comarca del aranda
Aranda mira a su pasado celtibérico para atraer visitantes
El municipio pone en marcha un plan turístico para señalizar los monumentos con los que cuenta el municipio y crear un museo.
Aranda de Moncayo es la localidad que dio nombre a la comarca y al río. Su importancia de antaño, cuando era un lugar de trasiego para tratantes y comerciantes entre la meseta castellana y Aragón, aún es patente en su urbanismo. Hoy, perdida esa importancia económica y demográfica, se redescubre en un incipiente aprovechamiento turístico que deberá dotarla de nuevos bríos.
Para ello se ha elaborado un plan de dinamización turística, encargado a la empresa Tintaura S.L., en el que se han analizado los diferentes atractivos de la villa y su entorno y se han planteado estrategias de inversión con las que conseguir atraer visitantes a la localidad.
Para el alcalde, José Javier Jordán, las propuestas de este documento van a ayudar a que "poco a poco" se recupere "la vitalidad económica que el pueblo tuvo antaño". El regidor considera que es necesario ofrecer a los visitantes que se quieran acercar "alternativas de ocio que les permitan completar al menos una jornada en el municipio".
El proyecto presentado al municipio contempla la puesta en marcha de una web centrada en la promoción turística. También se plantea la señalización de los monumentos con que cuenta la población con atractivos como su iglesia, su castillo, dos fuentes romanas y numerosas casas palacio y una "arquitectura de gran valor", según se detalla en el plan.
Exhibir un casco recuperado
La propuesta de señalética se completa con el reaprovechamiento de un antiguo panel para contar una señal que glose los atractivos del núcleo bajo el emblema de un gran casco celtibérico como los expoliados y recuperados en el yacimiento local de Aratikos.
Esta orfebrería celtibérica puede convertirse en uno de los símbolos identitarios del municipio. El Ayuntamiento lleva tiempo trabajando para adecuar un pequeño museo y negociar con el Gobierno de Aragón que se pueda exhibir al menos uno de los cascos que han sido recuperados. Actualmente están expuestos en el Museo de Zaragoza. El Consistorio arandino ha reservado una partida de 6.000 euros este año para llevar a cabo las primeras acciones y esperan contar con respaldo de otras entidades y instituciones para su ejecución.
