Covid-19

Los expertos avalan retrasar la segunda dosis de Pfizer aunque obligará a reorganizar agendas

Mientras unos destacan el alto grado de inmunización con un solo pinchazo, otros alertan del "caos" que generaría.

Vacuna de AstraZeneca
Vacuna de AstraZeneca
NEIL HALL/Reuters

La propuesta de retrasar las segundas dosis de Pfizer y Moderna para acelerar la campaña de vacunación, que hoy se debatirá en el marco de la Comisión de Salud Pública, tiene, por ahora, tantos defensores como detractores en la Comunidad. La propia consejera de Sanidad, Sira Repollés, admitió ayer estar "expectante" y reivindicó una postura común en toda España. "Las últimas noticias dicen que Pfizer va a incrementar envíos, con lo que podríamos avanzar en la vacunación sin modificar la estrategia", manifestó.

Mientras voces como las del investigador sénior del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y asesor de la Consejería de Sanidad, Enrique Bernal, defienden que un solo pinchazo "produce un nivel de inmunización muy aceptable", otras, como las de la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, Concha Ferrer, alertan del "caos" organizativo que se generaría.

Para el primero, esta podría ser una estrategia válida. "La cuestión sería plantear para cuándo se deja la segunda dosis, que actúa en realidad como recuerdo. Se están realizando estudios que arrojarán luz al respecto", dijo. Por su parte, Inma Cuesta, , secretaria de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas y miembro del grupo de trabajo que elabora la Estrategia de Vacunación del Ministerio de Sanidad, defiende que se trata de una "buena estrategia", puesto que piensa en "proteger al mayor número de personas". No obstante, recalca que es una decisión que deberán tomar las autoridades sanitarias.

Desde el punto de vista científico, incide en que existe un intervalo mínimo y máximo entre una dosis y otros. "Se tiene que respetar el mínimo, puesto que de no hacerlo, puede haber algún problema en la respuesta inmunitaria", recalca. No ocurre lo mismo con el máximo y, además, recuerda que "dosis puesta es dosis que vale". Por último, incide en la necesidad de que se complete la pauta, es decir, que aunque se apueste por retrasar el segundo pinchazo, siempre se acabe poniendo, para completar la pauta detallada por la farmacéutica.

A juicio de la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, no habría apenas beneficio. "Los experimentos, ni con gaseosa. Si empezamos a descitar a las personas que ya habían recibido una primera dosis va a ser un caos. Y todo, para ganar apenas dos o tres semanas", criticó Concha Ferrer.

En su opinión, tanta incógnita "empieza a preocupar". "Cambiar las indicaciones todos los días es un grave error", manifestó. Teme, además, que si no se cumplen estrictamente los plazos se corra el riesgo de perder parte de la inmunidad del primer pinchazo. En esta línea, la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Teresa Tolosana, cree que "mientras se respeten las citas ya dadas no tendría que haber mayores problemas".

Ella sería partidaria de retrasar las segundas dosis, pero siempre que esto se cumpla, ya que, de lo contrario, los centros de salud se encontrarían con verdaderos problemas. "Habría que avisar a todo el mundo para que no viniese, cambiar las citas ya existentes y volver a cuadrar agendas", dijo.

En caso de que finalmente se acceda, recalcó que esta decisión no sería fruto de la improvisación, sino que "todas las vacunas, y no solo estas, marcan unos intervalos mínimos, pero no máximos". "En Reino Unido, de hecho, ya se hace así", comentó.

También recurrió al ejemplo inglés, el catedrático en Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, quien recalca que la medida llega tarde: "Ahora que ya tenemos a los más mayores vacunados y que estamos con los grupos de 60 a 79 años, no tiene sentido cambiar el procedimiento". Recalca que en los últimos meses ha habido "tal cantidad de cambios" respecto a la vacunación que las dudas asaltan a muchos ciudadanos: "Hacerlo provocaría mucha más confusión de la que ya existe y además supondría un agravio comparativo para algunas franjas de edad".

El Salud recibirá durante esta semana 5.750 dosis más que en la anterior, según los últimos datos facilitados. Ayer llegaron 40.950 vacunas de Pfizer y hoy está previsto recibir 9.700 de Astra Zeneca. De este modo, se consigue recuperar parte del ritmo de envíos de la farmacéutica anglosueca, aunque entre la semana pasada (3.900) y esta (9.700) no se alcanzarán todavía las 25.000 prometidas para hace siete días. A los centros de salud se distribuirán 41.286 dosis de Pfizer, 7.030 de Moderna y 4.000 de Astra Zeneca.

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