heraldo escolar
Un año después, alumnos de Escolapios de Barbastro vuelven a dibujar los arcoíris de la esperanza
Símbolo de los peores días del confinamiento, de que todo iba a salir bien, con esta iniciativa, los escolares de infantil del centro barbastrense quieren lanzar un mensaje de optimismo ante la pandemia.
Desde el Colegio San José de Calasanz Escolapios de Barbastro (Huesca), el alumnado ha querido arrojar una nota de positivismo un año después de que la población del mundo entero haya sufrido una de las situaciones más inverosímiles dentro de la historia moderna de la humanidad como es el de un confinamiento domiciliario.
Símbolo de la esperanza
Por aquel entonces, se envió a los ciudadanos a un encierro, que todo el mundo intuía que podía ser para largo. Hemos preguntado al alumnado más joven qué recordaba de aquel momento, pero sus mentes abiertas y felices no lo percibieron con el agobio ni la sensación de reclusión que tuvieron los adultos; habrá que comprobar los efectos psicológicos que producirá en toda la población a largo plazo.
Echando la vista atrás, se recuerda con una mezcla de sonrisa forzada, un sentimiento de haber pasado una pesadilla de película de terror y el deseo ferviente de no querer volver a pasar por una situación semejante.
Para enviar este mensaje de positivismo y optimismo, el alumnado de infantil ha dibujado unos arcoíris –en recuerdo del que fuera símbolo de aquella época, que ellos mismos hicieron para decorar nuestras afligidas vidas enjauladas en los hogares–, con los que se volverá a dar una nota de color a las calles de la ciudad del Vero, Barbastro. Así, el alumnado expresa su deseo ferviente y la anhelada esperanza de que se atisbe la luz al final del túnel, de una situación que no han elegido vivir y que han capeado estoicamente de la mejor manera posible, como siempre, con una gran sonrisa, su gran poder.
