La incógnita jurídica de Mularroya

La sentencia sobre la construcción del embalse está "abierta" en su aplicación, lo que deja en el aire los 146 millones de euros ya invertidos por el Ministerio.

La obra se centra en horadar el túnel entre el Jalón y el Grío que se empezó en noviembre.
La obra se centra en horadar el túnel entre el Jalón y el Grío que se empezó en noviembre.
Macipe

La sentencia de la Audiencia Nacional que declara la nulidad de la construcción del embalse de Mularroya, lejos de arrojar luz sobre el futuro de este paraje en el cauce del río Grío, a caballo entre Chodes, Morata de Jalón, La Almunia y Ricla, lo que genera son más interrogantes. Así, el profesor de Derecho Público de la Universidad de Zaragoza, José Luis Bermejo, sintetiza que se trata de un texto "claro y lineal" a la vez que "bien argumentado y minucioso en el examen de las normas aplicables" pero que, sin embargo, también es "bastante abierto e indeterminado" en cuanto a su aplicación.

Lo sostiene porque no aclara si hay que paralizar los trabajos ni qué pasará con las infraestructuras ya realizadas. "No dice lo que procede hacer. Por lo tanto mientras estén abiertas las vías de recurso parece que la obra puede seguir adelante y cuando todo se resuelva esté terminada", reconoce Bermejo. En este sentido, ante los plazos en los que se mueve el sistema judicial, estima que la respuesta al recurso –o recursos, ya que todavía no está claro qué hará el Ministerio para la Transición Ecológica y las constructoras- puede tardar entre uno y tres años.

Sobre la falta de concreción de la sentencia, Bermejo se muestra suspicaz: "Tengo dudas sobre si la indeterminación es responsabilidad de los recurrentes, por no haber sido más explícitos, o de la Audiencia Nacional, que no ha hecho los deberes". Asimismo, puntualiza que otro de los problemas de la sentencia es que "se decanta por el vicio de legalidad más severo, que es la nulidad, pero no lo justifica con una referencia a un artículo concreto de la ley de procedimiento administrativo". "Si no hay una petición de paralización cautelar de los trabajos, y en estos casos se suele pedir una garantía millonaria, la obra se termina", concluye Bermejo.

Rehabilitación o finalización

Dentro de las partes implicadas, las posturas son diametralmente opuestas. De un lado, la Junta de Usuarios del Jalón, codemandada en el proceso, solo contempla la finalización y puesta en servicio de la infraestructura como aparece en el proyecto. "Está en juego el futuro de la agricultura en la zona, con muchos jóvenes que han decidido invertir y quedarse en el territorio", defiende Jesús Ángel Lamuela, presidente de la entidad que todavía está dando forma a la alegación que llevará al Supremo.

En este sentido, insiste en que la actual capacidad de regulación de la cuenca del Jalón, que ronda el 40%, es insuficiente. "Ahora solo tenemos la Tranquera, pero con Mularroya llegaríamos hasta el 90%. Para nosotros es algo irrenunciable y el recurso es la forma de expresar que somos la salvaguarda de esta infraestructura y sus efectos sobre la zona", dice Lamuela.

Para las plataformas a las que la sentencia da la razón, SEO Birdlife y Jalón Vivo, el siguiente paso está claro: devolver el paraje a su estado original. "Hablamos de que después de la térmica de Andorra, Mularroya puede ser el segundo gran reto de restauración ambiental, con todo lo que eso implica en cuanto a investigación y a ponerla en práctica. Es algo que se puede estudiar y exportar", argumenta Luis Tirado, delegado en Aragón de la primera entidad.

Asimismo, sostiene que el fallo contra la construcción del embalse deja claro que "el futuro del regadío se está conduciendo por un camino equivocado, y la justicia ha venido a decirlo ya con Biscarrués, con Mularroya y con Almudévar en el disparadero". También defiende que "hay que buscar alternativas para los agricultores y los planes de desarrollo rural y la PAC tienen que ser las herramientas de financiación para encontrarlas y ponerlas en marcha".

De los 188 millones de euros en los que se valora el proyecto, ya se han invertido 146, un 75,47 por ciento. Entre lo ya realizado está el cuerpo de presa de 82 metros de altura, el aliviadero, la torre de toma y las variantes de las carreteras, incluido el viaducto sobre el Grío.

A ello se suman las medidas incluidas en la declaración de impacto ambiental y exigidas hasta la fecha, como el control y cuidado de distintos tipos de fauna y adecuación de 130 líneas eléctricas en Aragón y Castilla-La Mancha.

Por lo que respecta a los trabajos en curso, la principal actividad se centra en horadar el canal subterráneo que trasvasará agua desde el Jalón a la cola del embalse en el Grío. De los algo más de 12 kilómetros, la tuneladora ya ha excavado y colocado el refuerzo en unos dos kilómetros desde noviembre. Sin embargo, este no es el último paso, ya que para que la derivación de aguas sea efectiva falta por levantar un azud en la pedanía bilbilitana de Embid de la Ribera, una presa de 23 metros de altura por unos 142 de longitud.

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