La Semana Santa echa el cierre con "una mirada optimista al futuro"

El Encuentro Glorioso se celebró ayer en la iglesia de Santa Rita y las cofradías ya piensan en las procesiones de 2022.

Relevo en las guaridas del Prendimiento en la Mantería.
Relevo en las guaridas del Prendimiento en la Mantería.
David Velasco

El balance de la Semana Santa de 2021 no puede sino ser un tanto agridulce. No ha habido procesiones ni se han escuchado tambores en las calles, pero los cofrades han podido volver a reunirse –con restricciones– y venerar sus imágenes. Las 25 hermandades zaragozanas miran con optimismo al futuro y ya hay quien lleva la cuenta de cuántos días faltan para el Domingo de Ramos del año que viene: ni más ni menos que 370. La Semana Santa de 2022 será tardana, pero se recibirá con más ganas que nunca, sobre todo, si queda atrás la pandemia y los pasos, las peanas, los tambores y las cornetas pueden volver a tomar las calles.

Este era el ánimo de muchos de los cofrades que se congregaron ayer en la parroquia de Santa Rita, donde –en la intimidad y sin grandes alharacas– se celebró el Encuentro Glorioso entre la Virgen de la Esperanza y el Resucitado. Generalmente la Hermandad de Cristo Resucitado suele llenar la plaza del Pilar de alegres redobles y jotas, pero este 2021 ha tocado hacer la celebración de forma más discreta.

Algunos cofrades explicaban que la Pascua y el símbolo de la Resurrección invita a «mirar al futuro con optimismo» y expresaban su ferviente deseo de que en 2022 se recuperaran las procesiones y tradiciones como el concurso de tambores. Otros, en corrillos en el patio de Agustinos, comentaban que desde tiempos de la República no se dejaba de celebrar de forma consecutiva la Semana Santa y admitían que «la tecnología puede ser un apoyo, pero nada supera la presencialidad y la emoción de salir a la calle».

Esta extraña Semana Santa los tambores se han escuchado con cuentagotas y lo más singular ha sido la posibilidad de ver algunas imágenes fuera de sus altares habituales, tras la negativa de la Diputación Provincial a abrir las puertas de San Cayetano. Así, para el recuerdo quedará la estampa del Cristo de la Cama a los pies del retablo del altar mayor del Pilar (era la cuarta vez que la talla visitaba la basílica) o la bendición de la nueva corona de la Piedad en San Felipe. La imposibilidad de tocar las tallas, las retransmisiones en Youtube o los actos a puerta cerrada (como el auto sacramental de la Columna)han sido la tónica de unos días de Pasión, que aspiran a recuperar en 2022 el esplendor y el brillo por el que fueron declarados de Interés Turístico Internacional en 2014.

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