El Ayuntamiento de Palma sorprendió, el pasado 22 de marzo, a los vecinos de la localidad turolense de Alfambra con su anuncio: “El Ayuntamiento de Palma cambiará a partir de mañana los nombres de doce calles del nomenclátor municipal en cumplimiento de la Ley de memoria y reconocimiento democrático del Govern por su origen fascista, dando un paso más en la recuperación de la memoria histórica de Palma”. Y es que entre estas vías, a las que se iba a cambiar el nombre, se encontraba la calle Alfambra, que se iba a sustituir por calle de Joan Daurer, un pintor del siglo XIV.

Este anuncio realmente no era algo novedoso. Las calles a las que se les iba a cambiar el nombre habían sido incluidas en el Censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas elaborado por una comisión técnica del Gobierno autonómico balear en 2019. En él se alegaba que la calle Alfambra “se rotuló el 1 de mayo de 1942 en recuerdo de una batalla de la Guerra Civil”.

Sin embargo, el secretario de Cultura e Identidad Nazional de CHA, Marco Negredo, trasladó al edil mallorquín su sorpresa tras conocer la inclusión de la calle en el censo de calles elaborado por el gobierno balear para su cambio de nombre asegurando que la relación entre las dos localidades Alfambra y Palma se remonta al Fuero de Alfambra de 1174 que sirvió para iniciar la conquista de Valencia y de Mallorca por parte de Jaime I”.

Por eso desde el consistorio de Palma de Mallorca se ha decidido paralizar el proceso de cambio en la nomenclatura de varias calles y solicitar una reunión urgente con el Govern para aclarar si el listado es correcto. 

Desde CHA han propuesto al Ayuntamiento de Palma que deje constancia oficial de que la referencia a Alfambra está relacionada con los vínculos históricos entre ambas poblaciones “y que así conste en las publicaciones municipales como la página web, guías de turismo o callejeros”.

Por su parte, el secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses, José Manuel Salvador, ha confiado en que el proceso de revisión concluya positivamente. “Aragón y Baleares cuentan con una historia común, que en ocasiones es poco conocida por la ciudadanía”, ha advertido.

En este sentido, Salvador cree que se debería aprovechar la ocasión “para exponer y difundir los verdaderos motivos de esta denominación, ligados a los fuertes vínculos que unen a estos dos territorios que conformaban la Corona de Aragón”.