san jorge 2021
Cuando la leyenda se hace realidad: cinco maneras de luchar contra el dragón
Jorge Sánchez, Chema Díaz, Manuel Alejandro Méndez, Lydia Onaran y el matrimonio de Beatriz García y Javier Ruiz han luchado contra ‘dragones’ actuales de todo tipo. Estas son sus historias.
Hoy en día, los ‘dragones’ están a la vuelta de la esquina. Los ‘sanjorges’ de hoy luchan, con o sin lanza, por superar adversidades, problemas y enemigos poderosos que pueden salir de cualquier sitio. La realidad nos deja luchas a veces aún más heroicas que la que cuenta la leyenda, con aragoneses que superan enfermedades, que se revelan ante las injusticias, que se levantan ante las peores adversidades y que pelean por sobrevivir en circunstancias adversas. En el día de San Jorge, HERALDO reúne cinco de estas historias, con cinco vecinos de la Comunidad que se enfrentan a distintos enemigos.
Más de un año después del inicio de la pandemia, son cientos los aragoneses que han luchado contra el coronavirus. Muchos cayeron, mientras que otros han tenido la suerte de poder contarlo. Chema Díaz es uno de ellos. Tras pasar en la UCI más de medio mes y quedar “casi vegetal”, su espíritu de lucha es un ejemplo de vida para cualquiera.
Jorge Sánchez acaba de sacar plaza de médico. Sería un aragonés más que se presentó al último MIR, de no ser porque nació con una sordera que le obligó a buscarse la vida durante la carrera, en una lucha que afrontó con naturalidad: “La limitación la he visto más por lo que me han dicho los demás que por mí mismo”, dice.
Manuel Alejandro Méndez tuvo que huir del peligroso ‘dragón’ de las maras. Llegó a Aragón desde El Salvador hace dos años casi por casualidad junto a su esposa e hija. La ayuda de entidades sociales fue un respaldo para ellos. Comían gracias a la solidaridad y ahora él es voluntario en el Comedor Social del Carmen. “Te sientes más condescendiente porque sabes qué es eso", asegura.
Algunas luchas se deciden en los tribunales. Beatriz García y Javier Ruiz acudieron a ellos al considerar injusto el impuesto de plusvalía que le impuso la administración. Vendieron un inmueble por 30.000 euros menos de lo que les costó, pero les pidieron 10.000 euros de plusvalía. La batalla jurídica les ha declarado vencedores, por lo que han podido recuperar el dinero.
Lydia Onaran huye de los heroicos personajes de leyenda. Su enfermedad degenerativa le impide andar, pero su rasmia le ha llevado a desarrollar una expresividad corporal de emoción desbordante. Pese a ello, se aleja de los discursos de superación personal: “Creo que soy más la dragona”, afirma.