Los sindicatos exigen aclarar protocolos y "más protección" frente a la cepa británica

Varios sindicatos sanitarios instaron ayer al Departamento de Sanidad a actualizar los protocolos de prevención y reforzar las medidas de protección frente a la cepa británica, que ya representa el 2,6% de los nuevos contagios por coronavirus de la Comunidad.Tras confirmarse casos en las tres provincias, urgen a aclarar qué medidas adicionales han de tomarse en hospitales y centros de salud para frenar la expansión de esta variante, a la que se le atribuye una mayor capacidad contagiadora.

Evangelino Navarro, presidente del sector de Sanidad de CSIF en Aragón, cree que la Consejería tendría que proporcionar a todo los trabajadores –desde personal de limpieza o seguridad hasta auxiliares, médicos y enfermeros– mascarillas FFP2, ya que las quirúrgicas podrían no ser suficientes para combatir esta cepa. Aunque actualmente están recomendadas, aseguró que «existen ciertos déficits».

Este podría ser uno de los temas que se abordarán en la reunión de prevención de riesgos laborales del próximo lunes. El problema, reconoció Navarro, está en que «es un tema bastante complicado de enfocar y definir», ya que por el momento existe poca información clara acerca de las consecuencias de la cepa.

Por su parte, el presidente del sindicato de médicos de Atención Primaria (Fasamet), Leandro Catalán, señaló que «independientemente de la variante que esté afectando a la protección del personal sanitario y sociosanitario deben disponerse de todos los elementos contemplados en los equipos de protección individual». En este sentido, recordó que el Gobierno aragonés acumula varias sentencias en los juzgados por este motivo. «Todos deberíamos de utilizar y disponer dentro de nuestros centros de trabajo de mascarillas FFP2 con una duración máxima de ocho horas reales de uso», manifestó.

Según los sindicatos, Sanidad tendrá que aclarar si, por ejemplo, se refuerza el protocolo de lavado de manos. Sobre todo si se confirma que la cepa es más virulenta en caso de contacto en superficie.

El presidente de la Junta de Personal del Obispo Polanco, Jesús Martínez Burgui, recordó que, a efectos clínicos, el tratamiento «es el mismo» que en cepas precedentes. Advirtió, no obstante, de que es previsible un incremento de los casos dada la mayor velocidad de contagio de esta variante, lo que conllevará más carga de trabajo.

En esta línea, fuentes sindicales recalcaron que los trabajadores «quieren la máxima protección» contra el contagio, pero agregaron que, por el momento, no se percibe una mayor sensación de peligro tras confirmarse los primeros positivos. En todo caso, se mostraron confiados en que el servicio de prevención sabrá qué tiene que hacer ante esta nueva situación.

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