Comerciantes y hosteleros critican el "caos" de restricciones entre comunidades

Comerciantes y hosteleros critican el "caos" de restricciones provocado por las medidas aprobadas por las comunidades autónomas para frenar la escalada de contagios por coronavirus. La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión de la Comunidad de Madrid de ampliar de cuatro a seis el número de comensales permitidos por mesa en las terrazas, una postura que contrasta con el cierre total de la hostelería en Asturias, Castilla-La Mancha, Murcia, Castilla y León o la Comunidad Valenciana.

El presidente de Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, Luis Vaquer, aseguró que el caos informativo es "total" tanto para el cliente como para el empresario. "La impresión que tenemos es que las comunidades que han sido más restrictivas con la hostelería están obteniendo un resultado muy parecido a las que han sido más permisivas", dijo.

El escenario actual, afirmó, es de "parálisis total" por las limitaciones de movilidad, lo que "dificulta gravemente la actividad" a la mayor parte de los negocios. "Ya da igual que te permitan estar al 30% o al 50%. La gente ha cogido miedo", comentó.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares, José María Marteles, cree que la respuesta normativa de las comunidades autónomas ha sido "francamente deficiente". "Algunas han hecho mayores esfuerzos por buscar un equilibrio entre la salud y la economía. Otras, en cambio, han optado por la vía de la imposición", lamentó.

A su entender, habría sido deseable "una gestión coordinada" que hubiera redundado en mayores cotas de seguridad jurídica y un tratamiento igualitario. "Urge que el Gobierno de España apruebe ayudas directas a las empresas de tramitación ágil", apostilló.

Para José Antonio Pueyo, presidente de la Federación del Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), el desconcierto entre la población es "manifiesto". "El cambio cada poco tiempo en horarios y aforos y prohibiciones como la de fumar en terrazas confunden a los ciudadanos. Si a esto añadimos las 17 normas distintas de cada autonomía, el problema se agrava", expuso.

Todo esto, señaló, "hace bajar la confianza del consumidor" a la hora de hacer sus compras e incluso rebaja las expectativas de que el futuro económico vaya a mejor. "También se resiente la de los empresarios, que retrasan sus inversiones o aceleran los despidos y cierres", agregó. La Federación también ha comprobado que los confinamientos de las ciudades han fomentado las compras ‘online’ en las grandes plataformas. "Seguimos inmersos en la incógnita de cuándo va a superarse el problema de la pandemia", dijo.