AUTÓNOMOS
El 81% de los autónomos en Aragón cotiza por la base mínima
Esta cifra es ligeramente inferior a la media española. Este tipo de cotización reduce “la calidad” de sus prestaciones.
De los 100.085 profesionales por cuenta propia que se contabilizaban, a 31 de diciembre, en Aragón, 59.795 son autónomos persona física. De estos últimos, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, la mayoría, el 81,4%, cotizan por la base mínima.
No es exclusivo de la comunidad aragonesa. De media, en el conjunto de España, el 85,5% de los autónomos persona física opta por la base mínima de cotización. Y, de hecho, solo Galicia (75,5%), Navarra (76,2%), Asturias (76,3%) y País Vasco (77,1%) cuentan con un porcentaje mayor de autónomos que deciden cotizar por algo más que por la base mínima.
Y es que mientras que el autónomo que cotiza por la base mínima (944,4 euros) paga una cuota de 286,1 euros al mes a la Seguridad Social; el que cotiza por la base máxima (4.070,1 euros) paga 1.233,2 euros mensuales. Así, solo 524 autónomos en Aragón cotizan por más de tres veces la base mínima.
“El autónomo ha tendido a cotizar por las bases mínimas, con la consecuencia de la reducción en la calidad de sus prestaciones”, explica Álvaro Bajén, abogado y secretario general de la asociación de Autónomos de Aragón (UPTA). “De hecho, si se observa los datos de prestación por jubilación referidas a diciembre de 2020 se notan importantes diferencias. Y es que, de media, un jubilado que se ha acogido al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) cobra 824,34 euros al mes; mientras que el jubilado del Régimen General percibe 1.407 euros al mes. La diferencia es de casi el doble”.
“Esto se debe a varias razones”, asegura Bajén. “La regulación del RETA viene del Decreto 2530/1970 de 20 de agosto y en la Orden de 24 de septiembre de 1970. En ese momento, se reguló un sistema de bases mínimas y máximas (si bien también hay bases en función de la edad, entre otras situaciones) que no tiene en cuenta en ningún caso los rendimientos reales y es opción del autónomo cotizar por una base mínima u otras. Sin embargo, en el Régimen General se cotiza en función del salario real y el trabajador no puede optar”, detalla el mismo. “A esto se unen problemas estructurales y una facturación variable y poco previsible, teniendo en cuenta, además, los tiempos en que nos encontramos”.
Por eso, para salvar estas diferencias se propone, desde UPTA Aragón, “modificar el sistema de cotización regulando un nuevo sistema que tenga en cuenta los ingresos netos. Con lo que los autónomos de altos ingresos tendrán que cotizar más y los autónomos de menos ingresos cotizarán menos, con prestaciones equiparables. Es, por lo tanto, un sistema más solidario. Y de alguna forma los autónomos con recursos y cercana a la edad de jubilación se verán beneficiados con la reforma, mientras que los autónomos con facturación reducida no tendrán que pagar los 288,89 euros al mes”.
Con esta reforma, explica Bajén, “se pretende que al final del proceso quede al autónomo, el que cotiza 1,5 veces la base mínima, una pensión de 1.134,44 euros al mes, pues ahora tiene una pensión de 755,52 euros al mes”.
Bien es cierto, señala el mismo, que a pesar de que “la medida mejoraría la pensión de los autónomos, habrá que estudiar a fondo si es buen momento para introducir esta reforma, ya que actualmente con lo poco que cotiza extrae rentabilidad en su pensión. Aunque esta sea mínima”. Por este motivo, el secretario general de UPTA Aragón se pregunta “si quizás en este momento sería mejor incentivar al autónomo el sistema de jubilación activa, flexibilizando las condiciones, y otro tipo de medidas complementarias que mejoren o complementen la prestación”.
