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Demuestra que hacía cremas terapéuticas para reducir una condena por tráfico de drogas
La Audiencia de Zaragoza suspende la pena a los dos acusados porque no tenían antecedentes tras el pacto de las defensas y la fiscal
Un juicio por tráfico de drogas y tenencia de armas en una vivienda de Mallén acabó el pasado lunes con un pacto en la Audiencia de Zaragoza gracias a que los dos acusados, a los que la Guardia Civil intervino 21 plantas de marihuana en 2018, demostraron que las utilizaban para fabricar cremas terapéuticas y no para ejercer de narcotraficantes.
Los acusados, Iván G. M. e Idoya S. J., el inquilino y la propietaria de la vivienda donde se encontró la sustancia se enfrentaban a una pena de tres años y medio por tráfico de drogas y un año de tenencia de armas.
Las defensas de los acusados, ejercidas por María Pilar Alba y Francisco Javier Martín, llegaron a un acuerdo con la fiscal para reducir las penas propuestas, sin necesidad de que se llegase a celebrar la vista oral.
Para el acusado, que trabajaba en una granja y en una funeraria, se rebajó la petición fiscal a un año y ocho meses porque las plantas de marihuana que encontró en el domicilio las utilizaba para fabricar cremas con fines terapéuticos. A la acusada le dejaron la pena en un año. Ambos tendrán suspendida la condena durante tres años al no tener antecedentes.
Asimismo, la Guardia Civil halló una ballesta y dos armas en la vivienda (una escopeta procedente de la Guerra Civil y otra que no precisaba permiso) y dejaron la petición en un año.
La abogada María Pilar Alba señaló que el acusado adquirió la ballesta en una tienda de recuerdos de Salou y la escopeta larga antigua se encontró en la casa al realizar unas obras.
