agroalimentación

Pastores planta cara a 2020 manteniendo sus ventas en un incierto mercado golpeado por la covid

El grupo agroalimentario aragonés ha contrarrestado el desplome de la comercialización en la hostelería y de la exportación con un incremento de la actividad en la gama de cordero envasado y fileteado para supermercados e hipermercado y en los menudos de cordero.

Pastores Grupo Cooperativo celebra su asamblea de forma telemática por la situación sanitaria.
Pastores Grupo Cooperativo celebra su asamblea de forma telemática por la situación sanitaria.
Oviaragón-Grupo Pastores

El pasado año no fue fácil para ninguna actividad económica. Tampoco para Pastores Grupo Cooperativo, la mayor cooperativa de ovino de Aragón, que integra 700 ganaderos de la Comunidad y de provincias limítrofes, que aglutinan 400.000 ovejas, criadas en 400 pueblos y que pastorean 1.000.000 de hectáreas de cultivos y bosque. Sin embargo, la cooperativa plantó cara al impacto de pandemia manteniendo su volumen de actividad y cerrando el complicado año marcado por la crisis sanitaria con unos resultados que lucen el signo positivo. Porque, durante 2020, Oviaragón Grupo Pastores comercializó 4.791.888 kilos, una cantidad muy similar a la que vendió en el ejercicio anterior, pero que supone un crecimiento del 0,10%, unos 5.000 kilos más.

El cifra es mucho más significativa si se tiene en cuenta el desplome del 25% que sufrió la comercialización de sus productos en la hostelería ante las exigentes limitaciones impuestas en el canal horeca para frenar el avance de la covid. También cayeron un 40% las exportaciones, hacia donde se dirige su marca Ageni Ibérico. Sin embargo, estas caídas se vieron compensadas por el incremento del 3,3% que experimentó su gama de cordero envasado y fileteado para supermercados e hipermercado y el aumento de nada menos que de un 115% en los menudos de cordero.

Son los datos que recogen las cuentas anuales y el informe de gestión aprobado por la asamblea general del grupo cooperativo, que por motivos sanitario se ha celebrado de forma telemática, en la que se ha destacado la rapidez con la que la dirección del grupo cooperativo respondió ante un escenario marcado por una crisis sanitaria global que exigía tomar decisiones ágiles para adaptarse sin dilación a la nueva situación de pandemia para minimizar el impacto negativo que se preveía desde el momento en que declaró el estado de alarma.

“Los meses de marzo y abril fueron especialmente complicados para el ovino nacional, con un descenso notable del consumo por el cierre de la hostelería y el turismo principalmente, en el mayor pico de producción a las puertas de la Semana Santa”, han recordado desde la cooperativa. En ese entorno de incertidumbre, la cooperativa de ovino tuvo que afrontar “cuatro grandes retos”. Había que cumplir con el compromiso social de suministrar alimentos a la población de una manera segura y responsable, pero también, ha señalado la empresa, “era necesario garantizar la recogida de corderos a los socios ganaderos cuando la demanda estaba bajo mínimos, pagando además unos precios superiores a la media del mercado en ese momento”.

Pastores tenía además que asegurar la actividad y los servicios a los socios en las diferentes áreas del grupo cooperativo. Prueba de ello, ha recordado, fue el intenso trabajo realizado, junto con otras empresas del sector, hasta conseguir fletar un avión de esquiladores uruguayos para garantizar el esquileo de todas las ovejas, una tarea imprescindible para el ganado, que exige una mano de obra cualificada y apenas existente en España y que se había complicado por el cierre de las fronteras.

Pastores ha destacado además que, ante el cierre de restaurantes a nivel nacional y mundial, ante el acusado descenso de ventas en el medio rural por los confinamientos y la ausencia de celebraciones populares, el grupo cooperativo optó por “diversificar y reorientar parte de las ventas a otros canales y productos con el objetivo de mantener el volumen de actividad”.

Que sus decisiones fueron acertadas lo demuestran sus resultados. Oviaragón-Grupo Pastores ha obtenido en el complicado 2020 un resultado consolidado positivo de 57.940 euros, aunque señala que, en cualquier caso su objetivo como cooperativa es incrementar la rentabilidad de sus socios ganaderos, garantizando los mejores precios de compra posibles, los servicios y la viabilidad del grupo. “El balance está además totalmente equilibrado con un fondo de maniobra amplio”, ha puntualizado.

Y en un escenario tan adverso como el del primer año de pandemia, el grupo cooperativo ejecutó una inversión de 4 millones de euros con la que se realizó la ampliación de la explotación de ovino de leche situada en la localidad turolense de Perales de Alfambra con capacidad para 1.000 ovejas, se puso en marcha una quesería y se construyo y adecuó un edificio de dos plantas de 800 metros cuadrados cada una dedicadas a las actividades de menudos, congelado y productos lácteo. También se reacondicionaron las dos fábricas RUM de alimentación animal.

Consolidación de los servicios

Buenos resultados ha cosechado también Pastores en los servicios que ofrece a sus ganaderos. Así, la asesoría de mejora de la rentabilidad de las explotaciones que realiza el equipo veterinario atendió el pasado año a 379 explotaciones y el 78% de todos los socios que cuentan con más de 250 ovejas ha puesto en marcha, además, alguno de los programas recomendados para ser más eficientes, entre los que la cooperativa destaca el control de mamitis, el testaje de machos o la detección de ovejas improductivas.

Destacable ha sido el crecimiento del volumen comercializado de pienso Ovirum para corderos, que se ha incrementado un 25,82%, con una “apuesta comercial activa” que alcanza a 655 clientes, señala el grupo. “El esquileo que tanto se complicó al inicio de la pandemia, pudo desarrollarse finalmente de manera correcta, esquilando prácticamente al mismo número de ovejas que en 2019”, concluye.

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