El Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales propone una multa de 15.000 euros para la residencia de la tercera edad de los Hermanos de la Cruz Blanca de Burbáguena (Teruel), que el pasado verano registró un extenso brote de la covid-19 que causó el fallecimiento de 13 residentes.

A raíz de la inspección de las instalaciones por los técnicos del Gobierno aragonés, se detectaron infracciones que han desembocado en la propuesta de sanción, contra la que los Hermanos Franciscanos han presentado alegaciones todavía sin resolver. Aunque, inicialmente, la DGA contempló la posibilidad de trasladar el caso a los juzgados, finalmente la consejera María Luisa Broto ha señalado que la vía judicial queda descartada.

El responsable de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca en la provincia de Teruel, Juan Vela, calificó como "muy grande" la sanción propuesta por el Gobierno aragonés por una serie de infracciones que el religioso consideró menores. A su juicio, siguiendo el estricto criterio aplicado con el geriátrico de Burbáguena serían sancionables "todas las residencias de Aragón".

Vela indicó que, entre los argumentos para la multa que esgrime el Gobierno aragonés, figuran la inexistencia de un plan de contingencia para el supuesto de una epidemia, la falta de equipos de protección individual para la plantilla o deficiencias en el aislamiento entre plantas para evitar la transmisión de la enfermedad.

El responsable de los Franciscanos de la Cruz Blanca explicó que las alegaciones rebaten las supuestas infracciones, pero señaló que la posibilidad de que la pandemia afecte a una residencia de ancianos es imposible de conjurar completamente por muchas medidas de prevención que se adopten.

Restricciones en Alcañiz

Por otro lado, el Ayuntamiento de Alcañiz adoptó nuevas restricciones para intentar frenar la oleada de casos de la covid-19 en la ciudad y su área de salud, situada ayer en cabeza de la provincia por número de casos con 41 nuevos contagios confirmados. Las instalaciones deportivas municipales quedaron cerradas y se suspendió el mercado ambulante de los martes en la Ronda de Caspe. El alcalde, Ignacio Urquizu, adelantó que si a finales de esta semana la tendencia no se corrige pedirá a la DGA la aplicación de restricciones más severas en la ciudad.

Por su parte, el alcalde de Calamocha, Manuel Rando, insistió en pedir el autoconfinamiento de la población de la localidad, cuya área de salud fue la segunda con más incidencia de la pandemia en la provincia con 31 positivos. Rando reconoció que la persistencia de la covid-19 "cansa", pero pidió a los vecinos "un esfuerzo" para salir de casa solo "lo más necesario".

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