados ante un nuevo repunte?
Sí, con toda seguridad. Se ha aprendido mucho, como la oxigenoterapia de alto flujo, una técnica que antes no se hacía. Aprendemos cosas permanentemente.
Ahora concluyen los casi 1.800 contratos que se firmaron para atender la pandemia. ¿Qué planes hay para estos profesionales?
Se mantendrán los que sean necesarios. Se van a valorar uno a uno, e incluso se podría cambiar la función que desempeña el trabajador. Teniendo en cuenta la incertidumbre que hay con las ondas epidémicas, aventurar un número concreto es muy difícil.
Pero finalizan ya.
Hay contratos de Enfermería, por ejemplo, que se mantendrán para cubrir turnos de vacaciones. La idea es hasta el 15 de octubre, pero hay que ir viendo cómo va la situación.
Preocupa la Salud Mental por los efectos de la era covid. ¿Cómo se está atendiendo esta realidad?
Es una preocupación a nivel general, para todos esta situación es nueva. Habrá que ver el impacto que tiene. El plan de Salud Mental se va a reforzar con 18 psicólogos para impulsar un programa de atención a los primeros episodios de enfermedad mental.
¿Ya se han puesto en marcha las consultas específicas en los centros de salud?
En algunos, sí.
Atención Primaria está llevando el peso del proceso de vacunación. ¿Es suficiente con el personal de Enfermería?
La capacidad de Enfermería es tremenda. Siempre hablamos de que se podrían administrar hasta 120.000 dosis semanales.
