Más de 400 alumnos de la Universidad de Zaragoza solicitan una beca covid

Se trata de 300.000 euros financiados por la DGA. Además, la pandemia ha supuesto un gasto de casi 7 millones para el campus público.

Examen ayer en la Facultad de Educación de Zaragoza, con la ventana y puerta abiertas.
Examen en la Facultad de Educación de Zaragoza celebrado el pasado enero .
Guillermo Mestre

Más de 400 alumnos de la Universidad de Zaragoza han solicitado las becas covid puestas en marcha con la financiación del Gobierno de Aragón. La línea de ayudas cuenta con un presupuesto de 300.000 euros y cada beneficiario recibirá un máximo de 900, según la situación en la que se encuentre a consecuencia de esta crisis. Forman parte de la labor desempeñada desde el campus público y la Consejería de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento para lograr que ningún alumno se quede atrás. De hecho, la pandemia ya ha supuesto para la institución académica un desembolso de cerca de siete millones de euros.

La crisis sanitaria y económica ha provocado que muchos alumnos se encuentren con más dificultades de las previstas para continuar sus estudios. Conocedores de ello, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, y la consejera Maru Díaz impulsaron las nuevas becas covid, que se resolverán en unas semanas. El objetivo es que ningún alumno deba abandonar su formación por haber perdido el trabajo o cualquier otra circunstancia relacionada con la covid-19.

Para ello se impulsó esta convocatoria que cuenta con un presupuesto de 300.000 euros y ha recibido, según los datos facilitados por la Universidad de Zaragoza, un total de 413 solicitudes. Para pedirla era necesario residir en Aragón desde antes de marzo de 2020, estar matriculado en al menos 30 créditos de un grado y, además, sufrir consecuencias sanitarias o económicas relacionadas con el coronavirus

De este modo, en función de ello se otorgarán una serie de puntos. Que haya fallecido uno de los principales sustentadores de la familia por covid supone cuatro puntos. Se otorgarán dos cuando las patologías sanitarias hayan afectado a la economía familiar, se esté en ERTE, se haya reducido la jornada laboral o sea un autónomo que cobre el beneficio extraordinario por cese de actividad. También se podían acreditar otras causas, que serán valoradas por la comisión . Así, las cuantías oscilarán entre los 200 y 900 en función de los puntos reconocidos, entre un mínimo de uno y más de seis.

Estos montantes se ponen a disposición de los estudiantes después de que el campus haya agotado el fondo solidario covid-19, que alcanzó los 50.000 euros. Durante este curso, destacó el rector Mayoral en su última intervención en las Cortes, han crecido las ayudas por causas sobrevenidas, poniendo en evidencia los importantes efectos de la pandemia en la comunidad universitaria.

Una inversión millonaria

De hecho, el mayor gasto para la institución académica han sido los cerca de 3 millones de euros menos que se han ingresado por la reducción de las tasas tanto en primera y segunda matrícula como por la decisión de que no corriera la convocatoria para los alumnos que suspendieron durante el confinamiento. "El objetivo era reducir el impacto de los efectos colaterales de la pandemia hacia el estudiantado, pero ha implicado una notable reducción de ingresos para la institución", reconoce Margarita Labrador, vicerrectora de Economía del campus. Además, recalca que para que se pueda garantizar la calidad y sostenibilidad de la institución es necesario que esta cuantía, "más pronto que tarde", sea compensada.

Otros dos millones de euros corresponden a la minoración de ingresos por los cánones de las cafeterías y otros contratos de la Universidad. Destacan además, los 1,2 millones de euros destinados a equipamientos y comunicaciones, entre los que se encuentran más de 250 cámaras para retransmitir las clases en ‘streaming’. "También se han adquirido licencias adicionales, equipos de comunicaciones, se han comprado equipos portátiles y tarjetas de datos para el alumnado así como discos e infraestructura informática de refuerzo", puntualiza Labrador.

El resto de cuantías, hasta alcanzar los casi siete millones, corresponden a material sanitario y de protección, cursos o la contratación de limpieza extraordinaria. Labrador recalca que para atender estas necesidades sobrevenidas, la Universidad ha tenido que "desviar recursos económicos" de unas partidas a otras. Recalca que el gasto "más difícil" de afrontar es el "necesario no ejecutado", es decir, "aquel que podríamos haber hecho para gestionar mejor la situación y, en cambio, no hemos podido ejecutar como consecuencia de la insuficiencia de recursos puestos a disposición para las universidades".

Reconoce que la previsión de cara al próximo ejercicio no es más alentadora, aunque le gustaría incluir más "recursos de prevención, imagen, comunicación, formación, equipamiento informático...". De momento, el campus universitario recibió a finales de año 8,2 millones de euros por parte del Departamento que dirige Díaz. Una cuantía que ha permitido ir sorteando esta crisis sanitaria y económica que todavía perdurará.

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