Kongsberg Épila habilita el cuarto turno durante tres meses

Atender un incremento del 20% en los pedidos, sobre todo de la línea metal, es lo que ha llevado a Kongsberg Épila, que cuenta con 292 empleados fijos y unos 80 eventuales, a poner en marcha un cuarto turno, en principio durante doce semanas, según informó ayer OSTA. Son voluntarios los que se han ofrecido para hacer 18 turnos en lugar de 15 que había para que el sábado también se trabaje en esta empresa, que exporta el 97% de lo que fabrica: componentes para la gestión de fluidos en motores (líneas de combustible y refrigeración), sobre todo para los grandes fabricantes de camiones.

«Desde agosto se venían haciendo horas extras y teníamos este pacto de 2018 con el comité para poner en marcha el cuarto turno y es lo que hemos hecho», indicaron desde la dirección de la compañía, que espera poder volver a facturar este año los 34,5 millones de 2019, después de que en 2020 la caída en ventas haya sido del 20%. «Los meses de abril a julio fueron un desastre. Sin embargo, desde septiembre los pedidos volvieron a nivel pre-covid y se están manteniendo con perspectivas de que suban en 2021», añadieron fuentes de la dirección de Kongsberg Épila.

El volumen de trabajo ha permitido no tener que aplicar el ERTE que se pactó hasta diciembre. «Sí se aplicó el de fuerza mayor hasta junio y nos quitamos a todos los eventuales, pero desde julio hemos ido recuperando los contratos y estamos a un nivel pre-covid o ligeramente por encima», indicaron las mismas fuentes.

«El vehículo industrial está teniendo mucha demanda», dijeron. Por eso mostraron su confianza en superar este año la cifra de ventas de 2019 si bien, puntualizaron, «hay mucha incertidumbre en el mercado, así que tenemos que vigilar la evolución de las previsiones de nuestros clientes».

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