Cs solo retendría a un 11% de sus votantes si hubiera elecciones en Aragón y Podemos, a casi un 21%

Entre 2014 y 2015, Ciudadanos y Podemos pusieron en jaque el sistema bipartidista que había guiado la política nacional desde la Transición e hicieron temblar la hegemonía de los dos principales partidos nacionales, el PP y el PSOE. Hoy, apenas siete años después, estas dos formaciones han entrado en una profunda dinámica de desgaste, no solo en España, sino también en Aragón. Así lo evidencia la encuesta de A+M para HERALDO, que constata una estampida de votantes hacia otros partidos y un divorcio del electorado respecto a las estrategias de sus líderes que amenazan incluso su supervivencia política.

El sondeo analiza la fidelidad de voto de los dos partidos en la Comunidad y los porcentajes que alcanzan ambos son ínfimos. Las formaciones con baja fidelidad de voto se han movido tradicionalmente en horquillas que van del 30% al 50%. En esta encuesta, tanto Cs como Podemos quedarían lejos de esos porcentajes y sufrirían una sangría hacia otras opciones. Especialmente llamativa es la situación de los naranjas, que solo lograrían retener al 11% de los votantes. En el caso de Podemos, el porcentaje sería mayor, un 20,9%, pero en cualquier caso pírrico. En los dos partidos habría en torno a un 20% de los votantes que se muestran indecisos.

Fuga de votos

¿Cuál es el refugio de los viejos votantes de Ciudadanos y Podemos? PP, Vox y PSOE recibirían un 61% de los electores de Cs, especialmente las dos primeras formaciones. El giro centrista, con la mano que ha tendido a los socialistas en los últimos tiempos la líder nacional, Inés Arrimadas, no ha sido entendido por gran parte de su electorado, que retornaría a otras opciones del espectro de la derecha: un 27% al PP y un 22,3% a Vox.

Ciudadanos en su momento también se nutrió de votante socialista desencantado (un 27,4% de su electorado procedería de ahí, frente a un 35,8% del PP). No obstante, el PSOE recuperaría solo un 11%, por lo que todavía tiene a un 15,6% de sus antiguos simpatizantes en la formación liberal.

El rechazo de los votantes de Ciudadanos a los últimos acontecimientos protagonizados por el partido, como la moción de censura en Murcia, la cadena de ceses y dimisiones o el enfrentamiento interno entre los distintos cargos suscita un amplio rechazo: un 54,6% de su electorado está poco o nada de acuerdo con las decisiones adoptadas por la líder naranja. El 31%, en cambio, está muy o bastante de acuerdo con las últimas acciones de la dirección del partido naranja.

Desacuerdo con Pablo Iglesias

Algo parecido le ocurre a aquellos que optaron en el pasado por Podemos. La discrepancia con las decisiones de la dirección de la formación morada es mayoritaria: un 56,3% está poco o nada de acuerdo con las últimas decisiones de los podemistas, como por ejemplo la dimisión de su líder, Pablo Iglesias, como vicepresidente para convertirse en candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Solo un 7,7% está muy de acuerdo y un 24,9%, bastante de acuerdo. En este sentido, la acción de gobierno en Aragón, donde está coaligado con PSOE, PAR y CHA, no le permite romper las dinámicas nacionales a la baja en las que está inmerso el partido morado.

Después de haber aspirado en el pasado incluso al ‘sorpaso’ al PSOE, en la actualidad se encamina a abarcar el espacio político que tradicionalmente ha ocupado IU a la izquierda de los socialistas. Mantendría el apoyo de casi el 21% de su electorado, un porcentaje que pese a ser superior al de Cs es extremadamente bajo. Perdería votos en tres direcciones: un 19,2% se le iría al PSOE, un 17,1% a CHA y un 14,8% a IU, partido con el que está coaligado a nivel nacional pero con el que compite electoralmente en Aragón.

Estas tres formaciones son precisamente las que nutrieron en los últimos años el crecimiento fulgurante de Podemos. Solo el PSOE cedió casi un 41% de su electorado tradicional a los morados, porcentaje que se quedó en el 23,3% en el caso de IU y en el 16% en el de CHA. Esto hace que el PSOE todavía tenga margen de retorno de antiguos votantes que se fueron a Podemos (un 21%), mientras que los nacionalistas ya habrían recuperado todos los votos que perdieron en su día en favor del partido de Iglesias.