Covid-19

Aragón entra en riesgo extremo pero se descarta confinar Zaragoza a corto plazo

El Salud abre los nacidos en 1949 y 1950, grupo al que pertenecen alrededor de 20.000 ciudadanos, y empieza a vacunar a las personas de alto riesgo.

Vacunación en el Centro de Salud Bombarda en Zaragoza.
Vacunación en el centro de salud de la Bombarda en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Aragón ha entrado en riesgo extremo por covid-19 arrastrada por los malos datos de Tarazona, cuya incidencia acumulada a 14 días supera los 1.022 casos por cada 100.000 habitantes, Fraga (495), Cuarte (475,8), Ejea (312,1), Monzón (291,9) y Zaragoza (263,4). Aunque las incidencias a siete días bajan en la propia capital, en Fraga, Calatayud y Barbastro, entre otros, la Comunidad ha saltado al peor nivel del ‘semáforo covid’ tras 13 días de incrementos.

Sus 252,8 casos por cada 100.000 habitantes siguen por encima de la media nacional, que actualmente está en los 213.La cifra de Aragón es peor que la de Andalucía (241), La Rioja (230), Cataluña (226,8), Castilla y León (206,6) o Castilla-La Mancha (183,7), aunque mejor que la de la Comunidad de Madrid (372,2) o País Vasco (375,2).

A nivel nacional, solo la provincia de Teruel y las Islas Baleares mejoran su incidencia acumulada en plena quinta ola. Los últimos datos revelan también un mapa muy distinto por provincias. La de Zaragoza se sitúa actualmente en los 282,6 contagios a dos semanas. Las de Huesca y Teruel, en cambio, están por debajo del riesgo extremo, con 216 y 44,7, respectivamente. En las últimas 24 horas, Aragón ha comunicado 291 nuevos positivos, destacando zonas básicas como las de Ejea de los Caballeros, con 14, San José Norte (11) y Tauste (11). También alcanzaron la decena las de La Almunia de Doña Godina, Rebolería y Sagasta-Ruiseñores. En total, 64 registraron al menos un caso.

Monzón, Utebo, Caspe y Alcañiz empeoran sus incidencias tanto a 14 días como a siete. Monzón, por ejemplo, ha pasado de 183,2 positivos a una semana a 200,4 en apenas cuatro días, y Alcañiz, que hasta el día 13 estaba a cero, se sitúa actualmente en 31,2. Con Tarazona ocurre al contrario. El confinamiento y las restricciones horarias han hecho que su incidencia a siete días por cada 100.000 habitantes haya pasado de los 644,1 positivos que aparecían el 8 de abril a los 378,9.

Las cifras revelan, asimismo, un incremento de la tasa de positividad, la relación entre los contagios confirmados y las pruebas que se realizan. El valor se sitúa en esta ocasión en el 10,7%, cuando el día anterior se quedó en el 8,3%.

Desde el fin de la Semana Santa, la Comunidad ha notificado 2.953 casos, más del doble que en el mismo periodo de marzo.

De estos, 1.609 pertenecen a Zaragoza capital. La mayoría, hasta un 35%, se contagiaron en domicilios particulares, mientras que un 8% se infectó de covid-19 en el trabajo. Llaman la atención, asimismo, el 49% de casos de origen desconocido.

Pese al avance de la quinta ola, el Departamento de Sanidad descartó ayer el confinamiento perimetral de la ciudad "a corto plazo". El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, aseguró en una entrevista a ‘Aragón Radio’ que el Departamento se mantiene "expectante" ante la evolución de los datos. "En Zaragoza capital llevamos ese patrón de un ligero descenso, aunque la distribución de los casos no es homogénea, concentrándose, sobre todo, en el Sector III y en áreas básicas de salud como Delicias, Univérsitas o Bombarda", comentó.

Por el momento hay buenas noticias, pero también "números preocupantes". El escenario actual, indicó Falo, "no debería sugerir ningún cambio a corto plazo", ya que la Semana Santa parece haber tenido un impacto menor que las ‘no fiestas’ del Pilar y las Navidades, circunstancia que achaca, entre otros factores, a una menor interacción social y al aprendizaje de la población.

Preocupación por el puente

Sí admitió Falo preocupación por el puente de San Jorge. "Si las incidencias no suben y mantenemos este comportamiento de estabilidad, e incluso de descenso, lo que tendremos que hacer es insistir en un planteamiento similar a Semana Santa en el que todos nos mostramos responsables. Cada semana que aguantamos son 60.000 vacunas que ponemos más", dijo.

Para Enrique Bernal, investigador sénior del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y asesor de la Consejería de Sanidad, "el comportamiento de la epidemia esta vez está siendo claramente distinto". Se están haciendo algunos análisis adicionales para tratar de entender las razones, pero "en todo caso parece que al virus le está costando más la transmisión comunitaria". Según añadió Bernal, que también es colaborador del Observatorio de Sistemas y Políticas de la OMS en Europa, Aragón se encuentra en una fase que "requiere tratar de entender la dinámica de la población, si la velocidad de transmisión ha cambiado, el impacto de la vacuna por territorios…".

Eso, comentó, modificaría las condiciones basales de la epidemia y "nuestro conocimiento previo sobre las tendencias y las predicciones". Desde el 19 de marzo aprecian cambios en las tendencias y en la pendiente de la curva.

El que la velocidad de transmisión haya cambiado es un tema importante para comprender si la situación seguirá creciendo o no, y es un parámetro que utilizan los expertos para la estimación del índice de reproducción y, en consecuencia, para las predicciones. Esta información aportará más pistas sobre la evolución de la pandemia. "Las decisiones hay que tomarlas en función de eso, y es un momento delicado porque puedes tomar decisiones restrictivas cuando podrías haber esperado, o viceversa", apuntó.

Nuevo grupo de edad

En lo que respecta al proceso de vacunación, Sanidad abrió ayer las citas para los nacidos entre 1949 y 1950. Es decir, las personas que tienen 71 o 72 años. Se trata, según explicaron desde el Departamento, de unos 20.000 ciudadanos. Todos ellos podrán autocitarse en la web de Salud Informa y en la aplicación para teléfonos móviles y, a falta de saber qué ocurre con Janssen, la previsión es que reciban dosis de Pfizer o Moderna.

Los centros de referencia serán los de Alcañiz, Barbastro, Calatayud Urbano, Teruel Ensanche, Huesca Pirineos, Bombarda, Las Fuentes Norte y Almozara.

Ayer también comenzó la vacunación a los enfermos con patologías de alto riesgo que puedan desarrollar síntomas graves, alrededor de 9.000 personas, entre trasplantados, pacientes en diálisis, oncohematológicos, enfermos de cáncer en tratamiento con quimioterapia citotóxica y afectados por VIH, fundamentalmente. Estas personas serán citadas desde los propios centros hospitalarios, ya sean públicos o privados, y será allí donde reciban la vacuna.

En el Miguel Servet se ha habilitado una zona para llevar a cabo esta vacunación en el Hospital General, aunque a los pacientes que reciben diálisis se les administra la dosis en ese servicio.

La previsión es que todas estas personas reciban la primera dosis en cuestión de dos o tres semanas. Para la segunda tendrán que esperar los 28 días que marca la pauta de Moderna o los 21 que vienen establecidos en la de Pfizer.

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