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Las 400 camas del hospital de la Feria desmantelado se reparten por Aragón
El mobiliario que se instaló en este equipamiento se distribuye por los sectores sanitarios y en estos momentos se están retirando los tabiques interiores y los suelos.
Las últimas camas del hospital de campaña que se instaló en la Feria de Zaragoza hace un año, en los momentos más duros de la primera oleada de la pandemia, han abandonado este martes las instalaciones después de que Sanidad decidiera no prorrogar el contrato, que vencía el pasado 31 de marzo. Lo hizo al advertir una menor presión asistencial, unido al avance del proceso de vacunación.
Así, a principios de abril, se comenzó a desmontar este hospital de campaña y la previsión, según señaló el director técnico de Feria Zaragoza, Jesús Serrano, es que esté completamente vacío antes del 10 de mayo. Los primeros días, apuntó, se trasladó el mobiliario, entre ellas, las 400 camas habilitadas y que nunca llegaron a usarse. De hecho, al mediodía de este martes, los operarios se afanaban en subir al camión las cinco últimas unidades que todavía quedaban en el recinto.
Tras ello, la empresa aragonesa Arpa Equipos Móviles de Campaña, una de las siete especializadas que hay en el mundo, deshizo el trabajo llevado a cabo hace poco más de un año. Empezó desmontando las tabiquerías –ya solo quedan en dos de las cuatro salas–, para después quitar el suelo y las luminarias. El último paso será la carpa y los contenedores modulares ubicados en las inmediaciones. "Se va a reutilizar el 100% de la infraestructura", apuntó Antonio Labarta Arpa, director general adjunto de la empresa.
Por ello, mientras se desmonta, todos los materiales se van preparando y agrupando en palés en función de su procedencia y tamaño. La intención es que, siguiendo las instrucciones que se reciban por parte del Salud, posteriormente se repartan entre los distintos sectores sanitarios. Además, explicó Labarta, el departamento de ingeniería de la empresa está trabajando en un diseño que permita que todos los materiales tengan un nuevo uso.
El gerente del Servicio Aragonés de Salud, José María Arnal, explicó este martes que se ha hecho una planificación para repartir el material. Ya se han distribuido los elementos móviles entre los centros hospitalarios, informaron fuentes de Sanidad. De este modo, se han distribuido las camas entre los diferentes sectores sanitarios: 50 en Huesca y otro tanto en Barbastro, 170 en los tres sectores de Zaragoza capital, 50 para el sector de Teruel y 80 para el de Alcañiz. También se han repartido las mesillas, taquillas, mesas auxiliares y diferentes elementos móviles que había en el recinto.
Un espacio en el que este martes únicamente quedaba la estructura básica. Solo los pocos carteles que aún permanecían en las paredes recordaban que aquello estaba destinado a ser un "hospital de tratamiento biológico covid-19" y que, pese a la presión asistencial existente en aquel momento en lo hospitales de la Comunidad, no fue necesario poner en marcha. El Ejecutivo autonómico destinó casi 6,6 millones de euros en la compra y alquiler del equipamiento. Una cuantía que se prevé costear con los fondos europeos React-EU.
El hospital de la Feria se encargó a la empresa aragonesa Arpa Equipos Móviles de Campaña a finales de marzo y en pocos días montó unas instalaciones de 5.500 metros cuadrados de superficie repartidas entre los pabellones 6 y 7 del recinto (boxes de hospitalización y zona de acceso y recepción). Se instalaron 400 camas, con espacio suficiente para poder alojar otras 200 en caso de emergencia al idearse con una estructura modular ampliable a petición del cliente.
La idea con la que nació el proyecto fue poder ingresar, en caso de que la situación de la pandemia empeorase, a pacientes que no revistieran gravedad. Finalmente, este equipamiento adicional se desmantela y en veinte días ya no quedará más que el recuerdo del esfuerzo hecho para evitar el colapso total del sistema sanitario aragonés, como ocurrió también con el hospital de emergencia que se habilitó en el Auditorio de Zaragoza.
