nutrición y consumo
Aceite, jamón o ternasco: así afectará el semáforo NutriScore a los productos aragoneses
El Ministerio de Consumo implantará en los próximos meses un sistema de etiquetado que calificará los productos según su calidad nutricional. Los nutricionistas consideran que este sistema no es "válido" mientras la OCU opina que "es una herramienta que ayuda a los consumidores a comer mejor".
¿Es justo el semáforo de NutriScore? La polémica está servida, especialmente entre los productores del aceite de oliva y del jamón ibérico. El Gobierno de España pretende implantar en los próximos meses un nuevo etiquetado en los productos alimenticios para diferenciar los productos sanos de los que no lo son tanto. Se les atribuirá una letra de la 'A' a la 'E' junto con un color que irá del verde al rojo, pasando por diferentes tonos como el amarillo -la 'A' en verde oscuro corresponde al producto más sano mientras que la 'E' en rojo al menos recomendable-. Este semáforo valora los ingredientes del producto y la proporción en la que se encuentran. Sin embargo, los nutricionistas consideran que este etiquetado va a generar más problemas de los que pretendía resolver y que incluso será más confuso para los ciudadanos.
“En mi opinión este sistema no es válido. Corremos el peligro de que ciertos productos que tienen alta calidad desde el punto de vista nutricional queden fuera o mal parados porque para este semáforo solo se tienen en cuentan algunos componentes y nutrientes”, señala Raúl Luzón, nutricionista del Real Zaragoza. De la misma opinión es Rafael Bel Roé, médico estético aragonés especializado en nutrición, que considera que es un sistema que “no es adecuado y que lleva a la confusión de los usuarios”. “Es una forma de sacar la cara a los ultraprocesados. Unos cereales por llevar algo de fruta tiene calificaciones como B o C siendo que tendrían que llevar una E”, sostiene el doctor. Según, Luzón y otros nutricionistas de prestigio como Carlos Ríos, “la industria de los productos no saludables se va a ver beneficiada con este semáforo. Como conocen los componentes que hacen tener mejor calificación, añadirán algunos ingredientes a los productos para no obtener la peor nota”, señala el nutricionista y dietista.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) defienden que este semáforo "no está diseñado para servir a los intereses de la industria, sino que se trata de una herramienta que ayuda a los consumidores a comprar y comer mejor".
Aceite de oliva
El Ministerio de Consumo decidió este martes sacar al aceite de oliva del semáforo nutricional temporalmente para valorar detenidamente en qué letra deberá de situarse cada uno de los distintos tipos -aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen y aceite de oliva-. En primera estancia, todos ellos iban a ser calificados con C, algo que no convencía al sector. "Podemos decir que una buena parte del producto aragonés es aceite de oliva virgen extra y la bondad nutricional es muy superior a la de aceite de oliva. Si realmente se etiqueta conforme la bondad nutricional habrá una diferencia clara. El aceite de oliva virgen extra estará en la A", señala el CEO de la empresa aragonesa Aceites Lis, Sergio Lis.
Lo más importante, según este empresario, es que el producto lleve siempre el semáforo de NutriScore. "Si nosotros no lo llevamos y el resto de productos de Europa sí, las ventas descenderán significativamente, porque el consumidor optará siempre por el que lleve la etiqueta", explica.
El Consejo Regulador de Aceite de Oliva Denominación de Origen Bajo Aragón insiste en que poner a todos los aceites la misma calificación "no es la solución". “De esta manera nos ponen a la misma altura que el aceite de palma, de girasol y otros que son menos beneficiosos. Además, el aceite de oliva virgen extra debería de tener la A, mientras que el aceite de oliva una calificación mejor a la que se ha planteado”, subrayan desde el Consejo Regulador.
Jamón ibérico
El dueño de Jamones Martí, una empresa de Aguaviva que se dedica al secado de jamones desde hace más de 30 años, considera que la iniciativa es buena y persigue un buen fin, pero que “es muy simplista ya que la información se acaba reduciendo a un semáforo”.
“Se tiene en cuenta el contenido de sal y de grasas y el jamón no es precisamente un alimento bajo en estas, por tanto, dentro de esta clasificación saldría perjudicando. Esto daría una impresión al consumidor de que es un alimento poco saludable y no se ajusta a la realidad. Su contenido en proteínas es elevado, al igual que en otros nutrientes como fósforo, pero no se tienen tanto en cuenta en este medidor”, explica José Ramón Martí.
El Jamón de Teruel, según explica Ricardo Mosteo, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, “es un producto muy completo, equilibrado y con beneficios cardiosaludables por su perfil lipídico, densidad de nutrientes y aportes minerales y vitaminas, algo que respalda un estudio de la Universidad de Zaragoza”. Sin embargo, es un producto que sale mal parado en el semáforo -entre la D y la E-. Por ello, los productores piden retirar este etiquetado en este típico producto español para no perjudicar en las ventas y no confundir a los usuarios.
“La clasificación de NutrisCore no puede tirar por tierra todas las virtudes que tienen productos que forman parte de nuestra dieta mediterránea y que avalan estudios minuciosos elaborados por nutricionistas, médicos, veterinarios y profesionales del ámbito agroalimentario”, señala Mosteo.
Ternasco de Aragón
Desde el Grupo Cooperativo Pastores, que tiene el 75% de la producción en la Comunidad aragonesa, explican que por el momento, no están obligados a incluir el semáforo de NutriScore. "No valoramos incluirlo porque nuestros clientes, que son muy exigentes con la calidad del producto, tampoco nos lo han demandado", señalan desde el Grupo.
Por el momento, el Ministerio ha decidido que no se etiquetará con este nuevo código productos que no estén elaborados con varios ingredientes.
El Grupo aragonés cree que no tendrán que implantarlo ya que Origen España ha presentado un documento de posicionamiento, ante las administraciones nacionales, autonómicas y la Comisión Europea, para solicitar la exclusión del etiquetado nutricional NutriScore en los productos agroalimentarios con esquema de calidad diferenciada DOP (Denominación de Origen Protegida) e IGP (Indicación Geográfica Protegida), “como forma de protegerlas, preservarlas y darles valor de cara a los consumidores”.
España implantará el etiquetado en uno meses y la intención de la Comisión Europea es avanzar hacia el etiquetado común y obligatorio en todo el territorio en 2022.
