Válvulas ‘made in Aragón’ con destino Rusia, China y por primera vez EE. UU.
Ringo Válvulas cierra en 2020 una facturación de 50 millones gracias al90% de exportación, pese a la pandemia

La pandemia no ha conseguido frenar la vocación exportadora de Ringo Válvulas, ubicada en el polígono Empresarium, que sigue vendiendo sus grandes piezas de ingeniería a plataformas petrolíferas y centrales eléctricas de todo el mundo. Pese a que muchos mercados han tenido que cerrar por el coronavirus, la empresa que dirige José Manuel García ha conseguido que la exportación siga representando el 90% de sus ventas. El sector de petróleo y gas en todas sus variantes ha supuesto un 78% y el de producción de energía eléctrica un 22% de esos 50 millones que han facturado.
Tener contratos con ‘Petroleum Development de Oman’, con Emiratos Árabes (Abu Dhabi) o la compañía rusa Rosatom les ha permitido salvar un año difícil y también haber conseguido acceder por primera vez a un mercado tan difícil como el norteamericano. «Acabamos de entregar nuestro primer contrato para una central de producción de energía eléctrica en Estados Unidos y tenemos contratos para válvulas similares en Canadá. Hasta ahora no habíamos conseguimos penetrar», reconoce el directivo. Ringo Válvulas ha conseguido así un hito al sortear las barreras arancelarias y de todo tipo que representa EE. UU. y estar ya presente con su producto en las grandes potencias del mundo.
De hecho han terminado y entregado ya las válvulas fabricadas para la Central termosolar de Urat en Inner Mongolia (China). «Con una potencia de 100 MW, la central es en estos momentos el canal parabólico mayor de China. Las válvulas suministradas son para el servicio de sales fundidas», explica.
Estas válvulas ‘made in Aragón’ han logrado sortear la pandemia y llegar también a destinos como Vietnam. Aún no está concluido, pero están trabajando desde la planta zaragozana para el proyecto petroquímico ‘Long Son’ al que suministran las válvulas más resistentes de la planta, incluyendo las atemperadoras de vapor supercrítico (servicio a unos 500º C).
También trabajan, recordó, en la fabricación de válvulas para una planta de regasificación de gas licuado (LNG) para el proyecto Kem One en Francia. «Las válvulas son para servicio criogénico a -196º C». El alto grado de especialización adquirido durante los 21 años –los cumplirán en septiembre– que Ringo Válvulas lleva trabajando y la ingeniería que han desarrollado les han permitido estar bien posicionados en el mundo. Han podido así competir con grandes firmas internacionales, de la mano de «empresas de ingeniería y construcción españolas con gran prestigio y muy competitivas en los mercados internacionales», con las que esta empresa colabora asiduamente en proyectos que ejecutan en terceros países.
La innovación ha sido parte también de la identidad de la compañía que empezó con cinco trabajadores y ahora está en los 120.
Apuesta por el hidrógeno
Ringo Válvulas está desarrollando una nueva línea de producto orientada al servicio de hidrógeno líquido, un sector en claro desarrollo como solución para la transición hacia las energías limpias. «La dificultad de este servicio es la bajísima temperatura del fluido (-254º C), lo que hace necesario un importante desarrollo e ingeniería» que el directivo, recuerda, está acometiendo el departamento de I+D. Se encuentran en la fase de diseño y esperan construir los primeros prototipos durante este año con las correspondientes pruebas de homologación y validación.
Nuevos desarrollos e inversión han acompañado la trayectoria de esta empresa que se plantea ya construir unas nuevas instalaciones para poder tenerlas en funcionamiento al inicio de 2023. Están ahora cerrando la compra de los terrenos. Es una inversión prevista para este año y el próximo incluida dentro del plan estratégico que ha elaborado a cinco años.
«La idea es separar nuestra producción en dos divisiones, una de producto totalmente especial y hecho a la media del cliente –donde no hay competencia procedente de países de bajo coste al carecer del nivel tecnológico requerido– y otra para producto más estandarizado que tiene un mayor volumen de consumo, que garantiza un flujo constante y estable de pedidos». Es en esta línea, apunta, donde «es preciso ser más competitivos en precio y plazo de entrega».
En cuanto a las expectativas para este año, García espera «mantener las cifras de 2020 o crecimientos muy ligeros debido a que la covid-19 ha paralizado muchos proyectos y retrasado decisiones de inversión, un efecto que se va a notar en la facturación de 2021», ya que los periodos de maduración de sus pedidos son largos.