Covid-19

Aragón necesitará cerca de 170.000 vacunas para inmunizar a los mayores de 80 años

Sanidad estima que 85.000 personas pertenecen a este grupo de edad y que el proceso podría durar varios meses.

La vacunación de los mayores de 80 empezaría a final de mes
La vacunación de los mayores de 80 empezaría a final de mes
Oliver Duch

Aragón necesitará 170.000 vacunas para inmunizar a los mayores de 80 años no institucionalizados, es decir, aquellos que no viven en residencias y no están considerados grandes dependientes. El Departamento de Sanidad estima que a este colectivo pertenecen unas 85.000 personas. El Ejecutivo prevé suministrar las primeras dosis a finales de mes o principios de marzo, y podría tardar alrededor de tres meses en completar el proceso. El propio jefe de servicio de Prevención de Salud Pública, Luis Gascón, reconoció a principios de semana que habría que esperar al siguiente trimestre para administrar las dos dosis a todos los mayores que den su autorización.

Tras descartarse la vacuna de Astra Zeneca para los mayores de 55 años, la población de 80 en adelante tendrá que ser inoculada con las de Pfizer y Moderna, que vienen suministrando a la Comunidad alrededor de 14.000 unidades semanales. Según datos del Ministerio de Sanidad, el Gobierno de España ha entregado a la DGA 71.075 dosis en el último mes y medio: 68.175 de Pfizer y 2.900 de las de Moderna. Esto quiere decir que, solo para cubrir a los mayores de 80 no institucionalizados, Aragón necesitaría más del doble de las ya recibidas.

El calendario, apuntaron desde la Consejería de Sanidad, estará lógicamente condicionado por las unidades que lleguen. También por las segundas dosis. El hecho de que se requiera otro pinchazo a los 21 o 28 días se ha convertido en el particular cuello de botella del proceso de inmunización. Más aún en las próximas semanas, en las que se tendrá que volver a inocular a todo el personal sanitario y a los grandes dependientes.

La principal esperanza está en que Pfizer empiece a enviar más dosis en las próximas semanas, una decisión que permitiría acortar los plazos. La vacunación de este grupo de edad, considerado de riesgo, será, en cualquier caso, el mayor reto del Departamento de Sanidad en lo que va de campaña. Sobre todo teniendo en cuenta que tendrá que compatibilizarse con la inoculación a profesionales sanitarios y sociosanitarios de fuera de la primera línea, docentes, funcionarios de prisiones, voluntarios de Protección Civil y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con las dosis de Astra Zeneca.

Los sindicatos consultados temen que la vacunación de los mayores de 80 años, que se desarrollará en los centros de salud siguiendo el esquema de la campaña de la gripe, "sature aún más" los ambulatorios. "Tememos que se puedan masificar, de ahí que planteásemos habilitar otros espacios que permitieran trabajar sin condicionar el resto de actividades que se desarrollan en los centros día a día", explicó el presidente del sindicato de médicos de Atención Primaria (Fasamet), Leandro Catalán.

El tema se trató en la última mesa sectorial, aunque, por el momento, sigue habiendo dudas. "Se tiene que concretar, por ejemplo, qué orden se seguirá. El criterio más transparente sería la edad. No es lo mismo hablar de más de 80 años en general que empezar por los mayores de 90. Si no se hace así será un problema", admitió.

A Fasamet le preocupa, sobre todo, que haya vacunas, ya que 85.000 personas y 170.000 dosis "son cifras mayores". También el hecho de que haya personal suficiente. Catalán espera tener pronto más información, ya que Sanidad se comprometió a reunirles en cuanto termine de diseñar el plan.

Otro aspecto importante, señaló la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Teresa Tolosana, será que quienes sean citados acudan en tiempo y forma. "Durante la campaña contra la gripe, alrededor de un 5% de las personas que tenían hora no se presentaban. Esto no puede ocurrir, ya que con las vacunas contra el coronavirus apenas hay margen de actuación una vez reconstituidas", aseveró.

Esto obligará a hacer nuevos listados ‘de reserva’ para garantizar "que no se pierde ni una dosis" y a retomar los circuitos, como ya se hiciera con la gripe. "Tendremos que crear agendas con múltiplos de seis y hacer todo lo posible para que la gente acuda. En muchos casos, será necesario hablar con las familias para garantizar que la persona en cuestión puede desplazarse hasta el centro de salud o tiene quien le lleve", agregó.

"Les conocemos bien"

El proceso será "laborioso", ya que los sanitarios esperan encontrar desde personas que se nieguen a vacunarse a gente que quiera recibir la primera dosis cuanto antes. La principal ventaja, señaló la presidenta del Colegio de Enfermería, está en que el personal de los ambulatorios conoce perfectamente a estas personas y sus limitaciones.

También aprovechó Tolosana para tranquilizar a la población y recordar que, llegado el momento, serán los trabajadores de los centros de salud quienes se pondrán en contacto con los mayores o sus familiares para preguntarles si quieren ser vacunados y citarles para las dos dosis.

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