Covid-19
El Pirineo recibe ya las primeras reservas y espera el lleno este fin de semana
Los hosteleros auguran una alta ocupación también en Semana Santa tras meses de cierres y pérdidas.
El anuncio del fin del confinamiento provincial tuvo ayer un efecto inmediato en el Pirineo. Los teléfonos de hoteles y casas rurales empezaron a sonar tras cuatro meses en los que el turismo se había limitado a los propios vecinos de la provincia. Los hosteleros esperan un fin de semana de altas ocupaciones y ya han empezado a coger reservas para Semana Santa.
Para Eva Bizarro, gerente de la Asociación Turística Empresarial del Valle de Benasque, esta decisión supone "vislumbrar un poco de luz". "Esperamos que la apertura se afiance, no podemos volver a atrás", afirmó. Cree, además, que el Ejecutivo de Javier Lambán tendría que trabajar con otras comunidades para habilitar corredores seguros para los propietarios de segundas residencias.
También desde el valle de Benasque, Ainhoa Lozano, portavoz del movimiento ciudadano SOS Pirineo Aragonés, que en los últimos meses han convocado una treintena de concentraciones reclamando ayudas directas y el desconfinamiento provincial, reconoció que era la noticia que estaban esperando desde hace semanas. "El teléfono ya ha empezado a sonar esta mañana con llamadas de gente de Zaragoza que pedían reserva", aseguró Lozano, propietaria de un hotel restaurante.
Para la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania, Acomseja, el desconfinamiento supone "un balón de oxígeno" que va a ayudar a paliar parte del "desastre económico" que ha sido la temporada.
El colectivo había impulsado una campaña de promoción para toda la provincia, iniciativa que ahora extenderá a al conjunto de la Comunidad. "Comerciantes y hosteleros estamos muy contentos. No obstante, a estas alturas de la temporada no va a ser ninguna solución. Lo gordo ya ha pasado", apuntó su presidenta, Marian Bandrés.
Por su parte, la Asociación Turística Valle de Tena espera que este sea "el principio del final". Lo dijo su presidente, Jesús Pellejero, quien reconoció que los empresarios están por fin "contentos". Abogó, en todo caso, por "seguir siendo prudentes" para que este desconfinamiento no signifique un nuevo incremento de casos. "Hay que seguir haciendo las cosas bien", reiteró.
Un balance agridulce
Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural, cree que "indudablemente, la apertura se va a notar muchísimo". El sector espera una inmediata reacción por parte de los aragoneses. Sobre todo con reservas de última hora, por lo que estas próximas 48 horas se prevén intensas tras un inicio de año en el que el teléfono apenas ha sonado. "Hasta ahora, muchos llamaban y preguntaban por las medidas higiénicosanitarias del establecimiento. Se interesaban, por ejemplo, por si contaba con el sello de ‘alojamiento seguro’. Esperamos que esas llamadas se traduzcan en reservas", comentó.
El balance global es, para muchos, agridulce, ya que esta será una Semana Santa sin vascos, navarros, riojanos o castellanos y leoneses, sus principales clientes.
Para zonas como la del Moncayo, la apertura de los límites provinciales podría suponer un menor número de visitantes. "Hasta ahora hemos estado hasta los topes gracias a los visitantes de otros puntos de la provincia. Se ha estado trabajando muy bien y sin ningún problema. Habrá gente que se marche al Pirineo, aunque esperamos que siga yendo bien", dijo Jesús Santo Tomás, responsable de la asociación de casas rurales del Moncayo.
Tanto es así que para este fin de semana está ya todo "prácticamente lleno". "También para Semana Santa, aunque no esperamos las grandes aglomeraciones de los últimos fines de semana", agregó. En su opinión, el cierre de la Comunidad es "lo más sensato, dadas las circunstancias".
"Estamos ahogados"
En Teruel, hoteles, restaurantes y empresas turísticas recibieron con los brazos abiertos el desconfinamiento. "Es una buenísima noticia, porque estamos ahogados y no podemos más", afirmó el presidente del sector, Roche Murciano, quien recordó que muchos alojamientos llevan seis meses cerrados, "sin facturar ni un euro, pero asumiendo todos los gastos".
En la comarca del Maestrazgo, el anuncio animó a algunos establecimientos a reabrir, como el hotel Balfagón de Cantavieja, cuyo gerente, Mariano Balfagón, confesó tener "muchas ganas" de volver a ver a sus clientes, varios de los cuales ya llamaron ayer para informarse de la situación.
No todos los hosteleros de esta turística comarca lo tenían tan claro. María Pilar Beltrán, propietaria del restaurante ‘4 Vientos’ y de tres apartamentos rurales en esta misma localidad, destacó la necesidad de que también acabe el aislamiento con la Comunidad Valenciana, puesto que el 90% del turismo en la zona procede de allí. "No es fácil sacar a todos los trabajadores del ERTE sin saber a ciencia cierta si será rentable abrir solo con el turismo aragonés. Esta incertidumbre nos mata", afirmó.
En la Sierra de Albarracín, nada más conocerse la noticia del desconfinamiento el parque faunístico La Maleza, en Tramacastilla, recibió una decena de llamadas de gente interesada en visitar el recinto, mientras que en días anteriores no se producía ninguna.
