estado de alarma

Los alcaldes de los pueblos pequeños reclaman la "ruralización" de las limitaciones horarias

Consideran que la normativa se hace desde Zaragoza sin tener en cuenta la singularidad de las localidades más pequeñas.

Algunos vecinos en el bar de Urriés, cuyo cartel lo denomina también Hogar social.
Algunos vecinos en el bar de Urriés, cuyo cartel lo denomina también Hogar social.
N. B.

En Aragón hay cerca de 200 municipios con menos de un centenar de habitantes. Algunos de sus alcaldes muestran su preocupación ante las pérdidas que están registrando los pequeños negocios hosteleros debido a las limitaciones de horarios que obligan a que cierren a las 18.00 de viernes a domingo, al menos, durante un mes más. Reclaman una normativa adaptada a la realidad rural siempre que la incidencia de contagios lo permita.

Es el caso del alcalde de Urriés, Armando Soria. Rechaza lo que él define como "pan para todos". "Hay que asumir que la situación está muy complicada y que es muy complejo tomar decisiones pero debería hacerse teniendo en cuenta realidades diferentes. Se legisla desde Zaragoza sin que importe nuestra realidad. Asumimos que suceda así desde Madrid pero del edificio Pignatelli esperaba mucho más", se queja.

Llama la atención sobre la importancia que los pequeños negocios desempeñan en estas poblaciones. En Urriés acaban de llegar tras la pandemia al medio centenar de vecinos. "Ocupan a un porcentaje importante de la población. Aquí dos personas pueden significar el 20% de la población y son servicios estratégicos, tanto como la GM puede ser para Zaragoza. Si la familia que gestiona el bar desaparece, tenemos un problema muy serio. No sabemos cuánto se puede alargar esta situación y si de nuevo no podemos hacer las fiestas porque, con razón es un momento peligroso, nuestros negocios están abocados a desaparecer", señala.

Soria reclama la "ruralización" de la normativa, "que se tenga en cuenta la singularidad de los pequeños pueblos cuando se trate de zonas con muy escasa incidencia del virus". "Las Altas Cinco Villas tienen cero casos desde hace meses y en alguna zona desde siempre", subraya.

No es la primera vez que se solicitan medidas excepcionales para el medio rural. Regidores y hosteleros de algunos pueblos de Huesca también pidieron el pasado noviembre, cuando se prohibió consumir dentro de los locales, que se aplicaran a estos negocios una modulación de aforos en el interior similar a lo que se permitió en los polígonos y las estaciones de servicio.

El alcalde de Urriés trasladó su malestar la semana pasada al Departamento de Sanidad. "Ellos plantean que ante esta situación se deben solicitar ayudas pero nosotros decimos que no queremos pedir ayudas sino que se nos escuche. Señalan que tratarnos diferente sería un agravio comparativo para los demás. Yo entiendo que es lo contrario. No se nos tiene en cuenta para nada", recalca.

El regidor insiste en que con el cierre perimetral de los municipios que tienen altas tasa de covid como Zaragoza o Ejea "aquí no viene nadie de fuera" y por eso "no se entiende la obligación de adelantar tanto los horarios de cierre". Afortunadamente, reconoce , estos pueblos consiguieron recientemente que se atendiera la petición de poder llevar a cabo las compras en la población navarra de Sangüesa, a pesar de los confinamientos provincial y autonómico, dada la relación comercial que mantienen habitualmente con la vecina Comunidad Foral.

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