Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El arte ha quedado con la ciencia

Palabras que se curvan. Ciencia que se convierte en metáfora. Y un título que pregunta y mosquea: ‘¿Sociedad Anónima de prójimos?’. Es la propuesta de un encuentro entre arte y ciencia con sitio para escucharse y dialogar.

‘Turangawaewae: the land I stand’, de la artista neozelandesa afincada en Zaragoza Sarah Shackleton.
‘Turangawaewae: the land I stand’, de la artista neozelandesa afincada en Zaragoza Sarah Shackleton.

‘Turangawaewae’ es una palabra maorí. Significa, nada más y nada menos, que ‘la tierra que pisamos’. "La tierra donde estamos en este preciso momento, con un sentido muy profundo de conexión y también la idea de que estamos sobre una parte de la Tierra durante un tiempo, pero no nos pertenece", explica la artista Sarah Shackleton, que ha titulado así, ‘Turangawaewae: the land I stand’, su obra más reciente. Llegó hasta allí, hasta ese preciso lugar que pisa, huyendo de los paisajes de otros cuadros suyos porque "quería profundizar, entender lo que está pasando, y para eso tuve que huir del paisaje como tópico, como algo distante, como una postal que no comunica nada acerca de esos elementos fluidos y cambiantes" que, a lo largo de millones o decenas de millones de años, modelan todo paisaje, de forma tan sumamente lenta que solemos percibir la Tierra como algo estático. A no ser que miremos con los ojos de la geología. Como ha hecho ella, movida por su preocupación por el medio ambiente y el cambio climático.

Shackleton lleva dos años trabajando con el geólogo Simon Cox, neozelandés como ella, en el marco del proyecto ‘Art-Earth’, que une a científicos y artistas. "La conexión con Simon me ha ayudado a indagar, a entrar en las montañas. Hablo de algo que fluye, que cambia", explica. Incluso el propio método de creación es pura fluidez, pues las líneas que, como estratos, se amontonan en sus obras, fueron trazadas sobre proyecciones de los vídeos que Cox le fue enviando durante el confinamiento, reflejando lo que veía como geólogo cuando caminaba por la playa "y lo que pienso como científico al leer la dinámica del paisaje", explica este investigador que resalta que, justamente en Nueva Zelanda, cuyo sistema de islas es "el resultado de la colisión de dos placas tectónicas, vemos lo dinámico que es el planeta".

Esta colaboración con la ciencia ha ayudado a Shackleton a hacer "ese viaje de vuelta a Nueva Zelanda, tan necesario personalmente y también para darnos cuenta de lo frágil que es la Tierra y de que tenemos que ser conscientes de la tierra que pisamos".

‘Cordillera de laboratorio’, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza
‘Cordillera de laboratorio’, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza
Francisco Jiménez
¿Oscila el miedo creando valles y crestas?
¿Cae igual una falla que un río?
¿Cae igual la mente humana?
¿Pierde el equilibrio sus colores antes de parir archipiélagos?
¿Cuántos miles de pasos dio la playa?
¿Ya se puede imaginar lo que ocurre en su interior?

A poca distancia, en la misma sala de exposiciones, al mismo tiempo y con lenguajes que se miran, una vitrina protege –y transforma– una ‘Cordillera de laboratorio’. La investigadora Teresa Román explica que, en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, crean estas cordilleras en miniatura, estas ‘máquinas del tiempo’ hechas de arena teñida de colores para "entender mejor procesos que se desarrollan durante largos periodos". "Reducimos los kilómetros a centímetros y los millones de años a horas y, como si fuera una máquina del tiempo, deformando este modelo geológico experimental, en unas horas recorremos los 30 millones de años necesarios para formar una cordillera como los Pirineos".

Pero, ahora que tanto se estila, decir ‘Me gusta’ no basta. Ese trocito de ciencia no está en una exposición de arte por bonito, sino, como alumbra la comisaria de ‘¿S.A. de prójimos?’, para "pasar la frontera de lo que nos gusta y acercarnos a los enigmas que la geología busca". En este caso, "igual que cuando en ‘land art’ se enmarca un fragmento y se focaliza un símbolo, aquí hemos expuesto unos modelos de divulgación científica que, en ese espacio, son ya metáforas".

Una cita con los ojos abiertos

"El arte ha quedado con la ciencia... ¿a hacerse preguntas que antes no estaban?". Detrás de esta frase está una voluntad de encuentro poco común, la que ha puesto M. Carmen Gascón al tejer la muestra que puede verse en la Fundación Caja Rural de Aragón. Hay también muchas horas de conversación, de "dedicarnos tiempo", entre científicos y artistas. Un contacto que ha dado también como fruto las preguntas poéticas que ponen el acento en esta exposición. "Es evidente que la ciencia aprende mirando la naturaleza y yo me pregunto ¿cómo aprendió la flor de loto a no mojarse?".

Para ella, "todo está más próximo y cercano de lo que parece. La gran ciencia y el arte son visionarios; se adelantan socialmente y a veces tienen las mismas intuiciones. El pensamiento científico se nutre de la capacidad de ‘ver’ las cosas de manera distinta a como las veíamos antes". Por eso este tipo de encuentros facilitan "nuevas preguntas y, por lo tanto, nuevas miradas", asegura.

‘Cartografía de luz’, de Prado R. Vielsa.
‘Cartografía de luz’, de Prado R. Vielsa.
Francisco Jiménez

A quienes ven lejos la ciencia por su dificultad les diría que "fácil o difícil es cuestión de entrenamiento. Hay que entrenar la mirada, igual que entrenamos en cuerpo para estar sanos, para tener una mirada más amplia". Y anima a retomar "el encuentro simbólico, pues la capacidad simbólica de la humanidad es previa al logos; el lenguaje de los símbolos es el lenguaje común universal". También advierte ante el riesgo de que la divulgación se convierta en espectáculo sin más: "Si se hace algo muy espectacular, que sea también simbólico, porque si no, no es transformador, del individuo y de la sociedad".

‘Cristales líquidos’ del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón
‘Cristales líquidos’ del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón
Francisco Jiménez
¿Cómo se cobijan los sueños ya alcanzados?
¿Quedan a merced de los depredadores?
¿Y si se rompen?
¿Aprenderán de los cristales líquidos a crecer de forma ordenada?
¿Dónde está el color que desobedece al mito?

Origen, memoria y transformación son tres conceptos que laten en la exposición. La instalación ‘Obligada desmemoria’ de Prado R. Vielsa invita a desaprender el paisaje. Su ‘Cartografía de luz’ curva los materiales y dialoga de cerca con los ‘Cristales líquidos’ que ha aportado el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA, CSIC-Unizar). Gascón recuerda cuando, hablando con Beatriz Latre, responsable de la Unidad de Cultura Científica del INMA, de este estado intermedio entre el orden y el desorden, descubrió la metáfora que encierra y "cuando te lo cuentas metafóricamente, te transforma" y le hace sentirse "como los cristales líquidos, con una parte ordenada y otra desordenada, intentando fluir".

‘Eufonías’, una de las obras de Mapi Rivera expuestas en la sede central de la Fundación Caja Rural de Aragón (C/ de Cuatro de Agosto).
‘Eufonías’, una de las obras de Mapi Rivera expuestas en la sede central de la Fundación Caja Rural de Aragón (C/ de Cuatro de Agosto).

Fluir como el agua, la palabra más intensamente pronunciada en las tres mesas redondas celebradas en torno a este encuentro arte-ciencia. Un elemento muy presente en los proyectos artísticos de Mapi Rivera, quien en sus ‘Eufonías’, muestra "un paisaje metafórico con un fondo de agua y un fondo cósmico, con un renacimiento a través de estas aguas abisales, misteriosas, un proceso de atravesarlas y emerger de lo subconsciente a lo consciente, porque, vitalmente, atravesaba esa noche oscura del alma".

Proyección de fotografías de Divina Campo en la exposición ‘¿S.A. de prójimos?’, que puede visitarse hasta el 9 de abril
Proyección de fotografías de Divina Campo en la exposición ‘¿S.A. de prójimos?’, que puede visitarse hasta el 9 de abril
Francisco Jiménez

De memoria y transformación hablan las fotografías de Divina Campo, como la que recuerda aquel Pilar aún en construcción.

Y transformar para entender es lo que propone el Instituto de Investigaciones en Matemáticas y Aplicaciones de Unizar, que enlaza las superficies algebraicas con las ecuaciones que las representan, entroncando álgebra y geometría, los números con sus operaciones y las figuras con sus transformaciones.

‘Cifras y formas’, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas y Aplicaciones de Unizar
‘Cifras y formas’, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas y Aplicaciones de Unizar
Francisco Jiménez
¿Entre el 1 y el 2 hay infinitas palabras?
¿Son miopes los idiomas?
¿Hay un meta-alfabeto cósmico?
¿Qué es un capricho?
¿Qué es convivir?

Sabedora de que "la ciencia nos enseña a comprender mejor el mundo, pero también nos da una idea de la vastedad de lo que aún ignoramos", Gascón no quiso encerrar esta cita arte-ciencia en un título sin misterio. Por eso le encanta que ‘¿S.A. de prójimos?’ haga pensar. Y reivindica: "No queremos solo consumir arte o ciencia, sino también producirla. No basta con resolver problemas, sino preguntarnos cuál es el problema, todo está próximo, todo está prójimo ¿y si lo afectivo y lo efectivo fueran el mismo teléfono?".

Poéticas preguntas que antes no estaban echan a rodar múltiples líneas de reflexión en cada esquina de la muestra.
Poéticas preguntas que antes no estaban echan a rodar múltiples líneas de reflexión en cada esquina de la muestra.
Francisco Jiménez

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