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SOS para frenar el deterioro del mudéjar de Villanueva de Jalón

La atalaya de la antigua iglesia de la Virgen de la Huerta ha perdido parte de la cubierta y el interior sufre daños importantes

Maestro en Villanueva de Jalón.
Maestro en Villanueva de Jalón.
Macipe

Las antiguas calles de la localidad hoy despoblada de Villanueva de Jalón están dominadas por la maleza y los escombros. Todo ello envuelto en un silencio sepulcral que solo rompe el sonido del agua en el azud del Jalón y el paso de los trenes. Se trata de un punto estratégico que se quedó sin vecinos a mediados del siglo XX y que permanece amarrado a un risco en uno de los recodos del río. Y en el segundo punto más alto del cerro languidece la pequeña torre mudéjar de la iglesia de la Virgen de la Huerta, por debajo de los restos del castillo de este enclave hoy perteneciente a Chodes.

«Quiero reivindicar esta joya y que no se pierda, porque va a desaparecer si no se le pone solución», advierte Antonio Maestro, vecino de Morata de Jalón y luchador incansable de diversas causas.

Ha colocado una pancarta con el lema «SOS». Su petición no es nueva, ya en 2009 otro ciudadano a título particular, Santiago Gimeno, de la también adyacente pedanía moresana de Purroy, avisó del deterioro, así como el partido Puyalón, que lo recordó en 2016. El estado de esta atalaya tampoco ha pasado desapercibida para la Lista Roja del Patrimonio, en la que fue incluida en noviembre de 2011.

«Ya no hablo de una rehabilitación completa, pero al menos que se pongan tejas nuevas, porque la cubierta está muy mal y con muchos huecos», apunta Maestro, mientras señala hacia el punto más alto del edificio. Está datada en el siglo XV y fue ampliada en el XVII con un segundo cuerpo. Por dentro es de estructura hueca y se accede a las partes superiores por una escalera muy dañada.

«Al haber agujeros y faltar las techumbres, la lluvia está haciendo mucho daño», explica Maestro. Se incluyó entre las 157 muestras arquitectónicas del primer expediente que Aragón presentó ante la Unesco para declarar el mudéjar Patrimonio de la Humanidad. Su presencia en el documento el definitivo no se confirmó.

Anexa se encuentra la nave del templo, que también carece de resguardo tanto en la parte superior como en uno de sus muros. Dentro de los que sí quedan sigue conservándose parte de la pila bautismal y las yeserías de las capillas laterales que se añadieron posteriormente. Su origen, según el estudioso Agustín Sanmiguel, pudo corresponder a una mezquita, al igual que la torre que cumpliría la función de alminar.

La alcaldesa de Chodes, Dolores Torrubia, asume que «es una situación que viene de antiguo y el Ayuntamiento no cuenta con el suficiente presupuesto para intervenir». «Sería necesaria la ayuda de más instituciones», afirma.

Técnicos del Consistorio se pusieron en contacto verbal con el Obispado de Tarazona, entidad que indica que no tiene constancia de ninguna gestión para aclarar la titularidad del inmueble. Desde Chodes han valorado «solicitar subvenciones para la rehabilitación, pero es muy difícil, empezando por el acceso para llevar los materiales y herramientas hasta la iglesia». 

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