coronavirus en aragón
El Gobierno aragonés ya no ve necesario el hospital de campaña y lo desmontará a finales de mes
Cumplirá un año sin uso en la Feria con un coste de 6,6 millones en la compra y alquiler del equipamiento. Sus 400 camas se podrían destinar a centros sanitarios y las carpas se guardarán para otras emergencias.
El hospital de campaña instalado por el Gobierno de Aragón en la Feria de Zaragoza tiene los días contados. La caída de los contagios y de la presión asistencial, unida al avance en el proceso de vacunación, ha llevado finalmente a las autoridades sanitarias a tomar la decisión de desmontarlo sin haber sido necesaria su utilización durante la pandemia. La instalación se hizo en un tiempo récord hace un año y a finales de mes expira la última prórroga firmada del contrato de arrendamiento de los equipos, que ya no se renovará tras haber hecho un desembolso de casi 6,6 millones de euros.
El presidente aragonés, Javier Lambán, ya expresó su deseo de que no tuviera que acoger pacientes con coronavirus, al igual que la otra instalación provisional que se montó en la sala Multiusos del Auditorio con el mismo fin. En este caso, tan solo permaneció tres meses y supuso un coste de 617.00 euros.
Al igual que entonces, parte del material adquirido para el hospital de campaña de la Feria de Zaragoza se pretende reciclar ahora. En concreto, las 400 camas articuladas y otras tantas taquillas, armarios y lámparas repartidas por los cuatro módulos de hospitalización, que ahora podrían servir para renovar parte del mobiliario de los hospitales públicos aragoneses, según indicaron a este diario fuentes oficiales de la Consejería de Sanidad. Las 105 camas que se compraron para la Multiusos del Auditorio acabaron en los centros de rehabilitación psicosocial el pasado mes de junio.
Una estructura modular
El hospital de la Feria se encargó a la empresa aragonesa Arpa Equipos Móviles de Campaña, una de las siete especializadas que hay en el mundo, que en cuestión de días montó unas instalaciones de 5.500 metros cuadrados de superficie repartidas entre los pabellones 6 y 7 del recinto (boxes de hospitalización y zona de acceso y recepción) . Dotado con 400 camas, disponía de espacio suficiente para poder alojar otras 200 en caso de emergencia al idearse con una estructura modular ampliable a petición del cliente.
Su diseño estaba concebido para el ingreso de pacientes que no revistieran gravedad, dado que sus cuatro módulos contaban únicamente con boxes convencionales de hospitalización y no con una unidad de cuidados intensivos.
Los hospitales aragoneses nunca se han llegado a saturar en las cuatro sucesivas olas de la pandemia, pero se ha mantenido la instalación por si en un momento se registrara un pico que desbordara la red sanitaria.
Casi un tercio de las camas de hospitalización convencional de Aragón están libres en la actualidad, 1.179 de las 3.958 que suman los hospitales públicos y privados, por lo que se ha optado finalmente por desmontar ya el hospital de campaña al sumarse a la caída de los contagios y al avance de la vacunación.
Un contrato de emergencia
El contrato de emergencia firmado con Arpa para la instalación ‘llaves en mano’ del hospital de la Feria incluía la compra de los cuatro módulos de campaña y su mobiliario por un importe de 4.489.629 euros, además del arrendamiento del grupo electrógeno, los equipos de climatización, el suelo modular de los pabellones y los paneles necesarios para crear los recintos de hospitalización. En este caso, el coste inicial del alquiler y mantenimiento por un periodo de seis meses supusieron el pago de otros 694.913 euros.
Desde entonces, se han ido firmado sucesivas prórrogas trimestrales y la última expira a finales de mes y no hay intención de renovarla por parte de los responsables del Salud. En total, el coste del arrendamiento asciende a 2.103.642 euros. Aunque nunca se ha llegado a utilizar, el personal de la compañía Arpa ha revisado semanalmente el estado de las instalaciones para poder garantizar su plena operatividad.
Las citadas fuentes oficiales de Sanidad indicaron que todavía no se ha decidido dónde se acabarán almacenando los contenedores con la estructura de los módulos de hospitalización. La intención inicial era distribuirlos por el territorio para su oportuno despliegue, de modo que se pueda utilizar en cualquier tipo de emergencia.
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